-NARRA HARRY-
—¡Gracias México!—Gritó Niall en español. —Han sido un público increíble. —Volveremos pronto. ¡Adiós! Sin duda uno de los mejores show que he tenido. Las fans eran tan apasionadas y dedicadas. Podría volver cien veces y jamás me cansaría de tocar para ellas. —Gran show muchachos—Dijo Liam y los cinco no unimos en un abrazo grupal.
-o-
—Suban al autobús muchachos, rápido. Aproveché el viaje desde el estadio hasta el hotel para llamar a (tn). Hacía días que no hablábamos y yo ya no podía más. Necesitaba escucharla o moriría aquí mismo. Miré mi reloj que marcaba las 22:14 de la noche y calculé que en casa serían más o nos las 4:00 de la madrugada. —¿Hola?—Me contestó su voz adormilada y mi corazón se detuvo. Esa voz que había por poco olvidado volvió a inundar mis oídos de felicidad. —Amor, soy yo. —¡Oh Harry!—Por su entusiasmo pude jurar que estaba pegando un salto de la casa y corriendo por los pasillos.—¿Como has estado? —Bien, ¿Tu como has estado?—Pregunté perdiéndome en sus palabras. —Extrañándote—Note la nostalgia en la que lo dijo —También te extraño. Ya no veo la hora de regresar a casa.—Me senté en uno de los asientos y miré por la ventana el cielo. Era una noche despejada y sus estrellas brillaban como flashes. —¿Y cómo van los shows?—Preguntó con su voz entrecortada y cambió de tema antes de llorar. —Han ido bien. Las fans son totalmente increíbles—Contesté y ella permaneció en silencio.—Enserio te extraño—Hablé y un nudo se formó en mi garganta. —También yo, me encantaría poder abrazarte justo ahora. Pero estas muy lejos de mi. La extrañaba con todo mi corazón y eso que habían pasado solamente unos cuantos meses. Esto todavía no terminaba. Miré nuevamente por la ventana y vi la luna, tan grande como una pelota. —Mira por la ventana. Dime que ves La oí pararse de la cámara y dar unos cuantos pasos. —Veo la luna.—Me dijo entre sollozos —No estamos tan lejos,—Le aseguré con amor—Yo veo la misma luna. Y al instante ella rompió en llanto mientras mis ojos se hacían cristalinos. —Solo mira la luna cuando me extrañes, yo haré lo mismo.—Dije mirándola una vez más—De ese modo sabremos que estamos cerca. —I know you're somewhere out there, somewhere far away. I want you back—Canté murmurando cada palabra—My neighbors think I'm crazy, but they don't understand, you're all I have.—Continué mi canción aún mirando a la luna y la escuché llorar.—At night when the stars light up my room, I sit by myself....Talki ng to the moon, try to get to you. In hopes you're on the other side....Talking to me too—Susurré la última estrofa con un par de lagrimas cayendo por mi mejilla. —Adoro esa canción—Comentó en un hilo muy fino de voz—Te amo Harry. —También te amo princesa.
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-NARRAS TÚ-
—No has probado nada de la comida—Me dijo Lily luego de mirar mi plato lleno. —(tn), ¿Estás aquí?. —¿Qué?—Pregunté aterrizando en la tierra—Si, si lo siento. —Has estado extremadamente rara desde que pase que te busqué en el estudio. ¿Pasó algo malo? Yo todavía trataba de entender de que me habían propuesto un gran trabajo en España. Mi cabeza daba vueltas sin una respuesta. No me atrevería a dejar todo aquí, Lily, mis padres, Harry. —¡(tn)! ¿Estás siquiera escuchándome?—Preguntó alzando el tono de su voz y volví en mi. —Si, lo siento—Traté de poner mi mejor sonrisa y continué comiendo—Extraño a Harry, eso es todo. —De acuerdo, diré que te creo—Me respondió con una mueca de interrogación y seguimos con nuestra charla. Y así pasó prácticamente toda la cena. Charla, risas y un poco de todo, me hicieron olvidar por un momento la tormentosa decisión que tenía que tomar.
-o-
—(tn), podrías atender el teléfono. Estoy en la ducha—Me grito mu rubia amiga desde arriba. —Claro. Y sin muchas ganas me levanté del sofá crucé el living para contestar el maldito teléfono que no dejaba de sonar. —¿Hola? —Buenos días, ¿Se encontrará la señorita (tn) Brawson?—Preguntó una mujer con acento raro. —Si, ella habla—Contesté dudosa y la mujer volvió a hablar. —Hola (tn), soy Sara Haynes—¡Oh dios mio!, en verdad era ella.—No se si Dorian ya te ha hablado de mi. —Oh señora Haynes—Respondí rápido.—Si, claro. La señora Gray me ha contado de usted—Volví a responder con amabilidad. —Me alegra oír eso querida. La señora Haynes se escuchaba como el tipo de abuela cariñosa y preocupada. Seguramente sería una mujer de unos 51 años, muy bien cuidada y nadando en dinero al igual que Dorian. —Mira linda, seré muy breve contigo.—Continuó ahora un poco más amigable y son tanta formalidad—Amo tu trabajo, las fotos que Dorian me ha mandado de ti son fantásticas. Tu punto de vista y tus perfectivas son algo que jamás vi y créeme que tienes mucho talento que derrochar. Su halagos hacía mi trabajo me hicieron enrojecer de inmediato. Para mi todavía era un sueño que una importante revista me quisiera como su fotógrafa principal. Teniendo a miles de fotógrafos con títulos y carreras, me escogían a mi sobre ellos. —Tienes un punto de vista joven y natural y es eso lo que justamente estoy buscando. Algo nuevo que llame la atención de los jóvenes.—Su voz parecía entusiasmada y brillante—Tus fotos de alta costura son exquisitas, son refinadas y atrevidas. Y me encantaría que formaras parte de nuestro equipo de trabajo. ¿Qué dices? —Señora Haynes, es un halago y un placer que usted me diga todas esas cosas, pero es algo tan repentino—Mi lengua se trababa y las palabras casi salían tartamudeando.—Esto es nuevo para mi, y España es tan...—Busque las palabras correctas en mi mente.—...lejos . —Si cariño, sé que es todo muy repentino, pero es una gran oportunidad —Creí escucharla sonreír—En un mes como mucho te mandare toda la información que necesitas para sacarte las dudas.—Suspiró y volvió a hablar—Estas oportunidades pasan una sola vez en la vida cielo. Espero tu respuesta. —Claro, Adiós. Me senté pesadamente en las escaleras y suspiré cerrando los ojos. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Decir si y dejar todo esto? ¿O seguir mi sueño y hacer algo por mí una vez en la vida? No lo sé y tampoco lo sabría
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Cuatro meses ya se cumplían de su partida, las llamadas que prometió hacer todos los días ya no aparecían. Sus mensajes eran cada vez menos. Yo tampoco lo llamaba debido a que me pasaba prácticamente la mayoría de los días inmersa en mi cámara Y si alguna vez había llamadas, el tenía que colgar o que irse de inmediato. Las conversaciones se basaban en casi nada, solo un "como estas" "te amo" "adiós". Y debo admitir que el 'Te amo' a veces ni siquiera parecía real. Me encontraba sentada en mi cama, con toda la información que me había llegado dos días atrás. Runway España parecía ser excelente, incluso mucho mejor que acá. Había tantas cosas que siempre había deseado. La palabra mágica era solamente decir 'si' y tendría eso y mucho mas justo a mi pies. Había revisado cada hoja, cada oferta, cada cosa de esa maldita propuesta que me ponía entre la espada y la pared. Dos golpes se escucharon en mi puerta y rápidamente escondí todos los papeles bajo la cama. Aún no le había contado nada a Harry, ni siquiera a Lily. No quería decir nada de algo que ni siquiera yo tenía respuesta. —¿Puedo pasar?—Preguntó y pude notar en su cara unos ojos tristes y rojos. —¿Qué ha pasado contigo?—Pregunté al mismo tiempo que me paraba de la cama para tomarle la cara. —Necesito decirte algo—Su voz me preocupaba cada vez más. —¡Pues dímelo! —Ven siéntate—Ambas nos sentamos en la cama y colocó su computadora frente a mí. ¿Alguna vez has visto o leído algo que te mato por dentro?. Como una foto por ejemplo. Todo parecía perfecto hasta que te cruzas con algo que no querías ver. Es como si lo hubieran puesto a propósito, para herirte. Sin embargo lo sigues viendo una y otra vez, para asegurarte de que es verdad o simplemente para destruirte más y más. Es horrible como un pequeña e insignificante cosa como una fotografía, puede arruinar todo. Por un minuto me negué a creer que fuera él quien estaba ahí con esa chica. Vi esa imagen sin parpadear por largos minutos para asegurarme que no fuera él. Harry no sería capaz. Pero sin embargo, no era solamente una fotografía. Eran miles de ellas tomadas de distintos ángulos. Eran sus rizos, eran sus brazos, era su boca. Era inconfundible para mi. Y caí en la cuenta luego de varios minutos de negación, de que era él el se encontraba ahí, besando a una despampanante morena. Besándola como si de eso dependiera. Sujetándola, como solía hacerlo conmigo. Pero volví a ver la imagen. Mi corazón no sentía dolor, ni enojo. Sentía algo mucho peor. Decepción.
Llorare por miles de siglos... :'(
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Nunca te olvidaré. |h.s|
FanfictionNunca creí que podría haber una persona destinada para mi, quiero decir, cuantas posibilidades hay que encuetres a tu alma gemela sabiendo que hay mas de 5 millones de personas en el mundo. Pero pasó, la encontré... no de la mejor manera posible...