9- Capítulo

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El mañana es tan incierto como el futuro. Viviendo en la paradoja más grande de mi vida: querer vivir cuando estoy muriendo. El pesimismo, siempre ha sido un buen amigo para los débiles. Idolatrando renglones totalmente distintos a lo que se está acostumbrado y aún así no pierdo la fe en que la humanidad cambie su proyección y estilo de vida. ¿En dónde dejamos los valores y el sentido de pertenencia? ¿A caso no puedes llevar un estilo de vida diferente a los otros sin discriminaciones ni prejuicios?

Las palabras son un arma de doble filo. Una vez que las dices, conscientes o no, siguen siendo el puñal con el que hieres. Te cansas y te agobias sin restricciones. Te limitas a vivir, cayendo en un abismo. Te detienes y piensas que es suficiente, y al segundo intento, vuelves a caer en lo mismo. Sigues intentado descifrar cuál es el problema. Analizas, observas y das en el blanco.

El amor hacia ti mismo, es tan importante como el amor que puedas dar.

Recuérdalo...



Habían pasado tres días desde que había tenido el primer ataque al corazón. Camila, mi papá e inclusive Helena estuvieron al tanto de mi en todo momento. Sentí siempre su apoyo y eso me tenía feliz de alguna manera. Luego de haber despertado, Jhonson me había explicado que son episodios temporales que debía pasar mientras conseguían un donador.


FlASHBACK

_ Qué bueno que has despertado. _ Dijo Drew mientras entraba a la habitación._ Pasé a ver si ya habías despertado, ¿cómo te sientes?_ Preguntó.

_ ¿Cómo crees que estoy? ¡Postrado en una cama! _ Me molestaba el hecho que preguntara cómo estaba cuando la respuesta era tan obvia. Negó con la cabeza y caminó hasta el temporizador que estaba colgando en mi brazo. Chequeó y volteó a mirarme. Tomó mi brazo para sentir mi pulso y al parecer todo marchaba bien. Su expresión era relajada y no me preocupé en lo absoluto.

_ Nunca pierdes el sentido del humor, ¿no?_ Resopló.

_ Ni estando en una cama casi muriendo...

No podía dejar que nadie me viera débil, no a mi.

_ Bien... _ Comenzó a decir. _ Hasta ahora todo marcha bien _ Miró su reloj y dirigió de nuevo la mirada al temporizador. Hay alguien que quiere verte, está muy preocupada por ti_ Creía saber de quién hablaba y aún me reservé mis comentarios._ La haré pasar._ Asentí.

Salió y descansó justo en el marco de la puerta de la habitación esperando que la chica preocupada entrara... Lo vi mover sus labios como si estuviera hablando con alguien y siguió su camino. Segundos después la vi entrar. Lucía tan hermosa aún con las notables ojeras que tenía. Se notaba que no había descansado bien estos últimos días. Su mirada estaba llena de preocupación, sonreí para que supiera que todo estaba bien y que no había que preocuparse por nada, por ahora...

Relajó su rostro y caminó hacia mi. Tomó mi mano y comenzó esa revolución dentro de mi. Besó mi frente y sonreí ante ello. Fue un lindo gesto. Ninguno decía nada, nuestras miradas hablaban por si solas. Se inclinó hacia mi depositando un suave beso en mis labios. Esta vez cargado de mucho amor. Separó sus labios de los míos y comenzó a hablar.

_ ¿Cómo te sientes?

¿En serio? ¿A caso no ven cómo estoy?

Me acomodé en la cama para mayor comodidad y respondí.

EncontrándomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora