Capítulo 2

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-NARRAS TÚ-

One Direction, One Direction, One Direction...es que nadie se cansa de nombrarlos?

Estan en todos lados, en la radio, en la televisión, en la calle. Es algo bastante cansador tener que escucharlos y ver sus caras por doquier.

No es que no me gusten. Hacen linda musica y eso, pero no creo que sean mas que 5 caras bonitas. Cantan bien, no lo niego pero no puedo creer que todo el mundo se vuelva loco con 5 chicos que no pasan los 23 años.

— Es enserio? otra vez ese video en la televison?— Dije sin poder creerlo.

— Dejalo, dejalo! — Me gritó Lily

— Acabas de verlo, lo pasaron hace 10 minutos! — Dije un tanto enojada.

— Callate que no dejas escuchar!.

Si, Lily es mi mejor amiga y una gran fanática de One Direction. Mi mala suerte no podría ser peor que esto, vivir con una amiga que se vuelve loca cuando esos aparecen en television. Tener que escuchar todo el día su musica y tambien escuchar sus muy largas charlas de porque ellos son tan incleibles. Sin duda mi vida no podría ser mejor.

— Un día Lily, solo un día te pido que dejes de lado tu fanatismo y vivas como una persona normal— Le rogue casi de rodillas

— (tn) ponte en mi lugar, miralos no pueden ser tan perfectos — Decía ella con cara de enamorada.

— Son solo chicos, CHICOS!, nada mas que eso — Traté de que entendiera mi punto de vista.

— No son solo chicos (tn), son One Direction por el amor de dios!.

— Nunca cambiaras no es asi? — Le pregunté dandome por vencida

— No — Respodió con una sonrisa triunfante en el rostro.

Subí a mi habitacion, con esa maldita cancion pegada en mi cabeza "baby you light up my world like nobody else".

Me tiré en mi cama con la hilucion de poder dormir. Miré el reloj y no eran mada mas que las 4:30 de la tarde.

Estube ahi acostada mirando el techo una media hora y me levanté. La idiota de Lily tenia su musica a todo volumen y no me dejaba ni escuchar mis propios pensamientos.

— Lily, puedes bajarle a eso? — Le grite desde mi habitación. Nadie contestó

— Oye — Golpeando su puerta, pero nada. La mpusica seguia igual de fuerte — Saldré a caminar un rato! — Le grité nuevamente.

— De acuerdo, ten cuidado — Me respondió lo mas normal.

— Ah claro, ahora si escuchas no es cierto?

— Te amo, lo sabes? — Me contesto poniendo voz de niña

— Si si, como digas. Adios— Contesté bajando las ecaleras.

Salí de mi departamento y las gotas caian como si no hubiera mañana. Eso sin duda era lo que mas me gustaba de Londres.

Tomé mi paraguas, mi abrigo y salí. Algunas gotas mojaban mi cara mientas el viento movía mi pelo. Coloqué mis auriculares y me dejé llevar por la musica.

Nada mejor que una sensacion asi. Libre de problemas, libre de todo. Solo tu y tu musica.

Luego de caminar por no se cuanto tiempo, llegue a un lindo café.

Entré y me senté esperando que alguien me atendiera.

— Buenas tardes, en que puedo servivle? — Preguntó una mujer de mayor edad.

— Un té, porfavor — Le pedí dulcemente, era una ancianita encantadora.

Ella se alejó con mi pedido anotado y yo me relaje en mi aciento. Por alguna razon me sentia muy bien, sin preocupaciones.

Pero toda esa libertad se esfumó cuando vi cruzar por al puerta justamente a las personas que no tenia planiado conocer en toda mi vida.

Nunca te olvidaré. |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora