PD: "Te Amo" (Harry Styles)

CAPÍTULO 33: Una semana (parte 2/2)

Miércoles, cada minuto que pasaba me angustiaba más, no quería irme, Dios, cuanto deseaba quedarme allí, pero no podía. Mis ojos estaban rojos y no se cansaban de llorar, el solo hecho de pensar que me iría y dejaría a Harry me hacía agonizar. Sufría en secreto pero debió haber un momento en el que los signos de mi pesar empezaron a notarse.

-___(tn)…te he notado algo…extraña estos días…-dijo Zayn.

Yo solo lo mire con fingida expresión de no saber a qué se refería.

-Vamos… ¿Qué sucede?

-no puedo decirte Zayn…-mi voz se empezaba a entrecortar.

Abrió los ojos.

-¿tu ex novio volvió a amenazarte?

-no, no.

-entonces… ¿qué es? Tienes los ojos rojísimos, parece que estuviste llorando ___(tn) además no has probado un bocado en estos días. Harry me comento sobre esto y está muy preocupado.

-¿ya lo sabe?...-pregunte asustada.

-¿Qué cosa?

-Ah…no, nada.

-___(tn) no me gusta para nada verte así.

-no puedo contarte Zayn, porque se lo dirás a Harry.

-¿de qué hablas?

-¿quieres que te cuente lo que pasa?

-Claro que sí.

-pero JURAME que no se lo dirás.

Suspiró-está bien, lo juro.

-estoy embarazada…

Zayn abrió los ojos como platos y se quedo con la boca semi-abierta.

-¿Qué?

-eso.

-… ¿no se lo vas a decir a Harry?

-no puedo.

Exhalo pensativo- bueno… no sé qué decir. ¿Qué harás cuando ya se te note?

-no se notara.

-¿Qué quieres decir?

-…Me iré Zayn-dije llorando.

-¿Qué? ___(tn)! Vas a destrozar a Harry!

-Ya lo sé Zayn! Pero es lo mejor… para él…y para el bebe-dije mientras las lagrimas corrían rápidamente por mis mejillas 

-Tranquila-dijo mientras me abrazaba.

Mi angustia no desaparecía al igual que mi llanto, no podía dejar de llorar aunque lo intentara.

-no te angusties, no te hace bien a ti ni al niño-dijo separándose de mí.

Tome aire mientras intentaba calmarme, pero era imposible.

-no le digas…por favor…

Él me miro dudoso-…Esta bien.

-Zayn…por favor, no lo hagas.

-Está bien, no lo hare.

Me fui al baño a lavar mi rostro para disimular un poco.

Cuando salí de él, me tope con Harry.

-¿estás bien?-me pregunto triste.

Sin contestar, me abalance sobre él y me apreté contra su pecho. No, no estaba bien, pero mientras lo abrazaba todos los problemas desaparecían.

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Jueves y viernes, mi agonía crecía y crecía, el dolor se hacía cada vez más grande e insoportable. Harry no se separaba de mí ni un segundo y yo no quería que lo hiciera. 

Él inició del sábado lo empecé con lagrimas en los ojos, la semana había pasado rápidamente, esa noche los chicos tendrían el último concierto, esa noche desaparecería por completo. Cada minuto que pasaba me acortaba las ganas de vivir.

A la hora del almuerzo comí muy poco, mi apetito desaparecía, eso no era bueno, y lo que comía lo terminaba devolviendo debido a los nervios y angustia. Mi corazón se estrujaba de solo pensar que a partir de esa noche desaparecería de la vida de Harry y ya no lo vería, quizás nunca más.

La tarde la pasé abrazada a él, la hora se acercaba, ya eran las 6:24, ellos se irían a las 7, y yo a las 8, ya tenía mi pasaje, lo había sacado por la madrugada mientras todos dormían.

Él momento llegó, no lo solté, no quería dejarlo ir, porque sabía que apenas cruzara esa puerta, prepararía mi bolso y me iría. 

Eleanor iba con ellos, me insistieron para que vaya, pero no acepte.

-no quiero que te quedes sola-me dijo Harry tomando mi cintura.

-estaré bien-mentí. Mis ojos comenzaban a cristalizarse. Él me miro dudoso.

-¿segura?

-Sí.

-mmm…-suspiró. Se acercó y me dio un cálido beso en los labios.

-no quiero que te vayas-deje escapar de mi boca, una lagrima quería caer.

-Sabes que volveré cielo.

Volvió a acercarse a mí y me dio un largo beso, el mejor y el más triste de todos, él último beso.

Se fueron, y la puerta se cerró. Me quede sola, ya no pude contenerme y las lagrimas salieron alborotadas de mis ojos, después de unos minutos me fui a mi habitación, guarde en mi bolso mi ropa y mis cosas, tome una hoja y una pluma y escribí en ella mientras algunas gotas de agua salada llenas de tristeza terminaban como manchas sobre aquel blanco papel, la deje sobre la cama, salí de mi habitación, y apague las luces. Abrí la puerta, mire el interior de ella y apague la última luz antes de salir del apartamento.