PD: "Te Amo" (Harry Styles)

CAPÍTULO 4: La primera cita.

Bajé del bus y caminé hacia el Starbucks, entré, y lo busqué con la mirada, el levanto su brazo y agitó su mano, saludándome, yo le sonreí y me dirigí a la mesa en la que estaba sentado.

-Hola-dije tímida.

-Hola-respondió sonriendo, su sonrisa me deslumbró-¿cómo estás?

-Amm…bien ¿y tú?-pregunté mientras me acomodaba en la silla, enfrente de él.

-Bien, bien…

Era un momento incomodo, porque ninguno de los dos sabía que decir o qué hacer.

-… ¿quieres un café?-preguntó

-sí, claro.

-¿Cuál prefieres?

-frapuccino de chocolate.

-yo también, me encanta. -me sonrió, y me volvió a deslumbrar-¿me esperas un segundo para ir a buscarlos?

-está bien-respondí sonriendo.

El se levanto y fue a pedir los cafés, lo observé mientras lo hacía, era tan lindo cuando sonreía, nunca había visto tanta belleza en mi vida, era increíble lo que estaba sucediendo, en realidad estaba muy emocionada, pero lo disimulaba muy bien ya que no quería estropear la cita sacando mi lado de fanatica loca, sí, lo era, pero sabía controlar muy bien mis emociones.

El volvió con dos vasos en la mano, me alcanzó uno y le sonreí.

-Muchas gracias, ¿Cuánto te debo?

-20 dólares -mis ojos se abrieron como platos y el rió-solo bromeaba, no me debes nada… no te preocupes-Ambos reímos.

Tomé el vaso y lo llevé a mi boca, dejando caer dentro de ella aquel líquido espumoso y caliente.

-… ¿Cuántos años tienes?

-cumplí 17 hace un mes.

-Oh…entonces…Feliz cumpleaños atrasado! 

Reí-gracias.

-…Eres muy tranquila.

-eso es lo que tú crees....-insinué.

El rió dejando ver aquellos dientes blancos y perfectos.

-y… ¿toda tu vida viviste aquí?-preguntó mientras bebía del vaso.

-oh no…mi familia se vino a vivir aquí hace 8 años… Nací en ___(tu país), pero fuimos recorriendo algunos países y decidimos quedarnos aquí, al principio fue extraño porque no estábamos acostumbrados a escuchar a la gente hablando inglés, pero luego nos fuimos adaptando y bueno…eso-reí.

-genial-dijo mirando mis labios, lo noté y él se percató de aquello así que desvió su mirada hacia mis ojos, lo cual me puso nerviosa, yo no solía mirar a las personas a los ojos porque siempre me ruborizaba, pero no pude evitar hacerlo y mis mejillas tomaron un tono rosáceo.

-Estás ruborizada-dijo Harry poniendo cara de tierno-que lindo.

-eh…amm…-balbucee avergonzada. No tenía idea de cómo salir de esa situación así que solo tome mi vaso y eché lo que quedaba de su contenido en mi boca. 

-eres muy linda ¿sabés?

-Gracias-Sentí mis mejillas arder, estaba totalmente ruborizada. Harry lo notó y me sonrió. Cambió de tema al notar mi nerviosismo y nos quedamos charlando un buen rato.

-¿Te gustaría que vayamos a caminar un rato? Así seguimos charlando-largo él

-Amm…si…está bien.

Nos levantamos y salimos del Starbucks, caminamos un par de cuadras tranquilos pero luego llegaron unos paparazzis y los flashes aparecieron por doquier, el me tomó de la mano y empezamos a correr, corrimos varios metros y nos metimos en un restaurante. Ambos agitados empezamos a reír, algunas personas que estaban allí nos miraban sin entender que pasaba, y había chicas que tenían los ojos muy abiertos y lucían emocionadas.

-Perdón por eso-rió.

-no te preocupes -contesté aún agitada-fue divertido, nunca me había pasado algo así-reí.

-y… ¿ahora qué hacemos?-preguntó Harry riendo.

-Amm… ¿disfrazarnos para que los paparazzis no nos reconozcan?-bromeé.

-Buena idea…

Reí- ¿de veras?

-Sí, es una gran idea...pero…no tenemos disfraces.

-Creo que lo mejor sería salir de aquí, la gente nos mira raro-ambos nos miramos, nuestras miradas conectaron nuestras almas y sentí un cosquilleo en el estomago que se me hacía conocido, pero no quería admitirlo, no iba a aceptarlo.

-es cierto, salgamos de aquí.

Ambos salimos del restaurante.

-Gracias-le dije a Harry.

-¿Por qué?

-Por hacerme reír, hacía mucho tiempo que no me divertía de esa forma-confesé.

Harry sonrió, me miro a los ojos, provocando que me sonrojara otra vez, yo mordí mi labio inferior y desvié mi mirada al suelo pero rápidamente la levanté de nuevo, sus ojos estaba fijos en mis labios, lentamente acercó su rostro al mío, nuestras narices se rozaron durante unos segundos y luego nuestros labios se juntaron en un lento y cálido beso, provocando en mi una mezcla de sensaciones que me hacían sentir plena.