1- Capítulo

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Muchas veces me he cuestionado el por qué de ciertas cosas; y me convenzo que no todo siempre resultará como uno se lo espera o lo imagina. Quizás te des cuenta que muchas veces, por más que lo deseemos, las cosas simplemente no pasan. He llegado a la conclusión genuina que, si deseas algo, no desistas al primer momento que veas que nada está resultando. Simplemente, sigue allí. Es mí auto consuelo.

Lo realmente importante de todo esto, es saber que aunque la tormenta ataque fuerte, tú seguirás allí. Y es impresionante darte cuenta que hay cosas que por más mínimas que sean, causan un gran impacto en ti.

¿Ustedes creen en el amor a primera vista? quizás y es una manera tonta e ingenua de decirlo, pero creo firmemente que dos personas que se hagan reír, tienen derecho a todo.

Inglaterra, 1992.

Era un día normal y ahí estaba de nuevo, tratando de fingir interés en cosas que para el mundo era importante y para mí tan sin sentido.

¿Qué haces? - preguntó el impaciente Cheese sacándome de mis profundos pensamientos.

Nada, estaba pensando en unas notas finales que debo presentar. - dije sin ningún ánimo. Pero como era de costumbre Cheese no me creyó.

Sé que tienes algo más, no trates de mentirme. ¿De nuevo problemas en el paraíso?  - preguntó.

¿En el paraíso? _ Repliqué

Sí. Ya sabes, el amor... Dijo a lo cual no pude evitar reír. Lo bueno de tener un amigo como Cheese es que siempre lograba sacarte una sonrisa en todo momento.

No, de hecho solo es preocupación pero te cuento luego. Debo irme, te escribo luego para  ponernos de acuerdo sobre el proyecto. - dije sin esperar una respuesta. Realmente no quería hablar de eso en ese momento. Cuando de pronto una chica de estatura mediana tropezó conmigo. Muchas veces solemos pensar que sí te levantas con el pié izquierdo tu día automáticamente será malo. Sin embargo, ese día fue diferente, o ella lo hizo diferente...

Lo siento, no te vi. - dijo excusándose, embozando una sonrisa que me permitía observar de cerca esos relucientes dientes blancos.

No te preocupes, yo tampoco te vi. - ella asintió y sonrió. ¡Pero qué hermosa sonrisa! _ Pensé. _ Y sin más siguió su camino.

Vi como aquella mujer se alejaba lentamente de aquel lugar, sin saber su nombre. Y ahí estaba de nuevo, pensando en que si algo alegraba mi día era producto de mi imaginación. Me hundí en mis pensamientos, y era loco pensar en las pocas posibilidades que tenía de sentirme feliz por un minuto, tan siquiera por una tonta ilusión, o por una chica que recién había visto en toda mi vida.

Oustin, Oustin. - escuchaba a mis espaldas esa voz que bien sabía que quién provenía. Era Camila, mí amiga, mí confidente.

¿Qué sucede contigo? - preguntó. - llevo toda la mañana buscándote, he preguntado por ti en todos lados y nadie me daba razón. Te juro que ya estaba comenzando a preocuparme.

Tranquila, estoy bien. - mencioné  - sano y salvo.

¿Te animarás a ir a la fiesta que habrá el viernes? Dicen que estará brutal, y más si se hace en la taguara de la pasión. Dijo a lo que yo inevitablemente reí.

Las fiestas no eran de mi total interés, de hecho nunca lo fueron. Desde pequeño mis intereses siempre fueron dentro de mi casa: libros, películas hasta el amanecer, conversaciones telefónicas y un buen café. No sé porqué siempre me resultó más interesante que una noche de copas.

EncontrándomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora