Nunca te olvidaré. |h.s|

Capítulo 50

-NARRA HARRY-

—Prométanme que volverán ambos a visitarnos pronto—Volvió a decir mi madre con los ojos más llorosos que hace un minuto.

—Claro que si, lo prometemos.

La abracé una vez más y tomé la mano de (tn).

—Fue un enorme placer haberte conocido linda—Ambas se abrasaron fuertemente, y mi madre volvió a romper en llanto.

—También fue un placer conocerte Anne. Volveremos no te preocupes—Le aseguró mi novia.

-o-

El viaje era tranquilo, y sin mucha conversación.

Mi mano se encontraba sobre la palanca de cambios y la mano de (tn) sobre la mía, dando pequeñas caricias.

Giré para verla cuando el semáforo dio rojo y la vi observándome con la mirada apagada y algo triste.

—¿Está todo en orden?—Pregunté acariciando su mejilla.

Ella asintió sin decir nada y sabía que algo me ocultaba.

—Te conozco. ¿Qué es lo que sucede?.

—Nada es solo que...te irás en cinco días.—Suspiró y frunció su boca— Voy a extrañarte.

Ese tour, ese maldito tour de quien sabe cuantos meses. Había hecho todo lo posible por poder convencer a nuestro manager de llevarla con migo, pero según él, no podíamos tener ningún tipo de distracción, y para ellos (tn) y las demás novias de los chicos, lo eran.

Yo solo la observe tratando de caer en la cuenta de que me tendría que separar de ella por quien sabe cuanto tiempo.

—Amor, no será mucho tiempo.—Acaricié el dorso de su mano y volví a hablar.—Prometo que el tiempo se pasará volando. Ni si quiera notarás que me he ido ¿De acuerdo?

Ella volvió a asentir sin decir nada más que un pequeño 'si'.

-o-

—¿Quieres algo de beber?— Preguntó entrando en la cocina con migo detrás.

Sin prestarle mucha atención la giré para que me mirara.

—Dime, se que algo te pasa.—La observé y vi sus ojos apagados.

Corrí un mechón de pelo de su rostro y ella suspiró.

—Tengo miedo—Me confesó en un susurro.

—¿Miedo?

Me senté en un taburete de la cocina y la coloqué a ella sobre mi regazo.

—¿A que le tiene miedo?—La cerqué más a mi cuerpo y besé su hombro.

—No lose.—Me miró.— A que conozcas a alguien mejor que yo. —Bajó su mirada y casi muero.

—¿Cómo se te cruza por la mente algo así?—Alzó sus hombros como una pequeña y tomé su mano.— Nunca nadie podrá compararse contigo. Y jamás me fijaría en alguien más que no sea en ti.

—¿Y si alguien se da cuenta de lo perfecto que eres?, ¿Y si te enamoras de alguna americana o de alguna latina?

Solté una pequeña risa y volví a ella.

—Ten por seguro que eso no pasará. Nadie en el mundo entero podría hacerme más feliz que tú. Y que te quede claro que te amo y jampas te cambiaría por nada ni nadie. ¿Entiendes?

—¿Lo prometes?

—Claro que si cariño.

Me acerqué a ella y deposite un suave beso en sus labios. Lento y perfecto.

—Te amo princesa.

—Igual yo.

Sonreí y de pronto recordé el regalo que había comprado para ella dos semanas atrás.

—Caso lo olvido, ven conmigo.

Salimos de la cocina y subimos rápidamente a mi cuarto.

Busqué en un cajón una pequeña cajita de terciopelo color azul y la escondí detrás de mí.

—Cierra los ojos—Murmuré cerca de ella y le robé un fugaz beso de sus labios.

—¿Qué esconde ahí?—Preguntó divertida.

—Ciérralos y lo sabrás.

Sonrió al mismo tiempo que sus ojos se cerraban fuertemente.

Me di la vuelta para quedar detrás de ella y de la pequeña cajita saqué su obsequio. Lo coloqué cuidadosamente en su cuello y luego lo abroché.

—Puedes abrirlos—Susurré en su oído y ella lentamente abrió sus ojos fijando su mirada en el colgante que posaba en su pecho.

Dio media vuelta aún observando el collar, y luego su mirada se posó en mi.

Su cara era de asombro y pude notar la sombra de una gran sonrisa recorrer por su boca.

—Esto es...

—¿Te gusta?

—Es...es hermoso.—Y en un segundo saltó a mis brazos dándome besos por todo mi rostro.—Gracias, gracias, gracias.—Repetía sin parar y mi risa aumentaba cada vez más.

Ella me hacía tan feliz, tan despreocupado, tan libre de ser yo mismo.

—Para que me recuerdes cuando no esté junto a ti.

Volvió a sonreír y a besarme con la misma ferocidad con la que lo había hecho hace unos minutos. Sonreí sobre el beso y sobre un ambiente cálido y acogedor, ambos nos dejamos llevar por el momento.

:')