-¡Sam!
-Justo aquí.- Papá dio un salto.
Reí ante su reacción. Ambos estábamos en la cocina. Yo disfrutaba de un nutritivo cereal con sabores y azúcar artificial y él entro gritando mi nombre. Sin percatarse de mí presencia.
-¿Quieres ganarte veinte dólares?
-Te escucho.- Respondí interesada. Estaba corta de efectivo y mi delineador negro no cae del cielo.
-Ve con Mamá al Centro Comercial.
-Dame una buena razón.
-Falta poco para el inicio de un partido de Soccer.- Enarque una ceja.- Es muy importante.
-¿Te das cuenta que rechazas a tu esposa por un estúpido partido y cervezas frías?- le espete.- La madre de tus hijos, el amor de tu vida...
-Te comprare un galón de ben & jerry's solo para ti.
-Compra nueces y crema batida y es un trato.
-Hecho.- Sonreí.
Bien. Sé que esto es débil. Pero si existe la oportunidad de la que puedo sacarle ganancia y provecho, bueno la tomo. Velo por la felicidad de mi persona.
Coloque mi tazón en el lavavajillas y camine a la estancia. Los monstruos jugaban videojuegos con Dylan. Se les veía muy entretenidos.
Me acerque a ellos y pregunte por Mamá. Ninguno contesto. Repetí la pregunte. Nada. Tome un cojín y golpee a Dylan en la cabeza.
-¿Qué te sucede?- Se quejó. Los monstruos me miraron de reojo. Ninguno se atrevía a dejar la pantalla.
Enfermos.
-Pregunte: "¿Han visto a Mamá?"
-No.
-Negativo.
-¿Por qué me preguntas?
Rodé mis ojos. Son muy inútiles.
-¡Mamá!- Grite. Ella asomo su cabeza por el descanso de las escaleras.
-Dime. ¿Está todo bien?
-No.- respondí.- No hemos dedicado tiempo a nosotras, ya sabes, madre hija.
Mamá enarco ambas cejas y se apoyó en el barandal.- ¿Te sientes sola?
Ricky rio.- Que busque un novio.- susurro. Alcance a escucharlo. Y tomo un gran esfuerzo no ir y darla una sacudido a sus sesos.
-Tal vez un poco de falta de atención. Leí en...
-¿Tu lees?- pregunto Ryan. Oh ahora si escuchan los tarados. Dylan rio.
-Leí en un artículo que los adolescentes son más propensos a causar problemas por falta de atención.
-Sam causa problemas con o sin atención.- Forme puños con mis manos. Son de mucha ayuda los idiotas.
Mamá lanzo una mirada perspicaz. Ladeo la cabeza y suspiro.- Iremos al centro Comercial.- declaro.- Espera en el auto, bajo en cinco.- Y subió a las escaleras de nuevo.
-¿alguien más huele a mentira aquí?- Los tres inútiles rieron.
Ojala un rayo caiga y apague el televisor. Aunque con mi suerte el rayo me caería a mí. Tome mi teléfono. Si la justicia no llega... La pantalla del televisor se apagó y el trio grito molesto por la sorpresa.
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Orgullo, Sam, Orgullo
Teen FictionOrgullosa hasta la medula, más un carácter explosivo, es igual a : Sam. Una adolescente cuyas únicas pasiones son las bromas, el skateboard y los dulces. Para una adolescente promedio, Sam vive una vida medianamente normal. Con padres incomprens...