Había llegado al consultorio de Drew y en todo el camino lo único que hice fue pensar en qué era lo tan grave que tenía que no quiso decírmelo por teléfono. No me asustaba la idea de estar enfermo y tener que llevar un estilo de vida con sumo cuidado. Lo que realmente me tenía en agonía eran todas esas cosas que tengo por hacer y que aún están pendientes. No quisiera que alguien más las terminara por mi. No sería justo para nadie.
Esperé impaciente dos largas horas mientras Jhonson terminaba una cirugía de corazón. Observé los finos sofás que habían, las ventanas corredizas, el escritorio doble que cubría casi la mitad de toda esta sala. A través del cristal podía ver como una chica morena le facilitaba unos papeles a Drew mientras este dirigía su mirada hasta donde estaba. Sacudí la mano en forma de saludo y él hizo lo mismo. Lo veía venir y su cara no me gustaba para nada. Abrió la puerta y le informó a su secretaria que no le pasara ningún otro caso y que no lo molestara. Sacudió su cabeza e hizo una mueca de desaprobación mientras se sentaba en su fino escritorio. Me observó detenidamente como si realmente estuviera apenado por lo que iba a decirme o como si lamentara mucho tener que decírmelo él.
Pero, ¿Quién más podía decírmelo?
_Oustin. Me alegra mucho tenerte aquí. _ Se giró hasta donde estaba yo y caminó hacia mi. Ante su gesto me levanté para no verme tan descortés y lo saludé con un abrazo. Se notaba que estaba tenso, muy tenso. Inclusive más que yo.
_ No te pierdas tanto, eh. _ Traté de quitarle un poco de tensión al asunto, sea lo que sea lo tengo que saber.
_ He tenido mucho trabajo. Realicé unas investigaciones muy importantes. _ Miró los papeles que había dejado en su escritorio y yo hice lo mismo. Sabía perfectamente que esos documentos eran los míos. Respiré hondo y decidí volver a sentarme. Jhonson volvió a su lugar y se colocó aquellos refinados lentes que usaba cada vez que se disponía a leer. Agarró unas hojas en sus manos y comenzó a leerlas detenidamente. Lo miré de reojo para que no pensara que estaba urgido en saber que tenía, aunque si. Estaba muy urgido. Deslizó una de sus manos por su pierna derecha y la frotaba al mismo tiempo que leía.
¿Cuánto más me harás esperar, Drew? _ Me preguntaba a mi mismo.
_ Verás..._ Comenzó a decir mientras se ponía de pié dejando nuevamente los documentos en su escritorio y se acomodaba la bata de doctor que tenía puesta. _ Esto es algo delicado, Ous. Y quiero que te mantengas fuerte, ¿si? _ preguntó y yo asentí. _ Hace un par de meses, en tu último chequeo, que fue del corazón, ¿cierto?_ Volvió a preguntar. _ Algo raro salió en las placas, no sabía qué era hasta hace un par de horas. _Sonaba nervioso y eso me estaba agonizando. _ El día que llamé a tu casa y tu papá contestó, solo tenía las sospechas que algo andaba mal con tu corazón. Quise hablarlo contigo cuanto antes pero siempre me es difícil encontrarte. Tu papá está al tanto de todo Oustin._ Me sorprendí ante su confesión. Yo sabía que algo me estaba ocultando, le pregunté que carajos pasaba y me dijo que todo estaba bien.
¡Qué patético!
Evité darle reproches por no habérmelo dicho antes y comencé con mi interrogatorio.
_ ¿Qué es lo que tengo realmente? _ Pregunté sonando lo más relajado posible. Era obvio que no lo estaba pero debía guardar la postura. Agudicé mi tímpano para esperar la no tan deseable respuesta. Él suspiró y concluyó por decir...
_ Tu corazón... _ Comenzó a decir. _ No está funcionando como siempre. _ Fruncí el ceño. No entendía una mierda.
_ A ver Jhonson, no entiendo. _ Repliqué. _ ¿Cómo que no está funcionando como siempre? _ Volví a preguntar.
_ Realmente no sé cómo ha pasado todo esto, pero lo que si sé es que debemos conseguir un donador de corazón. Debemos operarte lo más pronto posible Oustin.
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Encontrándome
Romance¿Qué pasaría si la vida te pone entre la espada y la pared, y tienes que elegir lo más pronto posible, si quieres salvar o ser salvado? ¿Podrá Oustin soportar tanto? ¿En qué juego macabro lo está metiendo la vida? A veces es necesario golpear hast...