Menor que yo++Terminada++

Capítulo XXXI

-¡Maldita sea! ¡No contesta el celular!- Siwon arroja su móvil contra la pared despedazándolo, desesperado por que es la quinceava vez que digita el número de Nadia y esta no atiende.- ¡Maldición! ¡Maldición!

No podía concentrase en nada mas, tomo su saco del perchero y salio hecho furia de su oficina.
-Señor los representantes de la marca lo están esperando- su secretaria una mujer coreana bellísima se levanto de su escritorio en cuanto lo vio salir, señalando a lo hombres que esperaban fuera de su oficina.
-Hoy no- fue todo lo que dijo, Donghae al verlo salir de ese modo trato de detenerlo- hasta cargo Donghae- le dijo ignorando lo que le hubiese querido decir- me voy a casa.

Donghae se acercó a la secretaria.
-¿Que sucede?- le pregunto pero la mujer solo atino a levantar los hombros- Por favor señores yo los atendere, disculpen el improvisto, por favor por aquí- les decía amablemente en su idioma a los hombres provenientes de china.

Nadia, no le contó a Tae como la había lastimado Siwon el día de la fiesta, pero sabia que no podía engañarlo y lo intuyó todo.
-Dejalo... Dejalo de nuevo, yo te ayudare en todo lo que pueda.
-No puedo hacer eso de nuevo Taehyung, él me encontraría de nuevo y si lo hace esta vez si me quitaría a mi hijo para siempre y yo no puedo vivir sin Sebastían, sólo esperó que se canse de la situación, se busque a otra mujer y termine dejándonos en paz- Nadia bajaba las escaleras.
-¿Que fue lo que dijiste?- pregunto Tae deteniéndolo antes de que llegara al último escalón.
-¿Que ojala se busque a otra mujer?
-¡Si eso! Si lo mando vigilar y descubrimos que tiene una amante entonces tendrás las pruebas que necesitas.
-Si... Pero él es muy inteligente y siempre tiene a un séquito de hombres que le cubren la espalda.
Taehyung la tomo por la cintura y recargo su cuerpo contra el de ella.
-Tenemos que intentarlo, extraño mucho a mi "amigo" también y no puedo acercarme a él- Tae tomo una de las manos de Nadia y beso la punta de cada uno de sus dedos sin dejar de mirarla para después besarla.

Nadia se aferro a sus labios sin embargo tenia que irse, era muy tarde ya y Sebastían la esperaba, todavía tenia que ir a la casa para dejar las cosas que le compró. Empujó a Tae con suavidad.
-Lo- lo siento mi amor tengo que irme, es muy tarde- Nadia miro de mueva cuenta su reloj- lo siento.
Taehyung y ella subieron al auto y Tae la dejo cerca de una entrada al subterráneo.
-¿Cuando voy a verte otra vez?- le dijo sujetando su brazo evitándole salir.
-No lo se Tae, sospechó que puso gente a seguirme.
-¿Por que piensas eso?
-El sabia que estuve contigo en el patio de fumadores el día de la fiesta por eso se puso furioso. Por favor no se te ocurra llamarme otra vez, sino quieres meterme en problemas a mi o Sebastían.
-No. No puedo hacer eso, no después de lo de hoy.
-Tae por favor no lo hagas mas difícil para mi.
- No solo es difícil para ti, lo es también para mi, me pase toda la gira pensando en ti y creyendo que eras feliz y que Sebastían y tu por fin estaban bien y que tu... Te habías olvidado de mi.
Nadia regreso a mirarlo, se escuchaba tan desesperado y dolido.
-Perdoname por favor. Debo irme ya, en cuanto pueda me comunicare contigo.

Nadia salio de la camioneta y a toda prisa saco las bolsas con las compras ante la mirada de reproche que le dirigía Tae.
-Te amo Nadia- le dijo antes de que ella cerrara la puerta trasera, pero justo cuando se acercaba a la puerta de adelante Tae arranco el auto.
Nadia no pudo decirle lo que él significaba en su vida.

Pero ahora debía regresar a su realidad, debía hacer frente a Siwon y las mas de veinte llamadas perdidas que tenia en el teléfono.

Llego apresurada a su casa, la ahjumma la recibió en la puerta, su cara era seria cuando le recibió un par de bolsos para ayudarle, cuando entro en la sala se dio cuenta por que, Siwon estaba sentado en el enorme sillón y su cara era una mascara de enojo.
-¿Donde estabas? -le dijo con severidad sin levantarse de su asiento.
-En el centro, te lo dije cuando llamaste- respondió acercándose a él.
Siwon se levanto de inmediato y libro el espacio que los separaba tomándola por el codo la arrastró hasta su estudio, tirando el resto de sus compras al suelo, la empujo para que entrara.
-¿Con quien estabas?- le dijo sin soltarla.
-Con nadie Siwon, me estas lastimando- Nadia forcejeaba para librarse de su agarre que era como una pinza de metal.
-Y, ¿por eso no contestabas mis llamadas?- le dijo sujetándole los dos brazos para que lo mirara.
-Siwon, tenia las manos ocupadas, no podía sacar el móvil del bolso, por favor Siwon deja ya el interrogatorio, tengo que ir por Sebastían.
-Ya han ido por él- contestó.
-¿quien? ¿por que no me esperaron? Yo quiero ir por él.
Nadia hizo el intento de salir pero Siwon la sujeto con mas fuerza azotadola contra el sofá.
-¿Quien te llamo mientras estabas en el centro?- le imputó sacando el móvil que su agente le había dado con el vídeo– ¿Por quien sonreias de esa estúpida manera?– grito desesperado.
–¡Por nadie!– respondió levantándose del sofá.
–Ya basta Nadia deja de mentir. Entregame el móvil.
Nadia no podía hacer eso, era el colmo.
–¿Sabes qué? Estoy harta de esto. Voy a esperar a mi hijo– dijo tratando de dar fin a la discusión y haciendo el intento de salir del estudio pero Siwon la sujeto de nuevo por el brazo con fuerza– ¡Sueltame!– le pidió tratando se safarse.
–Aun no he terminado –le dijo sin soltarla y de manera amenazante volvió a pedirle el móvil –Ten en claro esto Nadia, si descubro que estas de amante de ese mocoso, te juro que no volverás a ver a Sebastían– al decir esto la soltó dándole un empujón.
–Y, yo te prometo otra cosa más- respondió sin amedrentarse- nunca más volveras a tocarme, nunca mas mientras viva en esta casa volverás a ponerme una mano encima por que me defenderé con uñas y dientes, ¿Comprendes?

Nadia, salió del estudio con todo el cuerpo temblandole por la ira y la rabia contenida, las lágrimas de furia pura comenzaron a salir de sus ojos nublandole la visión mientras se dirigía a la habitación de su hijo.
Se quitó la ropa, y se metió a la ducha, cerro los ojos al sentir el agua de la regadera sobre su cabeza, y de nueva cuenta el recuerdo de Tae la hizo revivir sensaciones en su cuerpo.
¿Cuanto tiempo más podría vivir de esa manera?
Si sospechaba que Siwon la mandaba seguir ahora estaba segura, no podía arriesgarse a verlo de nuevo, no podía.

Un par de horas después Sebastían llegó a casa y fue llevado ante su padre. Nadia sufría lo indecible cada que eso pasaba, temía que se lo llevara, y ella no podría hacer nada contra el poder de Choi Siwon.
Espero impaciente ante la puerta del estudio hasta que el niño salio feliz de allí corriendo a sus brazos.
–¡Mami! -gritó el chiquillo abrazándola.

Eso era todo lo que necesitaba, podría suprimir todas sus necesidades físicas y afectivas de mujer solo por tenerlo a él para siempre.