23- Capítulo

46 1 0
                                    


—Entonces, ¿el chico nunca tuvo intenciones de llevarte a la cama?

—No. O bueno, quizás. No lo sé. No vivo en su cabeza para responder a tu pregunta.

Bruno sonrió tiernamente y cogió de nuevo la botella en sus manos para servir un poco más de vino.

—¿Te apetece otro trago? — preguntó.

—Sí

—Así me gusta

Volvió a sonreír y sirvió en mi copa, un  poco menos de la mitad.

—Háblame de él, según lo que dices para ser buen muchacho aunque si me lo preguntan diría que sigue siendo un grandísimo tonto. — Rió.

—El hecho de que no esté enamorado de mi no significa que no lo sea... Simplemente, llegué tarde.

—No sé cómo pudiste haber llegado tarde si tú lo conoces desde hace mucho. ¿De quién está enamorado?

—Camila.

—¿Camila? ¡Lindo nombre!

—Lo es, al igual que ella. Creo que si los ves juntos dirías que son el uno para el otro.

—Tal vez, pero como ese idiota no se fijó en ti dudo que lo piense

Sonreí y él me la devolvió. Todo éste tiempo he pensado en lo maravilloso que sería si todo me saliera como lo espero, tan siquiera una sola vez. Llegué a pensar en algún momento que mí vida era un caos total y hoy no solo lo pienso, lo afirmo y estoy segura de ello.

Nunca esperé que me amaran por lo que ven a simple vista. Tengo tantos defectos y cosas con las cuáles para nadie sería fácil sobre llevar incluyendo mi doble identidad. Esto era un desafío que no solo me correspondía luchar a mi, si no a quién me aceptara por sobre todas las cosas porque a la final, estaba destinada a ésta vida...

—Me gustaría saber qué está ocupando tu mente ahora que hace que me estés ignorando por completo.

Escuché la voz de Bruno.

Reprimí mis impulsos de querer salir corriendo y me relajé. No estaba en un mal lugar ni con mala compañía.

¿Verdad?

—Lo siento — sonreí apenada — estaba pensando en los contratos de Copacavana con esa industria... ¿Cómo se llama? No recuerdo bien su nombre.

—Fishers corporation. ¿Por qué estás pensando en eso? Creí que no querías saber nada del trabajo por ahora.

— Y eso así. Solo que... — no podía decirle que era lo que realmente pasaba. Confiaba en él, pero aún me faltaba mucho por confiar en mí. — no quiero que se acumulen las cosas.

—Vale, vale. Pero, no pienses en eso ahora, ¿si? — tocó mi mano y me regaló una mirada tranquilizadora — prometo ayudarte en todo lo que necesites, pero en otro momento, no ahora.

—Me parece una gran idea, ¡eres el mejor!

Me acerqué a él para darle un abrazo. Bruno era de esas pocas personas a las que apreciaba más de lo que pudiera decir. Por esa misma razón nunca quise involucrarlo con los Dorson Posession a pesar de saber que moría por trabajar conmigo, allí.

Lo difícil de todo esto es vivir en medio de tantas mentiras, tantas manipulaciones, tantas humillaciones.

Pero, ¿para qué reprochar ahora? Yo fui quién eligió ésta vida, nadie más.

—Hace tiempo — comenzó a hablar — Me enamoré perdidamente de una chica. Ella era la mujer de mi vida definitivamente. — embozo una sonrisa intermedia.

EncontrándomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora