Capítulo 45: In the name of love.

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Escucha In The Name of Love de Martin Garrix & Bebe Rexha.

Narrador omnisciente.

Despertó. Estaba en una habitación, miro a los lados, todo estaba oscuro. Pero no lo suficiente como para pensar que había perdido la vista.

Intento mover sus brazos, no pudo. Las piernas, tampoco. Tenia un dolor demasiado fuerte en la cabeza, al igual que en las costillas, la idea de tener rota alguna no parecía tan descabellada.

Empezo a moverse intentando safarse las cuerdas. No lo logró.

—¡Ayuda!— Empezó a gritar. Después reflexiono, era algo estúpido pedir ayuda en la mansión de un delincuente.

La puerta comenzó a abrirse, un tipo alto de cabellos castaños entro por ella.

—Pero miren quien despertó, él príncipe moderno, ¿acaso no pudiste rescatar a tu princesa del horrible dragón?—Dijo con burla.

Empezó a sentir la ira subir por desde la punta de sus pies hasta el pelo mas grande de su cabeza.

—¿Dónde está ella?—

El castaño comenzo a reírse, como si le hubiese contado el mejor chiste de todos.

—No importa si te digo donde esta, tú, tú ya no puedes hacer nada— Dijo hiper ventilando de la risa.

Inmediatamente pensó lo peor.

—Mira, yo que tú, mejor me ponía a orar o hacer cualquier cosa para al menos morir en paz, porque en cuanto Ben llegue, tendrás los segundos contados.—

—Y mis amigos, ¿dónde están ellos?—

—Uno tiene tres costillas rotas, él otro esta inconsciente,  y el del carro esta sedado detrás de ti— Explicó como si estuviese dando la dirección de algún lugar.

—¿Y que es lo que haces aquí? ¿Acaso solo viniste a burlarte de mi?—

—No, como crees, yo también vine a darte noticias. Lo de tu inevitable muerte fue una noticia, además de que ninguno de tus amigos saldra vivo de aquí. Y tu noviecita, esta contrayendo matrimonio en este instante. Solo eso. ¿Por qué?— Dijo con cinismo.

Había fracasado, probablemente Ashton o Michael tenia las costillas rotas, Jade, ella estaba siendo obligada a las nupcias. Todo estaba perdido, y inevitablemente su vida igual.

Aunque su vida podía irse al mismísimo carajo, él lo único que quería hacer era sacar a Jade y a los chicos sanos de ahí. El podía morir si ellos eran libres, el moriría en paz si ellos eran libres.

Porque cuando amas a alguien todo lo que es tu persona pasa directamente a ellos, les entregas el poder absoluto de con una simple acción destruirte, hacerte trizas. De la misma forma en que con la sencilla acción de sonreír te hace ser la persona más afortunada del mundo. Estarías dispuesto a entregar tu vida por esas personas, y lo harías solo por amor. Para que ellas sean felices, aunque renuncies a ellas.

—Deja a mis amigos libres, aquí el problema soy yo—

—Um... Dejame pensarlo... No.— Dijo para después partirse de la risa.

—¿Qué es lo que quieres de mí?—

—Yo nada. Lo que Ben quiere es que sufras hasta la médula por haber tocado a la niña, dime, ¿Qué se siente hacerlo con una menor de edad? ¿Es excitante? Porque para mi lo seria, es como cometer un delito, saber que esta prohibido; supongo que eso te pone caliente.— Comenzó a parlotear, y el sabia que lo que trataba de hacer era irritarlo... Y lo estaba consiguiendo.

Comenzó a mover sus manos contra la cuerda, tratando de hacer que el castaño no lo notara.

Pero ese tipo era como un demonio, porque, o él hizo mucho ruido, o el simplemente lo noto.

—¿Intentando escapar?— Dijo con un puchero fingido. El solo lo miro con rabia.

—Mira, que te parece... Si jugamos un rato — El dijo mientras comenzaba a dar vueltas por la habitación.

—El juego consiste en, te sedo lo suficiente para esconder a todos tus amigos en la mansión. Cuando despiertes, tendrás una hora y media para encontrarlos. Si los encuentras ellos se irán, pero tú no. Si no los encuentras, nadie sale de aquí, hasta que una bala, o la tortura acabe con sus vidas. ¿Qué te parece?—

—Estás demente—

—Todavía que te doy una oportunidad de salvar a los estúpidos que tienes por amigos,  ¿y la desperdicias? Wow si que eres idiota.—

El sopesó las opciones.

Evitar que Jade contrajera matrimonio fue imposible, aunque aún podía salvar a los chicos, y con suerte, con muchísima suerte. Podía sacar a Jade de ahí, aunque el precio era su vida; le parecía un trato justo.

—Acepto— Dijo.

Y el castaño puso un pañuelo en su nariz volviéndolo todo negro de nuevo.

Mi Sexy Profesor  | Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora