Capítulo 61

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-NARRAS TÚ-


—Vamos por un café—Dijo Camille mientras se sentaba en frente mío —Solo déjame terminar con esto y saldemos—Respondí recogiendo un montón de papeles que se encontraban esparcidos por todo mi escritorio. —Te ves diferente hoy—Comentó ella con una sonrisa triunfante en su rostro. —Me siento diferente—Contesté por alguna manera feliz. —Esa sonrisa en tu rostro no se ha ido en todo el día, te he estado viendo—Dijo entusiasta. —Lo sé—Respondí alegremente—No se que me sucede, hoy presento que será un gran día.






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Mi felicidad había aumentado de un día a otro. De estar deprimida y sin ganas, por alguna razón hoy me había levantado feliz y con ganas de seguir adelante. Tal vez era el comiendo de un nuevo mes el que me traía felicidad y alegrías. O tal vez era el simple hecho de haber superado mis penas y haber decidido continuar dejando los malos recuerdos atrás. —¿Tiene idea de lo lindo que es vete feliz?—Comentó Camille mientras salíamos de un Starbuck cerca del estudio. —Lo sé, es como magia. Y cuando piensas que todo es alegrías y felicidad...siempre algo sucede. Justo al doblar por una esquina algo topa contra mi y en cámara lenta me empuja al suelo cayendo sobre mí algo demasiado, demasiado pesado. —Oh dios mío — Gritó Cami— (tn), ¿Estás bien? Y lentamente abrí mis ojos al fuerte impacto y fue ahí cuando lo vi. Ojos azules como el cielo, cabellos color oro. Y su boca, tentadora y perfecta. —¿Estás bien?—Preguntó el desconocido mientras ayudaba a levantarme—Lo lamento mucho, enserio lo siento—Dijo con un acento encantador. Lo examiné de arriba a abajo como si de una escultura se tratara. Un poco más de 1,85 metros, gran espalda y unos brazos musculosos. Su piel poseía un color tostado, perfectamente parejo. Y sus ojos, simplemente una alucinación. —Oye..¿Estás bien?—Volvió a preguntar y volví a la tierra. —Si, si estoy bien.—Dije un poco perdida. Volví mi mirada a Camille que se encontraba detrás de él, mirándole muy apetecedoramente el trasero. Ella se encontró con mi mirada y mordió su labio sexymente haciendo un gesto de "Oh diablos, esta que arde". Gire mis ojos ante su reacción y solté una risita boba. —¿Segura que no te hice daño?—Preguntó nuevamente con sus perfectos ojos clavados en mí. —Descuida—Sonreí—Estoy bien. —Entonces si estas bien, déjame invitarte un café—Comentó sonriendo y creí morir—He derramado todo el tuyo. —No es necesario—Dije nerviosamente ante su mirada atenta. —No te preocupes no es gran cosa. —Vamos, déjame invitarte un café. Cami me hizo señas de que fuera con él, mientras que yo disimuladamente negaba con mi cabeza. —A ella le encantará ir—Dijo de repente ella.—¿No es así (tn)? Ambas miradas se posaron en mí. —Mira, disculpa, pero no voy a dejarla sola—Dije refiriéndome a Cami—Lo lamento. —Sabes, tengo cosas que hacer—Contestó ella rápidamente —Yo me voy. Y al decir eso corrió rápidamente alejándose de nosotros como un pequeña inmadura. Yo me quedé frente al, todavía desconocido, sin saber que decir o que hacer. —Creo que no tienes opción—Comentó riéndose por mí nerviosismo.—Soy Marco—Dijo extendiendo su mano hacia mí. Es hora de dar un paso al costado, dejar ir el pasado y volver a empezar. —(tn)—Respondí extendiendo mi mano para tomar la suya. Me encontré con sus ojos y una sonrisa de película apareció en su rostro.






