CAPÍTULO 26: La entrega.

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El día tan esperado había llegado, esa mañana desperté muy temprano y lo vi descansando a mi lado, me acerqué y me acucurre en él, escondiéndome en su pecho, podía escuchar la hermosa melodía que producía su corazoncito al latir, volví a cerrar los ojos y me hundí en un profundo sueño.

La tarde ya había pasado y las horas y minutos corrían apresurados, los chicos ya habían salido y más tarde irían una disco y no volverían hasta la madrugada, Harry me había dicho que me llevaría a cenar así que me vestí, deslice suavemente aquel vestido carmesí sobre mi cuerpo, me calce con unos zapatos negros de tacón, recogí mi cabello en un sencillo pero elegante peinado, delinee un poco mis ojos y puse brillo en mis labios, esparcí algo de perfume en mi cuello y en mis muñecas, ya estaba lista.

Salí de la habitación, Harry estaba vestido con un traje negro, al verme abrió casi automáticamente la boca, lo que provoco que yo me sonrojara.

-Estas preciosa-balbuceo mientras se acercaba a mí lentamente.

-Gracias…tú también te ves muy bien-respondí algo tímida, mire al suelo y luego lleve mi mirada hacia aquellos hermosos ojos verdes, que no apartaban su mirada de mí.

Me sonrió y tomo mi mano, salimos del apartamento y luego salimos del hotel, el me abrió la puerta de su auto y me invito a entrar, me acomode en el asiento y la puerta se cerro, al instante se abrió la otra y entro él, cerró la puerta, puso sus manos en el volante y se volteo a verme de pies a cabeza.

-No puedo creer lo hermosa que eres…

Yo reí, él me miro enternecido y arrancó el auto.

Esa noche Harry me llevo a una especie de restaurante, digo especie porque lo cierto es que no había nada más que una mesa en medio de aquel lugar, decorada con pétalos de rosa y velas, en ella había dos platos de fina porcelana, cubiertos platinados sobre ellos, dos copas brillantes de cristal y una botella de vino de la más fina calidad en un recipiente metálico con hielo, él se me adelanto y movió la silla para que yo me sentara en señal de galanía, me senté en ella y le di las gracias sonriendo, el se sentó en la otra silla quedándose frente a mí, ambos nos quedamos mirando al otro con dulzura.

Un joven mozo se nos acercó y nos entrego dos menús. 

-¿no debería haber más gente aquí?-pregunte, confundida.

-Así es, pero yo pague para que esta noche estuviéramos solo nosotros dos…

Le sonreí y espié el menú, ambos elegimos un plato de spaghettis con salsa, el mozo se llevo nuestros platos y a los 10 minutos volvió con la comida en ellos.

-Esto esta delicioso-opiné.

El asintió con la cabeza.

-¿la estas pasando bien?

-Sí, me encanta, es decir, todo está tranquilo, solos tú y yo, todo es perfecto.

-Me alegro de que te guste.

-¿bromeas? ¿Cómo podría no gustarme esto? Nunca nadie me había hecho sentir tan especial.

-Eres especial y única, por eso te elegí, soy la persona más suertuda del mundo por haberte encontrado… te amo ___(tn)

-yo también te amo, más de lo que pudieras llegar a imaginar-el sonrió emocionado al oír eso.

Después de un rato terminamos de comer, tome la copa y bebí algo de aquel caro vino. Luego de una hora de charla nos levantamos y salimos del restaurante. A la mitad del camino de vuelta a casa, me di cuenta de que no estábamos yendo a nuestro hotel, el había cambiado de rumbo, después de recorrer un par de cuadras, nos estacionamos frente a una linda casa.

-Harry… ¿en dónde estamos?-pregunte algo nerviosa.

-Alquile esta casa hace un par de días y la prepare para esta noche, quiero que sea algo especial para ti-Nos observamos un par de segundos y bajamos del auto.

El saco una llave de su blazer negro y la introdujo en la cerradura, abrió la puerta y me invitó a pasar, la puerta se cerró detrás de mí. Vi un camino de pétalos de rosa que llegaba hasta una de las habitaciones, Harry me abrazo por detrás y beso mi cuello, mis ojos se cerraron instantáneamente y luego de unos segundos me di vuelta, haciendo que mis labios se juntaran con los suyos, en ese momento sentí millones de sensaciones, pero el deseo era el más fuerte, quite mis zapatos disimuladamente mientras nuestros labios se movían al compás de nuestro gusto, lentamente me guió hasta la recamara sin apartar nuestro labios ni un segundo, poco a poco las prendas fueron desapareciendo, me recosté suavemente sobre la cama y el depositó un dulce beso en cada parte de mi cuerpo, en un momento me separe de él y lo vi a los ojos, el hizo lo mismo.

-¿Estás segura?-me preguntó.

Yo asentí con la cabeza, luego de unos segundos mis ojos se cristalizaron y una lagrima escapó.

-¿te lastime?-pregunto preocupado.

-No-respondí con la voz algo cortada, y nuestros cuerpos volvieron a unirse, formando uno solo.

Esa noche le entregué todo lo que tenía y lo que me quedaba, no lo vi como algo morboso, sino más bien como una entrega de amor, como una clase de devolución por todo aquello que él había hecho por mí, no sabía si eso alcanzaba, pero ya no tenía nada más, yo le había entregado mi amor, mi confianza, mi alma y ahora mi cuerpo. Ya no me quedaba nada más, lo único que sabía era que esa entrega había valido la pena, porque él me amaba, al igual que yo a él.

PD: "Te Amo" (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora