Capitulo 50

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Ha pasado una eternidad desde que hable con Alex. Sabia de él porque mi familia ocasionalmente lo mencionaba en las conversaciones. Lo hacían más por mi beneficio, me conocían y sabían que no les preguntaría por el directamente.

En la puerta de mi armario colgaba un vestido rojo que Mamá había comprado para mí un par de meses atrás. Lo coloco ahí a propósito. Seguramente, para hacerme saber que ahora era esa importante presentación de Alex.

No es que lo hubiese olvidado. Él se encargó de recordármelo personalmente.

Sip. El muy idiota tuvo el descaro de hacerlo.

El dia de ayer había trabajado muy duro. Tanto que mi querido jefe dejo que tuviera dos días libres. Lo cual era bueno y malo. Bueno porque me pagarían por holgazanear.

Y malo...

Porque el trabajo era lo único que me distraía de pensar en el idiota.

Así que esta mañana me dedique a armar origami. Estaba dentro de mi habitación muy concentrada cuando unos golpes en mi ventana llamaron mi atención.

Tome un palo de golf y retire la cortina. No había nadie. Ni siquiera la ardilla mutante que suele lanzar bellotas a mi ventana. Iba a cerrar la cortina cuando note un pequeño detalle sobre la rama del árbol. Era una orquídea brassavola. Muy difícil de encontrar. Abrí la ventana y tome la hermosa planta la coloque sobre la mesilla de noche. Note que había un sobre. Al abrirlo extraje una invitación a la gala en la que se presentaría Alex y una carta.

La carta ponía:

"Para Sam"

Y lo demás estaba en blanco.

Así que he estado frente a este papel en blanco durante horas tratando de encontrarle algún sentido, mensaje oculto o insulto que pudiera tirar a la basura. Pero en su lugar estaba pasmada sin saber qué hacer con ello.

— ¿Puedo pasar?

—Ya estas dentro. No sé ni para que preguntas.

—Lo tomare como un sí. — Tomo asiento a mi lado. — ¿Cómo te sientes?

—Como la mierda. Ni siquiera sé por qué me siento así.

—Porque lo extrañas. No puedes engañarte a ti misma.

— ¿Disculpa? Estoy muy segura de lo que hice. Él es el culpable de todo esto.

— Así que crees que es mejor tomarte un descanso y hacerle sufrir. Las mujeres son muy egoístas a veces.

Me incorpore, ofendida. — Tú no tienes ningún derecho a opinar. Dejaste a tu novia por no tener suficientemente tiempo para ella.

—Mi situación es muy diferente a la tuya.

—No lo es. Tanto Alex como tú son unos desconsiderados.

—Ally y yo decidimos terminar porque no estábamos yendo a ningún lado. No soy el tipo de novio que merece, ella necesita a alguien que este a su lado en todo momento no un novio a medias que no pueda darle lo que ella merece. Por fortuna para ambos ella lo entendió y estaba de acuerdo con ello.

— ¿Entonces si fue lo correcto, porque se ven tan infelices?

—Porque, princesa, a veces lo que es mejor para todos no es lo que nos hace feliz.

—Qué tontería. Si la situación no les hace feliz entonces luchen por ello. Luchen por su felicidad.

El sonríe. — Sigue tu propio consejo, princesa.

Orgullo, Sam, OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora