20- Capítulo

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Narra Alejandra

La noche de ayer había sido bastante perturbadora. Tenía tantas cosas en mí cabeza por ordenar que no sabía por dónde comenzar. La agonía de tener una doble identidad; ser buena para algunos y mala para otros, no era lo que soñé en algún momento.

¿Cómo haces para no salir lastimado cuando sabes que vives en medio de tantas mentiras?

En mí cabeza retumbaba una y otra vez esa pregunta. Estaba lastimando a muchas personas aunque esa no fuera mi intención, pero lo hacía y eso no quitaba el hecho. Ésta era la encrucijada más grande de mi vida y no había hablitidadas opciones para decidir por mi misma. Alguien más manejaba mis decisiones, mis fracasos y triunfos a su antojo.

¿No debía ser yo quién decidiera?

No recuerdo cuando fue la última vez que me sentí completamente feliz o la última vez que sonreí  con sinceridad. Cada día que pasaba era peor que el anterior. Mis ánimos de seguir de pié se estaba esfumando poco a poco, y y lastimosamente no le estaba encontrando sentido a nada.

Era sábado por la tarde y decidí quedar con unos antiguos amigos de la preparatoria para ir a tomar unos tragos. Adam y Georgina.

Éramos muy unidos en el tiempo que estuvimos estudiando. Georgina podría decir que en su momento fue más que una amiga. Ahora es una gran hermana que la vida me regaló. Ella era la típica mujer que pasaba sus ratos libres en la blibioteca de la preparatoria. Muchos la conocían como «la incansable Georgi». los libros eran su pasión y su vida, también una especie de refugio. Si algo andaba mal con ella, es allí a donde iba a ahogar sus penas. Nunca lo comprendí del todo, pero con el tiempo logré conocer detalles de su vida que a nadie nunca le permitía conocer. Ni siquiera su novio Marc.

Ellos salieron por tres meses. Ella era una mujer enamoradiza que se entregaba completamente así la persona no se lo mereciese. Él era exigente en cuánto a todo. Quería decidir hasta cómo se iba a vestír en cada ocasión que tuvieran una cita. Muchas veces recurrió a mi ayuda para pedirme que hiciera algo con ella porque sentía que iba a estropear toda la relación si seguía usando «atuendos para viejas» como el lo deminominaba. En mi no estaba la intencionalidad de decirle a mi amiga que se vistiera un poco más actual. Si algo siempre he respetado es la forma de vestir y pensar de cada quién.

¿Quién era yo para decirle cómo vestir?

El tiempo pasó y la relación se terminó por Marc. Le fue infiel a Georgina con una de su salón. Ella cayó en depresión masiva. Él había sido el único chico con el que había salido en toda su vida. Después de tantas negaciones en soltarlo, decidió por fin no volver a llorar por él, ni por ningún hombre.

Se volvió lesbiana.

Ahora está condenadamente feliz con Lisa. Su actual pareja.

Ella y Lisa se conocieron en una noche de fiesta que realizó Saimon. Un compañero de estudio. Esa noche fue una de las más mencionadas en el resto de las clases. Alcohol, mujeres desnudas, éxtasis. Lo que todos sueñan en una fiesta.

La vez que Georgina me contó que estaba saliendo con una chica fue tan épica. Aún recuerdo perfectamente su rostro, y sus expresiones.

FLASHBACK

Georgina entró a mí habitación y se sentó en el borde de la cama mirando a la nada. Su rostro estaba pálido y un poco serio. De cierta manera causaba cierto miedo en mi. Nunca la había visto así. No siquiera cuando rompió con Marc.

— ¿Estás bien? Te noto algo... Pálida. — me acerqué a ella y toqué su mano. Ella me miró con confundida y luego sonrió con nerviosismo.

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