Capitulo 44

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Llamada de voz perdida

Mensaje de voz.

"Tiene un mensaje de voz nuevo, recibido a las cuatro p.m."

"Hola..."

"Mensaje de voz borrado"

(2) Llamada de voz perdida

Mensaje de voz.

"Tiene un mensaje de voz nuevo, recibido a las cuatro y dieciséis p.m."

"Escucha..."

"Mensaje de voz borrado"

(5) Llamada de voz perdida

Mensaje de voz.

"Tiene un mensaje de voz nuevo, recibido a las cuatro y treinta p.m."

"Sé quién eres"

"Sé quién eres, en realidad"

"No te conviene desviar mis llamadas"

"Mensaje de voz guardado"

Llamando...

— ¿Qué tanto sabes?

— Lo sé todo.

*****

Matt me observaba detenidamente de arriba hacia abajo, sorprendido con mi petición. Su rostro era un rompecabezas, parecía no saber si reír, llorar o hacer ambas cosas. (Acepto que se encuentre sorprendido, en otra época también lo hubiese estado, ¡Pero debería tener la decencia de disimular un poco!)

—Matt, juro por lo más preciado que existe, que hablo con total seriedad.

Ahora me miraba con desconfianza. — No me malinterpretes, creo que eres una chica muy versátil y con muchas capacidades.

— ¿Pero?

—No estoy interesado. En realidad no estamos contratando personal.

Saque un papel doblado de mi portafolio. Era un anuncio del periódico (si, yo Sam Shephard leí el periódico, podemos tocar el tema luego). Matt miro la hoja casi deseando que se incendiara y no tener que tocar el tema conmigo. Lo respeto.

—Ambos sabemos que necesitas ayuda. Y personalmente soy excelente lidiando con personas.

Matt sonrió. — Te conozco des de que eras un pequeño guisante. —Presiono su pulgar e índice para hacer un punto. Ugh, detesto los guisantes, se lo he mencionado pero disfruta torturarme con sus apodos. —Y déjame decirte niña, que tu fuerte definitivamente no son las personas.

—Déjame ponerlo de esta manera. Soy tu mejor opción. Conozco el menú tan bien como cualquiera de ustedes. Conozco los días de promoción, como deben servirse los platos y a la mayoría de clientes que frecuentan este lugar. Se el horario exacto de los clientes difíciles y cuanto necesitas ayuda en las horas pico. Puedo ser muy útil si me das la oportunidad. — Mark pareció pensarlo. — Además — agregue. — tardarías mucho dinero, tiempo y esfuerzo entrenando a alguien más, y ¿ya mencione dinero?

Fui testigo de cómo los engranajes en la cabeza de Mark giraban sopesando mi propuesta. Su mirada cayó directo en las mesas llenas y en su esposa, quien tomaba ordenes en medio del frenesí.

—Muy bien. — dijo finalmente. — Te daré una oportunidad. Una oportunidad. De lo contrario estas fuera.

Sonreí con suficiencia. — Lo sabía, lo juro por tus famosos sándwiches que no te arrepentirás.

Orgullo, Sam, OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora