Lo iba a matar, asesinar y lo traería de vuelta a la vida solo para torturarlo lentamente y no dejarle el camino fácil. Lo odio, siempre me hace enfadar, fastidia hasta la medula. Podría comportarse como un ser humano normal. Pero No. Él tiene que ser todo un idiota en los peores momentos.
Hay más de seiscientos alumnos en este infierno y de todos a mí me tiene que hacer la vida imposible.
Idiota imbécil mal nacido.
Baje las escaleras lo más rápido que pude. Evite caerme en el intento ya que estaba empapada de una sustancia pegajosa.
No pregunten. Ni siquiera yo sé que es.
Llegue a la cancha y vi un grupo de chicos calentando. Busque al imbécil, cuando lo vi comencé a dar grandes zancadas para llegar lo más rápido.
Cuando él me vio sus ojos se abrieron como platos y comenzó a reírse. Los demás chicos hicieron lo mismo. El entrenador no estaba, lo que es bueno porque le daría una paliza a este engendro y lo menos que necesitaba era un llamado de atención.
Recogí las mangas de mi camiseta.- ¡Pedazo de idiota, te dejare sin descendencia!- le grite con amenaza.
Alex rio.- ¿Te encuentras bien? Te veo un poco verde.- Una sonrisa burlona y despreocupada quedó colgando de su cara. Combinaría perfectamente con un ojo morado.
-Hoy mueres inútil. Te metiste con la chica equivocada.
-Mira como tiemblo.- Movía sus piernas de manera jocosa para hacer un punto. Lo que me enfureció aún más. Comencé a correr en su dirección. La mayoría de chicos se hizo a un lado. Sabios.
-Eh, Black. Si quieres conservar tu amigo intacto será mejor que corras.- dijo Jacob.- No la veía tan enojada desde que mando a Russel al hospital en primer año, y el chico tenía diecinueve.- Alex me dirigió una mirada divertida antes de comenzar a correr.
-Ven Gallina, Cobarde. ¿Miedo a perder municiones?- lo rete. Alex era rápido. Pero yo lo era también.
Creo que no les he explicado la razón de mi furia.
Como dije antes, Alex es un idiota que fastidia hasta el cansancio. El día de hoy decidió que sería divertido gastarme un par de bromas. No tengo la menor idea de cómo consiguió la combinación de mi casillero. La cuestión aquí es que el idiota la tiene. Lleno de aceite mi skateboard y aflojo las tuercas y tornillos. No me di cuenta hasta que ya era tarde. Caí y las ruedas de mi preciado tesoro salieron disparadas.
Pero para Alex no fue suficiente.
No.
Él tenía que ser el Idiota más grande del mundo e instalar un no-sé-qué en mi casillero. La máquina disparaba una sustancia pegajosa de un tono verduzco. El cual fue a parar en mi cara, mi ropa y mis zapatos.
Y saben que fue lo peor.
La estúpido nota que decía "El verde combina con tu personalidad,Hulk" Con cariño A. B.
¿Entienden mi furia?
Este ser insensible con guano en la cabeza no merece piedad.
Seguía persiguiendo a Black por los alrededores. Los chicos lo alentaban. Claro, son imbéciles. Saque unas nueces de mi bolsillo y comencé a lanzárselas.
-¿Qué demonios? ¿De dónde carajos sacas nueces?- se quejó. Trato de esquivar las nueces pero algunas pegaran en su cabeza.
Yo lo perseguía e insultaba. El corría y se burlaba. Estuvimos así un par de minutos. Un silbato sonó a la distancia, provocando que Alex se detuviera por una fracción de segundos. Segundos que me sirvieron para alcanzarlo y arremeter contra él.
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Orgullo, Sam, Orgullo
Novela JuvenilOrgullosa hasta la medula, más un carácter explosivo, es igual a : Sam. Una adolescente cuyas únicas pasiones son las bromas, el skateboard y los dulces. Para una adolescente promedio, Sam vive una vida medianamente normal. Con padres incomprens...