Capítulo IV

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-¿Quien es Taehyung?
El hombre impecablemente vestido, de tez morena clara, labios delgados y bien delineados, de metro ochenta de estatura y cuyos ojos eran idénticos a los de su hijo, la miraba con seriedad colocando una mano en la puerta para evitar que Nadia volviera a cerrarla.
-¿Quien es mami? -Sebastían se acerco sorprendido por la conmoción.- ¡PAAAAPIIII! -corrió hasta él hombre dando un brinco como siempre solía hacer para que su padre lo cargará.

Siwon abrazo al pequeño colocando su enorme mano sobre la espalda del niño quien acomodo la cabeza entre su hombro y su cuello.
-Papi, ¿donde estabas?.
Siwon se aferro al niño, quien ante su inocente pregunta quedo desarmado. Las lágrimas aparecieron en su rostro.

Nadia no pudo mas y también lloró tratando de ocultar el rostro para que su hijo no la viera.
Siwon llevo al niño a la pequeña habitación donde dormía dejándolo en el suelo y arrodillándose para quedar a su altura.
-¿Te has portado bien? ¿has cuidado a mami?
-¡Si papi! -dijo el niño con felicidad -¡soy fuerte! ¿quieres ver mis músculos? -Sebastían subió el brazo como hacen los hombres para mostrar sus bíceps. Siwon río fuerte ante eso.
-¡Wooow! Ya eres mas fuerte que yo.- contestó su padre luego de asegurarse de tocar su fuerte músculo.-¡Dios mío! Cuanto te he extrañado.
Siwon volvió a abrazar a su hijo aspirando su aroma. Cuando se apartó, Sebastían bostezo.
-¡Oh! ¿tienes sueño ya?
-N-no papá -contestó Sebastían restregandose los ojos con las manos.
-Bien hombrecito te llevare a la cama para que descanses.
-Pero no estoy cansado papá.- Siwon se acostó al lado del niño.- ¿Papá no te vayas? Quedate conmigo.
-Aquí estaré cuando despiertes -al decir esto Siwon miró a Nadia quien miraba la escena desde la puerta de la habitación.

Nadia dio media vuelta y se refugio en la cocina que era nada mas que un estrecho pasillo donde apenas cabían dos personas. Puso a funcionar la cafetera, de sobra sabia que era la bebida preferida de Siwon y de ella misma.

Al poco rato Siwon apareció, se había quitado el finísimo saco color gris, quedándose solo con el chaleco y las mangas de la camisa arremangadas.
-No tardó en quedarse dormido.- le dijo en un tono de lo mas natural como si todavía fueran una familia.

"¡Demonios!" pensó, ese hombre ejercía en ella un poder mas allá de lo imaginable. Su simple presencia, su aroma. Todo él desbordaba masculinidad, poderío, confianza en si mismo. Simplemente se le dificultaba respirar en ese reducido espacio de la cocina, él estaba recargado contra la encimera y todo estaba inundado de él.
-Te extraño Nadia. Los extraño a ambos.- tenia las manos en los bolsillos y los pies cruzados mientras la miraba con la cabeza de ladeada. Nadia vio sinceridad en sus ojos... Pero cuantas veces el había parecido sincero y la había engañado.
Al no obtener una respuesta Siwon se acerco a ella.
Nadia temblaba. "No. Por favor. No"- pensaba mientras miraba como Siwon extendía su mano para quitarle el cabello que ocultaba su rostro de la mirada de él.
-Regresa a casa por favor -le rogó, disminuyendo el espacio que había entre ellos, colocándose enfrente. Coloco una mano en su barbilla para levantar sus rostro y obligarla a mirarlo.
Su mano le quemaba y  el corazón le latía desaforado al observar como Siwon bajaba la cabeza y la inclinaba para besarla.
-¡No! -reunió toda la fuerza que fue capaz y se aparto de él, saliendo del estrecho espacio de la cocina.
-¿No? -repitió él sorprendido ante el rechazo. Nadia nunca lo había rechazado antes fue a seguirla.- ¡Nadia te amo! ¡te extraño! ¡te deseo! ¿no te das cuenta? ¿Es que eres tan egoísta?
Extraño mucho a mi hijo, a ti.

Siwon volvió acercarse a ella y esta vez la abrazó con fuerza. Restregó la mejilla en su cabello y beso su cabeza.
-Nadia, Nadia, Nadia -Susurro contra su mejilla -Nadia por favor- rogó y sus labios atraparon los de ella, suaves, cálidos, dulces tal como los recordaba. Esta vez ella no protestó.

Nadia era incapaz de moverse, él tenia ese poder sobre ella, en cuanto se acercaba, en cuanto la besaba, todo en el mundo se convertía en él, solo era consciente del sonido de su respiración, de sus manos que ahora bajaban por sus hombros y de sus labios besando cada parte que el iba descubriendo. Pensó en protestar, en alejarse, pedirle que se detuviera pero no pudo hacerlo cuando sus labios besaban con gentileza su rosado pezón. Suspiro. Lleno de aire sus pulmones de nuevo y se aferro a los hombros de Siwon cuando este introdujo una mano en su ropa interior.
-Abrazame Nadia, te necesitó -murmuro ronco en su oído.
Ella hizo lo que le pidió, lo abrazo por la cintura mas que nada aferrándose a él disfrutando de lo que la caricia a su intimidad provocaba.
-¿Te gusta? -pregunto él mientras ella arqueaba el cuerpo en respuesta estremeciéndose de placer. Un gemido escapó de su boca en respuesta.
Siwon la tomo en brazos y la llevo a la cama dejándola allí mientras él se desvestía.
Verlo hacer eso también la excitaba. Siwon tenia un cuerpo fuerte y muy marcado le encantaban las venas en la parte baja de su abdomen y su miembro duro y firme totalmente listo para entrar en ella.
Siwon se tendió a su lado y volvió a besarla con dulzura que poco a poco se convirtió en lujuria mientras sus manos subían y bajan por su cuerpo. Por su parte Nadia hizo lo mismo acaricio su fuerte pecho, su esculpido abdomen y rozó con la punta de los dedos el miembro viril, pasando las manos hacia sus glúteos empujándolos contra ella.
Para Siwon esa era una petición. Se acomodo entre sus piernas levantándole un poco las caderas para entrar en ella, al hacerlo un gemido gutural salio de su garganta y un "Te amo" ronco se dejo escuchar.

Siwon le hizo el amor de varias maneras hasta terminar bañados por una fina capa de sudor. Siwon nunca dejó de murmurar que la amaba, que la había extrañado mucho, que lo perdonara. Siwon durmió abrazado a ella.

 Siwon durmió abrazado a ella

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Menor que yo++Terminada++Donde viven las historias. Descúbrelo ahora