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—...Y luego caí de cara al piso frente a todo el mundo.—Terminó de decir Marco y yo estallé en carcajadas. Habíamos pasado casi como 3 horas sentados en ese lindo café hablando de nuestras vidas y conociéndonos un poco. Marco había nacido en Madrid y a los 12 años se mudó a Nueva York por un ascenso que había conseguido su padre en un empresa muy importante. Había recorrido gran parte del mundo cuando solamente tenía 18 años, y bueno..su vida era simplemente perfecta. Y con 21 años decidido volver a España a trabajar con un tío suyo, dueño de uno de los hoteles más costosos e importantes de aquí. Yo le conté parte de mi vida también. Desde algunos detalles de mi infancia hasta mi llegada a España, obviamente exceptuando el mínimo detalle de Harry Styles. Marco era divertido, sabía escuchar, era caballeroso y definitivamente, no era feo. —Me la he pasado muy bien hoy—Dijo mientras caminábamos por la vereda en busca de mi automóvil. —Yo también la he pasado bien—Respondí con mis mejillas coloradas y con una pequeña sonrisa—Gracias por el café. —Gracias a ti por un increíble día.—Comentó mientras nos deteníamos frente a la puerta de mi carro. —¿Puedo verte otra vez?—Dijo de repente y mi corazón latió a mil por hora. —Claro que si—Respondí mientras él me extendía su móvil. —Te llamaré—Dijo Marco mientras besaba dulcemente mi mejilla. Uno se cansa de ser fuerte. Por primera vez, sólo quieres que sea fácil, que sea simple, ser ayudada, ser salvada, teniendo fe y deseando que alguien te pueda ayudar a ser feliz nuevamente. Y cuando crees que jamás sucederá, llega alguien que se cruza de repente en tu camino, y es tal vez esa persona que conociste sin desearlo, la que puede ayudarnos a salvarnos del vacío. (....) Decidí tomar mi teléfono y llamar a Lily. No había tenido la oportunidad de hablarle desde hace mucho tiempo. —Pensé que ya te habías olvidado de mí .—Contesto desde la otra línea esa voz que amaba tanto. —Jamás me olvidaría de mi mejor a miga boba—Dije recostándome en el sofá. —La última vez que llamaste fue hace un mes y medio, ¿Te parece bien? —No, lo siento. —Contesté realmente apenada.—He estado enserio ocupada y no he tenido la oportunidad de marcarte. —Mmm, no lo sé—Respondió y yo reí—De todos modos sabes que no puedo enfadarme contigo. —Mejor así—Contesté soltando una risa —Te extraño demasiado. ¿Qué es de tu vida? —Mi aburrida vida sigue igual que siempre—Contestó restándole importancia. —¿Josh y tú siguen peleados?—Pregunté tímidamente. Lily y su novio habían cortado relaciones un par de meses después de mi partida. Él le había pedido un poco de tiempo para aclarar su cabeza. —Si,—Contestó tristemente—Ya no hablamos. —Lamento oír eso cielo. Y lamento no estar ahí para ti—Dije con la voz cortada. Había extrañado a esa boba rubia desde que puse un pié en ese maldito avión. —Descuida, ya nos volveremos a ver—Comentó y pude jurar que estaba sonriendo. —Dalo por hecho. —Y tú... .¿Como está todo por allá? —Bien, ya sabes. Fotos por aquí, fotos por allá...sexys modelos masculinos para fotografiar. Lo de siempre. —Veo que no la pasas nada mal.—Rió y luego dijo—Los chicos me pidieron que te dijera que compraras su nuevo CD y que te extrañas mucho y que lamentan no poder hablar contigo pero están ocupados con entrevistas y bla bla bla. —Diles que lo compraré en cuanto lo vea y diles que los amo también.—Contesté y él vino a mi mente de inmediato. Como si alguien me hubiera dicho su nombre e mi oído.—¿Y cómo esta él?—Pregunté tímidamente. —Hace bastante que no lo veo—Contestó tratando de recordar—Pero han pasado 8 meses ya, y aún parece no superarlo. —Aunque quiera negarlo y sacarlo de mi mente....sigue siendo mi primer pensamiento del día—Dije y ese nuevo vació en mi corazón volvió a aparecer.

:'(

Nunca te olvidaré. |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora