Capítulo 34

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Capítulo Largo

-¿Crees que esta sea mi casa?

-¿Crees que puedas moverte un poco?-cuestionó el peli rosa.

-¡Idiota, no tengo espacio!

-Abby, no grites...-Respondió sonriendo.

-¡No estoy gritando!-le grité.

El sólo rió. Mis mejillas, que ya estaban volviendo a su color natural, se tornaron rojas nuevamente. Félix solo pareció disfrutar de eso.

-¿Te gusta verme sonrojada o qué?

-Te lo dije más de una vez, me gusta como te ves así...

-P-pero...-en eso se escuchó otro trueno, asustandonos a ambos y haciendonos caer.

Yo caí encima de Félix, tenía el palo del paraguas a mi lado, y estaba siendo aplastada por yo que sé. Cerré los ojos por un momento y justo en eso el paraguas se abrió, dejandome sorprendida.

-¡¿Tengo poderes?!

-No... Logré tocar el botón...-dijo Félix riendo.

-A-ah, ya sabía...-respondí nerviosa.

Ambos terminamos por reir y mirar al frente, no teniamos ni la menor idea de en donde estabamos.

-Este no es mi barrio, tampoco esa es mi casa...-comenté mientras jugaba con una de mis coletas.

-Lo sé, Abby... y eso es un problema...

-¿Crees que tu teléfono aún sirva y pueda llamar a mamá?

-¿Es una broma?-musitó Félix mientras sonreía ampliamente.

-Vamos... ¡Creo que es por allá!-dije mientras apuntaba a un calle y corría hacia ella.

El de ojos dorados me siguió durante todo el recorrido, dimos vueltas por más de una hora, pero... ¿Que creen? Terminamos regresando a mi hogar, y a la vez conociendo nuevos barrios de la ciudad.

(...)

Al despertar el sol entraba por la ventana e iluminaba toda mi habitación, me levanté y asomé, afuera no estaba el auto de papá.

-¿Mamá?-pregunté en voz alta.

No obtuve respuesta y eso me hiso feliz, me dirigí al baño y me duche, para luego vestirme. Cuando ya estaba lista salí de la habitación sonriente. Me deslize de pie por la baranda de la escalera, y cuando ya llegaba al fin di una salto, cayendo en uno de los sillones de cara.

-Ahg... Al menos valió la pena...-murmure mientras me levantaba.

Corrí hacía la cocina y tome un pan, queso y leche. Preparé mi pan con queso y lo metí en el microondas. Para cuando sonó como una explosión lo saqué, y había del alimento amarillo esparcido por casi todo el plato.

Tomé mi vaso de leche y el plato para ir a la habitación de mi madre, en la cual había un televisor con Youtube. El resto de la mañana me la pase cantando canciones mientras comía y aplaudía, fue divertido hacerlo. Incluso aunque mis vecinos fueran a reclamar por el ruido, pues se me había olvidado que el volumen estaba al 100%.

-¡Vecinos! ¡Son unos exagerados!-grite mientras le subía nuevamente al televisor.

Luego, el barrio se había convertido en una pelea de ruidos. Niños gritando, televisores con volumen al cien, personas golpeando puertas y hasta bebés llorando. Todo aquello era el panorama del lugar. Cuando tocaron el timbre abrí la puerta bruscamente.

-¡La guerra no ha de acabar!-le grite a la persona, antes de notar que era Félix-. ¡Félix! ¡Hola!

-¿Abby, que ocurre aqui?

-Guerra de ruido. Todo empezó conmigo cantando como loca y la televisión al volumen máximo...-comenté sonriendo.

-¡¿Q-que?!


-Lo que oiste... ¿Vienes a ayudarme?-pregunte con los ojos brillosos.

-Y-yo... Creo que será para la otra...-dijo Félix mientras retrocedía.

Yo lo agarre del brazo y lo jale hacia adentro. Le di dos sartenes y lo obligué a que los golpeará uno con el otro, mientras yo ponía distintas canciones en la televisión y gritaba.

-¡Abby!

-¡No te escucho!

-¡Abby, hay que parar!

-¡¿Qué?! ¡¿Porque?!-pregunte gritando.

-¡Porque ya nadie hace ruido, excepto nosotros!

En eso me detuve, al igual que Félix. Un hermoso silencio reinó el lugar, para luego escucharse los sonidos de los pájaros.

-Ñe... ¡Me gusta más con ruido!

En eso volví a gritar y encender la televisión, Félix esta vez no golpeó los sartenes, por eso yo le pegué. La guerra de ruido murió una media hora después, yo no me rendía, hasta que Félix apago la televisión y me tapó la boca un un paño.

-Llegaron tus padres...

En eso me quedé callada, me senté en la cama de mis papás y suspire mientras el peli rosa quitaba de mi rostro el paño de cocina, y lo devolvía a su lugar.

-Fin... de la guerra... de ruido...

¿Era Solo Un Juego? (FanFic) (Abby x Félix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora