Menor que yo++Terminada++

Capítulo VIII

Despertó de madrugada por que sintió nauseas, odia beber por que no toleraba demasiado el alcohol e inmediatamente la adormecida, esta vez se termino la botella de vino que había comprado hace mas de un mes cuando dejo la casa de Siwon.

-¡Demonios! -dijo en voz alta cuando las harcadas de asco le atacaron el estomago y corrió hasta el baño -Eres una estúpida Nadia - se regaño cuando hubo terminado de devolver el estomago, se cepillo los dientes de nuevo. Al salir paso por el cuarto de Sebastían. Dormía plácidamente abrazado a su dinosaurio de felpa. Le inspiraba tanto amor que se le desbordaba el alma, se acerco a darle un beso en la frente.

-Te amo mi precioso príncipe -susurro a su oído y salió de la habitación.

Un sonido llamo su atención de inmediato, venia de la sala, la casa era de una sola planta, dos recamaras y un baño completo así que advertir la respiración de otra persona no era difícil. Tendido en el pequeño sofá estaba Taehyung. Estirado tan largo como era, sus piernas colgaban del reposabrazos. Era... se veía tan... tan lindo, no sabia si esa era la palabra adecuada, pero si, se veía lindo y tierno, "¿Que diablos?" se abofeteo suavemente ella misma, la soledad le estaba afectado o ¿que?. Fue por una manta, por la madrugada casi siempre se sentía mas frío, la tendió sobre él. Debía estar terriblemente incomodo, pero... ¿Cómo fue que él? ¿Cuándo había sido que él? se preguntó por que no recordaba que V hubiese llegado, pero allí estaba. No pudo dejar de mirarlo. Fue hasta que el movió una de sus piernas que corrió despavorida hacia su habitación.

Por la mañana Sebastían corría de un lado a otro de la pequeña casa ya listo para ir al colegio, Nadia vestía un vestido rojo, de falda amplia y cuello redondo. Se servía café y fue hasta Sebastían para que se estuviera quieto un rato.
-Despertaras a tu amigo mi amor- le dijo llevándose el dedo índice a los labios en señal de silencio.
Taehyung por su parte comenzó a estirarse en el sofá.
-Estoy despierto.
Sebastían se soltó del abrazo de su madre y corrió hacia él.
-¡Vamos a jugar! ¿quieres jugar conmigo Taetae? -el pequeño sujetaba su mano mientras el se levantaba del sillón.
-Cariño deja que Taehyung se lave.
-Pero él no quiere hacer eso... -contestó Sebastían por él.
-Creo que debemos obedecer a mamá -contestó V sujetando al niño de la mano dirigiéndose al baño.
Después de un rato, Taehyung y Sebastían estaban sentados en el piso jugando con dinosaurios y robots. Tocaron a la puerta y cuando Nadia abrió la cara del mánager de Tae se asomo por la puerta.
-Hola Nadia... -la saludo y entregándole una bolsa plástica que contenía comida preguntó- ¿Taehyung?
-Esta allí- Nadia lo dejo pasar y sacó los trastecitos con el desayuno de V.

Vio entrar a su mánager pero era mas divertido seguir jugando con Sebastían.
-Te esperare afuera Taehyung. No tardes.- le dijo antes de salir.
Después miro a Nadia esa mujer tenía el poder de atrapar los rayos del sol en su piel dorada. Tuvo la intención de rozar su hombro con la punta de sus dedos, de hecho se levantó del piso y se vio yendo hasta ella pero otro toquido en la puerta lo hizo detenerse.
-¡Oh! -dijo Nadia con sorpresa al encontrarse a Taehyung muy cerca de ella -¿Sera tu hyung otra vez? -pregunto mirándolo sin sospechar sus intenciones.
-No creo- dijo inocente y regreso al lado de Sebastían.

Era ni mas ni menos que el secretario personal de Choi Siwon. Claro no esperaba confiarle su hijo a cualquier persona.
-Señora Choi buen día- el hombre hizo una reverencia de noventa grados ante ella, lo cual seguía avergonzandola.- vengo por el pequeño Sebastían -dijo sonriendo.
-Claro- contesto abriendo la puerta de par en par -Sebastían ya tienes que irte- llamó al niño que seguía jugando con Tae.
-Vamos -dijo Taehyung y ayudó a Sebastían a incorporarse.
-¿vendrás mas tarde a jugar conmigo?- pregunto con tristeza a Taehyung.
-No lo se amigo. Haré lo posible.- contesto tocándole la mejilla.

El secretario personal de Siwon tomo al niño de la mano, dirigiendo una mirada de sospecha a Taehyung al ver lo mucho que el niño se aferraba a él.
-No estés tristes. Te acompañare al auto- se ofreció Taehyung al ver el desanimo en el niño.
-¡Si! -exclamo Sebastían levantando un puño- adiós mami -le dijo sonriendo a su madre que los miraba desde la puerta.

Taehyung se despidió de Sebastían sonriente. De verdad le agradaba mucho ese niño.

En cuanto el secretario de Siwon entro al auto y después de colocar en Sebastían el cinturón de seguridad, llamo a su jefe.
-Ese chico estaba allí de nuevo señor.

Regreso a la casa para desayunar con Nadia. Ella ya había servido la comida en platos.
-¿Puedo sentarme? -preguntó y su aptitud era de un niño obediente.
-Claro. Adelante -contesto Nadia señalando la silla frente a la de ella.
Taehyung vio la sopa para la resaca y se la tendió a ella.
-Esta es para ti... - dijo mientras sorbía de su plato.
-Gracias...-estaba gratamente sorprendida- Taehyung -al escuchar su nombre él levanto la vista de su plato. La miraba expectante.
De la boca de Tae colgaban algunos fideos cuando Nadia lo llamó.
Después de tragar la comida puso toda su atención en ella.
-¿Si?
-Taehyung ¿como es que... tu... dormiste en mi casa anoche? -"Por Dios ¿por que ese niño era tan adorable?" pensó tratando de recuperar la compostura.- No puedo recordar el momento en que llegaste o por que.

V se limpio la boca con una servilleta de papel.
-Bu-bueno, yo. Veras... Cuando "él hombre elegante" fue por ti, te note incómoda y molesta... Así que me preocupe un poco. Lo siento.
-¿T-te preocupaste por mi? ¿por que? Soy una adulta puedo valerme por mi misma- dijo poniendo una mano sobre su pecho frunciendo el entrecejo.
-So-solo quería asegurarme de que... Estuvieras bien. Y creí que lo mejor era venir a tu casa además de que no podía concentrarme en nada más que en ti pero hice todas mis actividades y fue entonces que vine y estabas ebria. Sebastían estaba dormido.
-Taehyung...-realmente le derretía el corazón que él dijera esas cosas- no debiste hacerlo, pero te agradezco mucho que te preocupes por mi.

Al decirle esto Nadia estiro su mano sobre la mesa y tomo la suya, su tacto era realmente era muy suave como si fuese algodón. Solo pudo atinar a sonreirle.