Parte 48

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Reviso el horno antes de correr a abrir la puerta. Quito el seguro de la puerta sin revisar quien es. Se de quien se trata así que no me molesto en dar un vistazo. Mi mayor preocupación se encuentra en el horno.

Regreso a la cocina y saco el molde del horno. Suelto una maldición al rozar mí brazo accidentalmente con la puerta de horno.

—Mierda, quema, quema, quema. — chillo lanzando el molde sobre el mostrador.

Alguien ríe. — Nena es bueno ver que estas en acción.

Ruedo los ojos. — Eres un imbécil. Por qué no eres un buen chico y traes la harina que está al otro lado.

— ¿Desde cuándo soy un buen chico?— dice, pero de todas formas va por la harina.— Santa Mierda, nena. Que desastre has hecho en este lugar. — Le fulmino con la mirada. El me lanza harina en la cara. — Ahora combinas con el desastre.

—Realmente necesito tu ayuda aquí imbécil. Podrías ir a la tienda por azúcar pulverizada. No le encuentro por ningún lado, creo que se ha acabo.

Will negó y señalo el molde. — Esto no debió haber estado listo, como no se ¿ya?

—¿Crees que no lo sé? Me quede dormida. —Will soltó una carcajada. — No seas un estorbo, deberías ayudarme. Necesito decorarlo ya y estoy sin tiempo.

—Por qué te complicas tanto, ¿Por qué no compras crema batida? Sería más fácil.

Parpadee con incredulidad. — Maldición, es buena idea. Creo que hay crema batida en el refrigerador...

— Voy por ella.

Termino de arreglar ambas tortas y coloco otro par en el horno. Al primer par lo relleno con cajeta. El segundo par será con chocolate. Will regreso con la crema batida y traía esparcida un poco en la cara.

—Eres un cerdo. — Le arrebato la crema batida y cubro con ella el pastel.

—Hacia mucho que no te veía hornear un pastel. — dice. Asiento. — Es perturbador.— Lo fulmino con la mirada.— Perturbador en el buen sentido.

—¿Acaso te escuchas?

Termino con el primer pastel y comienzo a limpiar. Will tomo una manta y comenzó a limpiar la estufa.

Alguien debió haberle enseñado que la estufa no se limpia mientras esta en uso.

—MIERDA. MIERDA. MIERDA.— Grita. Se había quemado. Un coro de maldiciones le sigue al darse cuenta que había encendido la parte superior de la estufa y la llama había consumido parte de la manta. Comienza a correr con la manta en llamas. Tome el pastel y lo aparte antes de que él se estrellara en él. Suelto una carcajada cuando logra apagar la manta y cae al suelo abatido.

—Eres un desperdicio.

—Nena ten algo de misericordia. Vi mi vida arder en el infierno.

— Alcanzaste a ver todos tus pecados.

—Maldicion, si eso llega a pasar quedare en coma.

Rei. — Ve arriba a tomar una ducha yo acabare con esto.

—Tienes razón, las damas no me pueden ver asi.

—¿Damas? Lu, Jazz y Ally son las únicas que iran a estar ahí. —Al menos eso era lo que habia escuchado.

—Estara la sensual tia de Alex, ella es una dama.

—Por favor,No. Creo que voy a vomitar.

Will sonrio con picardía.— Confia en mi solo haré que Jazz se moleste. La cria ha estado muy tranquila ultimamente.

Orgullo, Sam, OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora