Capítulo II

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Nadia regreso con sus pertenencias pensando en como a ese hombre se le había ocurrido desconfiar de ella, de ella que había vivido en una mansión llena de lujos, viajado por el mundo, no huiría por una lámpara. Así iba refunfuñando de regreso cuando vio que Sebastían ya estaba jugando fútbol con los tres chicos. Su hijo era tan sociable, siempre hacia amigos. Definitivamente ese era un rasgo que había heredado de su padre.
Se acercó al director que se refugiaba bajo la sombra de una arboleda.
-Señor aquí tiene mi información -tendiéndole una pequeña pero lujosa tarjeta con sus datos personales.
-Choi Nadia... Uummm pensó por un momento tendría algo que ver con el magnate Choi Siwon, después de todo el apellido Choi es muy común.- muy bien señora.
-Pe-pero de verdad ¿no tiene un trabajo para mi? -pidió una vez mas.
El director de fotografía estaba apunto de decir algo cuando una voz a su espalda lo detuvo.
-Yo le doy trabajo -Taehyung se acerco a ellos levantando la mano como cuando un niño quiere responder la pregunta de un profesor.
-¿de verdad? -pregunto esperanzada. Pero... ¿que trabajo podría ofrecerle un niño como él? No importaba necesitaba un trabajo y si él podía dárselo...
-Seguro -contestó serio Taehyung pero su mánager lo tomo por el brazo y lo aparto un poco.
-Taehyung ah primero debes consultarlo con el director Nam.
-Esta bien. La llevare con él. -Tae se acerco de nuevo a ella -¿podrías darme una tarjeta de esas? Te llamare en cuando hable con mi jefe. Pero estoy seguro que dirá que si- Tae le hizo un guiño.
-Claro. Por supuesto aquí tienes.- contesto entusiasmada. Entonces, debo irme y dejarlos trabajar.
-Por favor- contesto gruñonamente el director de fotografía.
-¿un abrazo de despedida? -preguntó Taehyung abriendo los brazos de par en par.
Nadia fruncio el entrecejo por un segundo pensando que eso era raro en un coreano. Pero si el le daría trabajo que mas da.
Nadia respondió a su abrazo. Y el olor de su loción le lleno los sentido todo ese niño olía delicioso. Pensó apartándose inmediatamente.
Nerviosa bajo la vista y fue a buscar a Sebastían.
-Tenemos que irnos amor.
-un rato mas mamá- rogó el niño
-lo siento, pero ellos tienen trabajo que hacer.
El chico alto de cabello negro le dio el balón en las manos y se despidió de Sebastían, el niño hizo lo mismo.
-Adiós amigos -dijo sacudiendo su manita al aire.
-es tan lindo -dijo Taehyung a su compañero de cabello negro.
-si lo es- contesto éste.
-Hasta pronto noona -dijo Taehyung agitando la mano con entusiasmo y sonriendo con ternura.
-Dios ese niño es muy extraño -dijo despacio pero aun así Sebastían pudo escucharla.
-¿cual niño mamá?
-¡Oh! No ninguno amor mío.

Debía enseñar a su hijo las normas jerárquicas coreanas, ella había sido bastante liberal al educarlo bajo las inexistentes reglas occidentales pero en Corea no era igual. Sebastían llamo "amigos" a esos jóvenes cuando debió llamarlos "hyungs"

-Mami no quiero ir a la escuela- decía adormilado Sebastían una mañana. Él pobre tenía que despertar mas temprano debido a que esta nueva casa quedaba mas lejos de su escuela.
-lo siento mi amor sera solo un tiempo lo juro.
-esta bien mami- respondió el niño dándole un beso en la mejilla.

En se momento el chofer de Siwon le informaba que el niño seguía yendo al mismo colegio y lo esperaba a las afueras.
Y en efecto vio como Nadia y Sebastían llegaban a pie al colegio tomados de las manos, riendo felices. Tuvo que morderse el puño para no llorar. Los extrañaba demasiado. Su primer impulso fue ir hasta el niño cargarlo y abrazarlo fuerte pero seguramente se haría una escena y no quería que Sebastían llorara antes de entrar a la escuela.
Cuando Nadia dejó al pequeño Siwon dio una orden a su chofer.
-Siguela...

Nadia iba de un lado a otro, entro en varias oficinas y locales, hasta que recibió una llamada.

-¿Kim Taehyung?... -Aaah si el del grupo de idols- ¡Hola! - contesto sonriente la llamada.- ¿Ahora mismo? Claro por supuesto voy inmediatamente para allá?

****
-Pero recuerda Tae tu pagaras su sueldo.- le recordó una vez mas el PD Nam antes de salir de su oficina.
*****
Gracias a Dios no estaba muy lejos del lugar. Solo debía tomar un autobús que la dejaría a unos pasos.

Encontró el edificio rápidamente tenia unas letras enormes al frente que decían "Big hit" al entrar se anunció con la recepcionista y esta a su vez hizo una llamada.
-Puede subir- dijo la mujer señalando el ascensor.
-muchas gracias.- contesto Nadia y se encamino.
Al abrirse las puertas del ascensor allí estaba ese muchacho de cabellos lacios de color café vestido con pantalones holgados de color negro y una camisa blanca. Su sonrisa radiante iluminó todo el pasillo.
-¡Hola noona! -saludo Tae abriendo los brazos para recibirla. Ella recibió su abrazo no acercándose tanto a él que olía maravilloso.
-Hola Taehyung -hizo una sonrisa de conejo por que ese niño la ponía nerviosa.
-Ven. -hizo un ademán para que lo siguiera- seras mi segundo asistente- dijo regresando a verla y haciendo el numero dos con los dedos.- ayudarás a mi hyung cuando sea necesario, pero tu tranquila- colocó una mano sobre su hombro- tendrás un horario flexible para que puedas estar con Sebastían.
El chico le sonreía. No podía creer lo que le estaba diciendo.
-¿De verdad? No juegue conmigo
-no lo hago. Es de verdad. Ahora ve con mi hyung y el te dirá lo que debes hacer.
-muy bien gracias.

El asistente de Taehyung la llevo a su cubículo, allí tenían que organizar la agenda de Tae y prepara con anticipación lo que necesitaría, así como sus comidas y el transporte.
"¡Vaya! Él niño si que está ocupado"- pensó cuando terminaron de organizar el itinerario de solo el día siguiente.

-Creo que ya es de que te vayas -le dijo él asistente después de terminar.
-¡Oh! Pero... Aún hay trabajo que hacer...
-¡ah! No te preocupes por eso. Tae dijo que te podías ir a esta hora siempre.
-pe-pero
-anda vete a casa
-Esta bien. Hasta mañana.

Tendría que correr para ir por Sebastían, no importaba ahora tenia trabajo y podía pagar el tiempo extra que él niño estuviera en guardería pero el simple hecho de tenerlo esperando le martillaba el corazón.

Nadia nunca se dio cuenta del auto que la siguió hasta la escuela de su hijo y luego los perdió al entrar al subterráneo.

Nadia nunca se dio cuenta del auto que la siguió hasta la escuela de su hijo y luego los perdió al entrar al subterráneo

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Menor que yo++Terminada++Donde viven las historias. Descúbrelo ahora