Menor que yo++Terminada++

Capítulo XXII

De regreso en casa ya con Sebastían, Nadia comenzó a acomodar la ropa del niño en su closet y el pequeño le ayudo a guardar sus juguetes.
-¿Estas feliz?- le preguntó mientras guardaba unas camisetas dentro de la cajonera.
-Si mami- respondió apenas mirándola por que en lugar de guardar sus juguetes estaba sacando más.
Su hijo estaba feliz y eso era lo que realmente importaba, Sebastían estaba en el suelo jugando con sus dinosaurios, sus robots y sus súper héroes.
-Mi amor vendré enseguida para darte un baño antes de que comamos.
-Entiendo mami- respondió rápidamente.

Nadia fue a la pieza que utilizaba, no quiso utilizar la habitación matrimonial, Siwon la había herido mucho pero no fue por venganza o soledad que había pasado la noche con Taehyung, realmente sentía amor por él, amaba su sonrisa, su aparente frialdad, que pareciese tan infantil y divertido y tan maduró y serio después, admiraba lo mucho que valoraba a su familia.
Unos golpes en la puerta la interrumpieron.
Era la ahjuma, Siwon le había llamado a la casa y le estaba avisando para que descolgase el teléfono.

-¿Si? ¿Que sucede? ¿Por que no marcaste al móvil? ¿Me vigilas?
-Claro que no Nadia, solo llame a la ahjuma para que no preparara nada para comer, pasare por ti y Sebastían en cuanto termine con un par de reuniones. Llevaremos a Sebastían a su restaurant favorito.
Claro, Sebastían quedará alucinado con la noticia.- pensó Nadia antes de contestar.
-Está bien, te esperaremos- respondió con sequedad.
-Nos vemos mas tarde, te amo- dijo Siwon... silencio del otro lado de la linea y después el sonido del móvil anunciándole que la llamada había terminado.

Como lo había previsto Sebastían estaba mas que feliz, tomado de la mano de su padre lo llevaba de un lado a otro de ese restaurante temático sobre dinosaurios.
Incluso los nombres de los platillos en el menú eran sobre dinosaurios.
-¡Mira papá! Yo me quiero subir allí, ¿puedo papá? ¿puedo?- pedía feliz su hijo ante la risa divertida de su padre.
Cualquiera que los viera así diría que son una familia feliz y tal vez lo hubiesen seguido siendo si no hubiese ido a ese lugar que le decía el anónimo que recibió esa mañana, de ese modo, no hubiese conocido a Taehyung y ahora no se sentirá tan vacía.

En las oficinas de la BigHit, los chicos practicaban hasta tarde las coreografías de las canciones nuevas.
Tae bañado en sudor se dolía del pie derecho, Jimin lo vio y fue hasta él para comprobar que estuviera bien.
-Me duele hyung- le dijo en cuanto se acerco haciendo un rictus de dolor.
-Deja, te daré un masaje, quedate quieto.
Con suavidad Jimin comenzó a frotar su a dolorido pie. Al final le puso un ungüento que le hizo descansar.
-No debes forzar tanto la articulación V, acabarás con un ligamento dañado- Jimin realmente estaba preocupado por su amigo, de unos días a la fecha, Tae practicaba sin descanso, hasta desfallecer, al llegar al dormitorio a veces ni se duchaba, solo caía de bruces en su cama y dormía profundamente, al despertar cumplía con todos los horarios, sonriendo y haciendo bromas.
Pero Jimin sabia que algo no estaba bien con él y en cualquier momento estallaría en llanto o en ira.

Los siguientes días para Nadia fueron rutinarios.
Por la mañana Siwon llevaba a Sebastían al colegio, a la hora de recogerlo la llamaba para ir ambos y los llevaba a comer, cuando estaban de regreso en casa, ayudaba a su hijo con las tareas, lo dejaba jugar un rato en el jardín o solo se quedaba en su habitación vaciando las cajas de juguetes en el piso, después de cenar lo bañaba, le ponía la pijama, le ayudaba a lavarse los dientes y lo arropaba, Siwon siempre se hacía presente para darle un beso de buenas noches o leerle un cuento. Cuando eso pasaba, ella prefería retirarse a su pieza.
Pero esa noche Siwon fue a buscarla.

-¿Si? -dijo apenas abriendo un poco la puerta.
-¿Podemos hablar?- dijo algo melancólico.
Y, Nadia no tuvo mas remedio que dejarlo pasar.

La pieza de Nadia era mas pequeña que la habitación matrimonial incluso la habitación de Sebastían era mucho mas grande que esta.
Siwon tomo asiento sobre la cama, lo que fue un alivio para ella ya que su altura era imponente y amenazante.

Siwon recorrió la figura de Nadia con total detenimiento, recreándose en sus amplias caderas y en sus generosos senos. Ella se cerro la bata al verlo. La deseaba y su corazón comenzó a acelerarse, después de todo era su mujer, se abalanzó sobre ella capturando su boca y rodeándole la cintura con su brazo derecho para evitar que ella cayera hacia atrás.
La boca de Siwon reclamo respuesta, forzándola a entreabrir los labios para dejar el paso libre a su lengua. Nadia forcejeo y logro zafarse de su agarre.
-¿¡QUE ESTAS HACIENDO!? ¿¡QUE TE SUCEDE!?- grito limpiando su labio dolorido por que al momento de forcejear, Siwon la había mordido el labio.
-Lo siento, discúlpame- Siwon se acercó a ella que tenía el ceño fruncido cuando él le acaricio el labio con el pulgar, es tan suave, un segundo después estaba besándola de nuevo, apenas tocándola y apartándose para mirarla a los ojos y ver su respuesta, lo hizo así una vez, y luego otra, Nadia ya no opuso resistencia y sin retirar el pulgar de su barbilla se acercó de nuevo para profundizar el beso y la punta de su lengua daba frescor al labio hinchado de Nadia.

Todo su cuerpo se altero ante el roce dulce y lento de sus labios, de pronto respiraba solo su aroma, el olor de su loción para después de afeitar y a su café. Siwon introdujo la lengua a su boca y con la punta toco la suya para después volver a sacarla y lamer su labio herido. La estaba volviendo loca, su respiración se entre corto y un gemido salio de ella. Quería apartarse, debía escapar de allí, de algún modo el perdición lo que planeaba hacer por que sostuvo su rostro con ambas manos.

Nadia no respondía a sus besos, trató de apartarse pero la detuvo, tal vez por esta noche había sido suficiente. Se dijo y la soltó.