«El amor es más peligroso que cualquier arma»
Después de su secuestro y tras una horrible ruptura con su novio Trevor, Alexia se ve atrapada en un mundo de pesadillas, alcohol, drogas y armas. Ver como su vida se ha echado a perder por culpa de los...
Despierto temprano, el sol apenas está saliendo y la habitación está a oscuras. Me levanto de la cama y me cuesta unos segundos reconocer donde estoy. Una oleada de recuerdos de la noche anterior me azota y noto una presión en el pecho.
Me arrepiento de haber venido aquí ¿En qué pensaba? Llevo meses intentando olvidar a Trevor como para ahora volver a caer en sus garras.
Salgo de la habitación y camino hasta el baño, en el camino reviso mi teléfono y compruebo que tengo una llamada perdida de Gabe y dos de Alice.
Genial debe de haberse enterado de la ruptura.
Ignoro todas las llamadas y entro al baño para lavarme la cara y peinarme el pelo con los dedos. Soy un desastre andante.
Apoyo las manos a ambos lados del lavabo y comienzo a sollozar. Cuando empecé la universidad imaginé todo tipo de aventuras como las que contaban mis libros pero jamás, JAMÁS imaginé esto. O sea enamorarme de un criminal y acabar dentro de los RP no entraba en mis planes.
Me seco las pocas lágrimas que se han derramado por mis mejillas y salgo del baño.
Bien volveré a la habitación y sin despertar a Trevor cogeré mis cosas y me iré. Podría pedirle a Niall que me deje vivir con él y con Alice hasta conseguir una nueva habitación, la UBA ya nos requisó la antigua porque ninguna de nosotras vivía ya allí. Mis planes se ven arruinados cuando encuentro a Trevor sentado en la cama, con los codos apoyados en las rodillas y agarrándose la cabeza con las manos.
Me mira incrédulo y niega con la cabeza.
-Así que es verdad, -dice más para sí que para mí -estás aquí.
Lo observo desde la puerta esperando una explicación.
-Cuando me he levantado y he visto que no estabas pensé que había sido un sueño -continúa -luego vi tu maleta y comprendí que todo era real, que estabas aquí conmigo.
-No te preocupes, me iré ahora mismo -camino hasta mi maleta y recojo el vestido que me quité anoche.
-Bien -murmura y se levanta de la cama.
Aprieto el vestido contra mí y no puedo evitar preguntar:
-¿Por qué lo hiciste?-espeto -¿Por qué dejaste que me secuestraran por casi un mes? Todos y cada uno de los días que estuve encerrada allí pensaba en ti, en que tu lo arreglarías todo, hasta que comprendí que tú fuiste el problema.
Trevor hace una mueca, las heridas de la pelea con Gabe tienen peor aspecto.
-Olvídalo ya Alex -su voz suplica y está herida - Todo eso se acabó, ya es pasado.
-Ya se que se acabó, acabó cuando me dejaste tirada en aquel bosque -le recuerdo -. Si me hubieran dado un céntimo por cada vez que la cagaste ahora mismo estaría viajando por el caribe con Gabe en un yate privado.
La mención de Gabe causa una sensación negativa en los dos.
-Gabe era mi mejor amigo hasta que tu te metiste en medio -ruge.
-Y por tu culpa Gabe cortó ayer conmigo, eso es lo que tienes, que aunque no estés sigues jodiendo las cosas.
Trevor reacciona rápido y me acorrala contra la pared, sujeta mis muñecas a cada lado de mi cabeza y me mira directamente a los ojos.
-Si me vuelves a hablar así juro que...
-¿Qué? Termina la frase vamos -le reto pero no dice nada -. Creo que ya has hecho suficiente.
Sus ojos se posan en mi muñeca, exactamente en el tatuaje del Peón y traga saliva.
-No sabes donde te has metido -habla sin quitar la vista del tatuaje.
-Creo que sé muy bien donde me he metido -respondo intentando librarme de su agarre pero es inútil ya que él es mucho más fuerte.
-¿Ah si? ¿Crees que estas lista para robar, asesinar y traicionar? -me mira a los ojos -¿Para tener un doble vida?
Me pierdo por un instante en el gris de sus ojos, en esa mirada tan familiar.
-La única persona a la que estoy dispuesta a asesinar es al Rey -digo con decisión.
Trevor suelta una carcajada ronca.
-Estás loca si crees que eres capaz de algo así -enarca una ceja -. La última vez que te vi no podrías haber matado una mosca.
Por alguna extraña razón su comentario me ofende.
-Las personas cambian, Trevor -suspiro -ya no soy tan ingenua.
-¿Y cómo quieres que te crea? -algo en su voz provoca a las mariposas del estómago pero solo me causan nauseas -Tendrás que demostrármelo.
-¿Cómo haré eso? -sé que no debería caer en su juego pero es inevitable.
-La Alex de hace tres meses no se atrevería a besarme en estos instantes -murmura acortando la distancia.
Las alarmas de mi cabeza se disparan.
¡Reacciona Alex! No dejes que este capullo te bese
En ese instante mi móvil comienza a sonar y Trevor se ve obligado a soltar mis muñecas y alejarse.
Cojo mi teléfono y hago una mueca cuando veo que es Gabe. Dejo que suene hasta que se corta la llamada pero no se da por vencido y me envía un mensaje.
Gabe: El Rey quiere verte esta tarde, creo que por fin ascenderás a Caballo.
Ven a mi casa antes.
Trago saliva y respiro con dificultad.
¿Crees que estas lista para robar, asesinar y traicionar?
Las palabras de Trevor resuenan en mi cabeza y yo solo tengo una respuesta: si, estoy preparada.
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