(Maratón 2/#)
Cerré los ojos con fuerza al escuchar las voces venir de la entrada principal. –Al suelo, rápido.- ordene. Ambos, Ally y Alex fueron lo suficientemente listos como para lanzarse sin rechistar. Al estar en la estancia me hice un ovillo tras el sillón, justo al lado de los mellizos.
-¿Seguro que nadie se dará cuenta?- pregunto Will.
-Hombre, confía en mí. Las chicas estaban en sus dormitorios. No sabrán que nos adelantamos a dar una pequeña escabullida.- aseguro Jacob.
-¿Y Alex?- pregunto Dylan.- No lo vi antes de venir.
Jacob bufo.- Ustedes se preocupan demasiado. Parecen una nenitas asustadas.- se burló.
-¿Qué demonios?- susurre. Ally alzo su dedo índice y lo presiono en sus labios en señal de "silencio". Alex no dejaba de moverse a mi lado, lo empuje ocasionando que el sillón tras nosotros hizo un pequeño chirrido. Por fortuna paso inadvertido.
-¿Escucharon eso?- Quise patearme a mí misma en este instante, "Vaya suerte la tuya Sam."
-No escuche nada.- soltó Will incrédulo. Sin necesidad de estar frente a él, podría jurar que Dylan había fruncido el ceño y no dejaría el tema.- Vamos Dylan. No creerás que son fantasmas, ¿o sí?- se burló.- Espera te detendré antes que huyas como una Sam, perdón, gallina asustada.- rio.
¡Oh! no lo dijo.
Cerré mis manos formando un par de puños listos para partirle la cara. Alex me tomo del brazo para evitar que saliera, sin mucho éxito. Me puse de pie de un salto.- ¡¿Una que Will?!- grite furiosa.
Los tres chicos se sobresaltaron. Jacob casi deja caer una lámpara que empujo con su codo.- Anda. Repítelo. Estoy aquí. Quiero ver que tal te va imbécil.
-¡Maldita sea Sam!- Jacob me miraba como si fuera un fenómeno al cual temer.- Ahora te tele-transportas. ¡Mierda! ¿Qué rayos sucede contigo?
-¡Joder! Tú simplemente apareciste de la nada, Nena.
Puse mis ojos en blanco. Por idiotas como este par es que las compañías insisten en que las botellas de shampoo traigan instrucciones de uso. Son una deshonra para la sociedad.
-No deberías estar aquí.- puntualizo Dylan.- ¿Qué haces vestida así?- señalo mi bañador molesto.
¿Cuál es su problema? Si así estaría todo el tiempo, esto sería una mierda de viaje.
Los mellizos salieron.- Mira quien hablo.- le confronto Ally.- Tampoco deberías estar aquí, mucho menos vestido así.- le imito con un deje burlesco en su tono.- ¿Venían al yacusi?- Ally hizo un pequeño puchero con falsa lastima. Dylan entrecerró los ojos.
-Tal vez. Por lo que veo se nos han adelantado.
-Bueno...- dijo Jacob rompiendo la creciente tensión.- Ya que estamos todos aquí, porque no entramos al yacusi y listo. No hay más remedio que entrar.- Caras de desconcierto y molestia iban y venían entre nosotros, Jacob rodo sus ojos.- ¡Oh vamos! Sera nuestra única oportunidad antes que los mandamás vengan a hacerse cargo.- insistió.
-¡No!- gritamos Ally y yo.- No entrare al yacusi con ustedes cuatro. Nope. Eso sería asqueroso.- hice una mueca.
Will rodo los ojos.- Ya has estado en la misma tina que nosotros, Nena- dijo refiriéndose a Dylan y a si mismo.- no veo la diferencia.- añadió encogiéndose de hombros.
Eso se escuchó tan mal.
-Idiota, tenía un año de edad. Y ustedes aun eran vírgenes inocentes. No, No, No y NO. Negativo. No compartiré agua estancada con ustedes ni de broma.
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Orgullo, Sam, Orgullo
Teen FictionOrgullosa hasta la medula, más un carácter explosivo, es igual a : Sam. Una adolescente cuyas únicas pasiones son las bromas, el skateboard y los dulces. Para una adolescente promedio, Sam vive una vida medianamente normal. Con padres incomprens...