Capitulo 13

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Hoy estaba mortalmente aburrida. No existía absolutamente nada en que entretenerme. Y lo que usualmente me entretiene termina con una muy linda Sam castigada. Así que Nope. Nada interesante pasa por mi vida. Además todos aquí están o aparentan estar ocupados en algo importante. Así que sin pensarlo dos veces, tome mi cámara, mi teléfono, mi skateboard y salí de casa.

Cuando me aburro de la vida, salgo en mi skateboard a divagarme un buen rato. El aire y la velocidad, despejan mi mente y el cambio de escenarios hacen que mi mente se divierta un buen rato. Ya que odio la rutina.

Cruce un par de calles con rapidez. Parecía que las ruedas de mi skateboard soltaban llamas. Debía reconocer que Shawn había hecho un excelente trabajo con mi bebe.

Me detuve al escuchar el sonido de un feroz animal acercarse. Cerré mis ojos con fuerza.

Por favor vida no permitas que sea un chihuahua.

Aunque parezca paranoico y absurdo. Los chihuahuas son de las razas más agresivas. Vean "Una chihuahua de Beverly-Hill" si no me creen. Son viles ternuritas.

Me gire a ver el animal. Al menos quería ver la cara de mi verdugo. Me sorprendí al verlo. Inmediatamente sonreí.

-Siguiendo mis pasos. Como siempre.

-¡Woof!- Bruno comenzó a mover su cola de un lado a otro, repetidas veces.

-No se supone que los monstruos te darían un baño. Es su turno esta semana, después de todo.- Enarque una ceja y me agache para estar a su altura.

-¡Woof! ¡Woof! – Reí. Acaricie su cabeza.

-Oh, parece que tenemos a un escapista.- Eleve mi palma.- Dame esa pata.- Bruno no me dio la pata. Me lanzo todas sus 180 libras, tirándome al suelo. Si le hubiera sucedido a otra persona hubieses sido gracioso.- Creo que es mucho amor, grandote. No respiro.- Se hizo a un lado, no sin antes bañar mi cara de baba.- ¡EW! Ahora tengo gérmenes de perro.

-¡Woof!- Rodé mis ojos. Me levante del suelo. Tenía en mente ir al parque. Ahí podría buscar agua y un helado. Mire a Bruno. O tal vez dos.

Ya con mi helado fui en busca de una banca. Vi pasar a las personas. Al menos tenía a Bruno como compañía el día de hoy. Nada de seres inferiores.

Unos niños pasaron correteando a mi lado. Uno de los mocosos le arrojo una piedra a Bruno. Este le gruño y le ladro con fuerza, y al no llevar correa se acercó a mocoso. Quien grito "Mami" casi llorando. Ha, Cobarde. La mujer, quien supuse que era su madre se giró con determinación en mi dirección.

-No se quede ahí.- ¿Hmm, me hablaba a mí?- Amarre su bestia.- Oh. No dijo eso.

-Lo hare cuando amarre la suya.- Ella abrí los ojos de par en par, indignada.- Si su mocoso no le hubiera lanzado a mi perro, él no hubiera reaccionado así.

-¿Cómo te atreves? Niña malcriada.

- Sí, sí. Defiende al animal equivocado y te dicen malcriada. Mi perro es más civilizado que su mocoso.- Ella tomo a su hijo del brazo y lo llevo casi a rastras en dirección opuesta.

Algunas personas me tientan.

Bruno no es un San Bernardo agresivo. No creo que haya logrado corretear a un niño sin cansarse y tomar una siesta a medio camino. Es viejo y más holgazán que mi abuelo. Y eso es mucho decir.

Es más, solo gruñe si alguien no le agrada. Espero que mi fiel amigo odie a Alex. Así el Idiota dejar de pasar tanto tiempo en mi casa. Mi madre incluso lo invita a cenar, preparándole platillos que "seguro" adorara. He estado tentada en ponerle kiwi a su comida.

Orgullo, Sam, OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora