Capítulo 40

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-NARRA HARRY-



Aprendí que quién no te busca, no te extraña, y quién no te extraña, no te quiere. Ya hacía cinco días que no hablaba con ella. Ya no me llamaba, ya no aparecía por casa. Yo no era el mismo. Siempre que alguien la nombraba mi mundo se venía a abajo. Aprendí a conocerla, a quererla. Y sobre todo aprendí a amarla. El dichoso plan de Ashley había salido a la perfección. Las imágenes habían sido reveladas y todas las revistas ya tenían en su portada fotos mías tomando su mano. Rumores y más rumores...Según los diarios y los programas de televisión yo ya estaba en una relación seria con ella. Ashley se había encargado de decir que estábamos conociendonos y que todo estaba bien entre nosotros. Y yo solo la había visto dos veces. Ingrata mentirosa.



(.....)





Aquí me encontraba de vuelta, en el mismo bar de todos los días. Tenía ganas de olvidarla y de quemar todos estos sentimientos que habitaban en mí. Me dolía en lo más profundo recordarla. La amaba como un estúpido.

—Otro, porfavor—5 vasos de vodka y ella seguía en mi mente.

—Otro—8 vasos de vodka y ella seguía en mi mente. Ya no podía más con esto. 'Déjala ir'- decía una parte de mí - 'Ella no te ama'. 'Ve por ella Harry'- decía la otra pare de mí - 'Ella te ama, ve por ella'. Sentía como todo giraba y esas voces me daban vuelta por mi cabeza. Tomé mi celular como pude. Ya no tenía idea de que había a mi alrededor. Busqué su numero. Sonaba

—Hola—Me dijo una voz adormilada. Mi piel se erizó.—¿Hola?—Volvió a repetir. —Hola—Dije tímido. Mi voz seguramente no sonaba muy bien. —¿Ha...Harry?—Contestó sorprendida.—Si.

—Son las ..4 de la madrugada—Musitó con voz ronca—¿Qué es ese ruido?.. ¿Harry dónde estas?—Sonó preocupada. Callé. Una lagrima salió de mi. —Te quiero—Dije sin dar más vueltas. —¿Qué?—Preguntó atónita. —Solo escúchame, no hables.—Dije rápido. Suspiré, ya no podía, no más.—Te quiero, te necesito conmigo.—Confesé—No se lo que me has hecho, te pienso más de lo que debería y no puedo vivir sin ti. Nunca te dije esto porque creí que estaba protegiéndote de toda la mierda que debo afrontar, pero ..no lose—Ella no decía nada. Suspiré.—Entiendo si no sientes nada por mi, pero ya no puedo callármelo, te quiero demasiado, te quiero a mi lado todos los días.— Mis lágrimas aumentaron—Y me siento pésimo por no poder estar junto a ti. Me lastimo a mi mismo queriéndote cada día más .Te necesito (tn). Todos estaban muy pasados de copas, nadie me reconocía. No me daba verguenza llorar, aunque seguramente me debí haber visto como un bobo. Silencio. Un pequeño llanto se escuchó en la linea. —Estas muy borracho Harry—Suspiró—D ime donde estas, iré por ti. —(tn), enserio te quiero y perdón por no decírtelo antes, perdón por decir que eras una amiga más. No tienes idea de todo lo que siento por ti y me mata saber que no puedo tenerte.—Me rompí —Por favor, solo dime donde estas—Creí escucharla llorar. —Estoy en KinKoll Bar—Dije con más lágrimas que al principio. —No te muevas, estré ahi en 5 minutos.—Dijo nerviosamente. —Te amo (tn)—Le confesé Ella no dijo nada, solo cortó la llamada. Miré a mi alrededor. Gente bailando. Gente ebria por todos lados , y yo sentado en la barra sufriendo por amor. No supe cuanto tiempo había pasado cuando apareció a mi lado. —Dios mio Harry—Dijo mirándome—¿Qué es lo que has tomado?..mira como estas. —No lo sé—Admití. Reí, no se porque estaba tan borracho que ni sabía donde estaba pero si era consiente de todo lo que había dicho unos minutos atrás. —Larguémonos de aquí—Tomó mi mano. Sonreí. Un cosquilleo corrió por mi. Dentro del auto nadie decía nada, yo estaba demaciádo mareado como para hacer algo. Estaba en un estado en el que no me acordaba donde estaba o con quien estaba. Giré y me encontré con sus bellos ojos marrones. Grandes y brillantes. —Llegamos, ven te ayudaré a bajar—Dijo y abrió la puerta. Mientras ella me sostenía de un brazo, pasó el otro por su cuello. Como pudimos llegamos a la puerta de mi casa. Tocó la puerta...nada. Yo con suerte lograba mantenerme de pié. —Vamos Louis, habre la maldita puerta—Volvipo a golpear. —Louis no esta (tn), está en casa de Eleaonor— Solté una carcajada. —¿Es una broma?— Gruñó—¿Tienes tu llave?—Preguntó muy cerca mío mientras me ayudaba a sostenerme. —Te la daré si me das un beso—Susurré en su boca. —Vamos Harry dame la llave, está helando aquí fuera. —Podría abrazarte y así estarías mejor—Me acerqué mucho más a ella. —¡Solo dame la llave Harry!—Gritó en mi cara. Saqué la llave de mi bolsillo como pude y se la entregué. Ambos entramos y no se como fue que hizo, pero subió las escaleras con migo colgando de su cuello y me depositó en mi cama Sacó mis zapatillas, mi chaqueta y mi camisa. —¿Qué es lo que has tomado?—Olió mi remera—Hueles demasiado mal. Yo solo me dediqué a observarla —Acuéstate y cierra los ojos. Voy por un café—Dio media vuelta. —¡No!—Grité en cuanto vi que se alejaba de mí.—Vuelve, no me dejes. Agarré su mano con fuerza. —Solo voy por un café—Dijo y volvió a darse la vuelta. Tomé su mano otra vez y la tiré sobre mí. —No me dejes—Musité—No me dejes nunca.—Acaricié su rostro—Prométem elo. —Harry, porfavor neces....— La corté —Prometelo (tn)—Miré sus ojos. Me miró y esbozó un pequeña sonrisa —Lo prometo—Pronunció despacio. Ella se paro de ensima mío y abrió las sábanas. Me tapó y se sentó en el borde. —Llamaré a alguno de los chicos para que venga a cuidarte, no pudo dejarte solo—Dijo mientras sacaba su teléfono. —Quédate tú conmigo, por favor—Giré a verla. —No, Harry no puedo quedarme—Negó con su cabeza. —Por favor—Acaricié su brazo,—Te necesito con migo—Cerré los ojos. Ella no entendía la falta que me hacía, mis noches sin dormir por ella. Mis sueños de poder abrazarla, besarla y estar juntos para siempre. No tenía idea de nada. —De acuerdo, me quedaré hasta que te duermas—Acarició mi cabello. —Ven aquí—Me hice a un lado y la hice acostarse junto a mí. Me abracé a su cuerpo como un niño pequeño. Ella seguía acariciando mi cabello. No quería soltarla, tenía miedo de que se fuera y no volviera más. —¿Tu me quieres?—Pregunté en medio del silencio. Suspiró—Harry yo...—No terminó de decir. —Solo dime si me quieres—Recobré mi postura y como pude me senté en la cama frente a ella. Ya no estaba tan mareado, pero no estaba en mis cinco sentidos aún. —No serviría de nada si te dijera—Me miró triste.—Mañana no recordarás nada. —Solo dímelo—Junté nuestros cuerpos. Su boca estaba muy cerca de mí.—Necesito saberlo, no puedo más. Ella suspiró y me miró fijo a los ojos. — Te amo Harry. No sabía si mi subconciente me había jugado una mala pasada o lo que había escuchado era cierto. —Repítelo—Dije observándola atento. —Te amo—Habló bajito. Y sin más, la besé. Al fin una vez más sus labios estaban sobre los míos. Tanto esperando y añorando con esto. La besé delicada pero hambrientamente. Su boca era mi droga, no podía vivir sin ella La besé hasta quedarme sin aire, miré sus ojos y volví a besarla. Ella me hacía feliz, completo. Mordí su labio y me recosté sobre ella. Volví a besarla. —Gracias—Dije sobre su boca. —¿Porqué?—Preguntó mirándome. —Por salvarme. —Siempre tengo que salvarte—Sonrió —Losé—Reí con ella.—Pero te estoy dando las gracias por aparecer en mi vida. Ella sonrió dulcemente y me recosté a su lado, la atraje a mi cuerpo y la pegué junto ami. Cerré mis ojos y susurré en su oído. —Te amo. Y eso fué lo último antes de caer en un profundo, profundo sueño

Nunca te olvidaré. |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora