Nunca te olvidaré. |h.s|

Capítulo 38

-NARRA HARRY-

Había pasado toda la noche pensando. Terminaría con todo esto de una vez. Tiraría mis sentimientos a la basura y seguiría con mi vida. (tn) no sentía nada por mi. Ese beso que nos dimos no significó nada para ella. Ya no tenía sentido seguir amando a alguien que solo quiere tu amistad. Ya estaba decidido, (tn) solo sería una chica más. Una de las tantas amigas que tengo. Borré todo sentimiento hacia ella. Borré todo lo ocurrido con ella. La borré a ella de mi mente. Mientras me decidía que hacer, suena mi teléfono. —Hola— Contesté sin siquiera ver la llamada. —¡Harry!—Me dijo una aguda voz gritando en mi oído. Ella. —¿Ashley?—Traté de recordarla. Buenos pechos y un lindo tracero. Rubia y piernas largas. Toda una diosa. —Harry, bebe me recuerdas—Dijo poniendo una sexy voz —Como no recordarte—Respondí siguiéndole el jueguito. Me acosté con ella, y como no recordarla. Toda una fiera. —Que bueno que dices eso amor—Dijo riendo sexymente.—Estoy en Londres. ¿Que te parece si nos vemos? —Cunado quieras hermosa—Me paré de mi cama con el celular en la mano—Solo dime donde y cuando. —Me encanta que estés tan preparado para mi— Comentó en un susurro. — ¿Te parece en 3 horas? Pasas por mi al hotel. —De acuerdo. Dime la dirección. Ella me pasó todos los datos y luego se despidió de mi. Despejarme un rato de el mundo real no sería una mala idea. Las horas pasaban y yo ya me encontraba bañado y cambiado. Bajé a la cocina por un refresco cuando escucho una hermosa voz decir mi nombre —Louis...¿Donde está Harry? —Aquí estoy—Salí de la cocina y me la encontré con sus pelos revueltos y más bella que nunca. —Necesito hablar contigo—Dijo algo nerviosa. —Puede ser luego—Dije ignorándola por completo. Me dolía en el alma hacerlo, pero sabía que si cedía...jamás terminaría con este sufrimiento—Tengo que salir. —¿Q..qué?...¿Adónde vas?—Preguntó. —Saldré con una chica—Dije yendo hacia la puerta

—Ah—Apenas se escuchó de su boca Giré a verla y se me rompió el corazón.

—Bueno Adiós.—Salí de ahí. Suspiré fuertemente y me subí al auto. Antes de arrancar, dirigí mi mirada a la casa. El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar. Y ahí me encontraba yo. Amando a una chica que no sentía nada por mí. Moví mi cabeza para liberar esos pensamientos que me mataban por dentro y partí en busca de la rubia. Luego de unos calculo yo 15 minutos, ya me encontraba en la puerta de su edificio. Le mandé un texto diciendo que ya me encontraba abajo. A los pocos segundos ella salió por la puerta luciendo un cortísimo y muy muy ajustado vestido negro.

—Hola guapo—Dijo colocándoce en el asiento del copiloto y dándome un beso muy cerca de mis labios. —Hola—Dije algo distraído. De la nada (tn) volvía a aparecer por mi cabeza.—¿Y que tal el viaje? —Horrible, no me atendieron como debía ser—Dijo algo asqueada. Típico, toda una diva. Nos quedamos en silencio un rato. Yo tenía mis pensamientos en otro lado. —¿Adónde me llevarás cariño?—Dijo poniendo una mano en mi rodilla. Me tensé por el contacto. —¿Adónde quieres ir? —He oído que se come muy bien en Can Vallès. podríamos ir allí.— Respondió de forma elegante. —Como no comer bien, es un restaurant de cinco estrellas—Dije soltando una risita. Esta cita me costaría un ojo de la cara.—Aunque podríamos ir por una hamburguesa, llena más— No es que no quisiera pagar una fortuna por un almuerzo. Solamente yo no pertenecía a esos lugares de alta sociedad. Yo prefería simplemente una salida divertida con un par de hamburguesas y nada más.

—Harry Styles, ¿Piensas llevarme a comer unas simples hamburguesas?—Me miró con cara de asco.

—De acuerdo, Can Vallès será — Dije parando en un semáforo. Ella se acercó bastante a mí y posó sus labios en mi oreja. —Y luego podríamos ir a mi apartamento por algo de acción— Dijo malditamente sexy y guiño su ojo —¿Qué dices?. Hacía ya mucho que no tenía una chica...Porque no. —Claro, sería un gran plan—Terminé de decir y plantó un agresivo beso en mi boca. Se separó de mí y seguimos con el camino. No había vuelto a besar a nadie desde que pasó eso con (tn). Por alguna razón me sentía mal. Ningún beso se comparaba con los de ella. Ni siquiera Ashley..

(.....)

Al llegar al , algo refinado lugar, pedimos una mesa y tomamos asiento. —Esto es hermoso, es algo digno de nosotros. No como las hamburguesas.—Dijo mirando la carta. Yo me mantuve callado observando a las personas que se encontraban allí. Hombres millonarios con esposas estiradas. Definitivamente no era mi mundo. Luego de un par de segundos llegó el mesero. —Buenos días jóvenes—Dijo con voz gruesa.— ¿Se les ofrece tomar alguna copa de alguno de nuestros vinos? Y antes de que pudiera decir palabra alguna, ella habló. —Si, podría traernos el vino más caro que tenga.— Espera, espera...¿Qué? —Como no señorita, en un momento.—Termino de decir y se retiró. —¿Vino?, yo ni siquiera tomo vino—Le dije con cara de asco. El vino no me gustaba en absoluto —Vamos Harry, ¿Que querías pedir una Coca-Cola?—Me regañó como una madre. Me había olvidado de lo molesta que podía llegar a ser. Luego de un rato largo de charla de su trabajo como modelo, de sus viajes a Paris y Roma, trajeron nuestro pedido. Mientras yo comía un filet con papas ella comía una ensalada de 500 dólares. Claro, tenía que cuidar su figura. Ella no dejaba de hablar, toda la cena se basó en ella, ella, ella. Me apuré a terminar de comer y pedí la cuenta. Su irritable voz y su tonta historia ya me estaban hartando. —Su cuenta joven Styles—¡Dios Santo! Jamás en mi vida había gastado tanto en una comida. Solamente con (tn) había gastado algo parecido. Pero eso no me importaba, porque ella lo valía. Ella lo valía todo. Y otra vez ella vuelve a mi cabeza. ¿Qué era lo que tenía?. Desde el momento en que llegó a mi vida, ella se había vuelto fundamental para mí., 'No conviertas a alguien en tu todo, porque cuando lo pierdas te quedarás sin nada'...Se burló mi subconciente. Yo ya la había convertido en mi todo, pero no la perdí nunca, porque ni siquiera tuve la oportunidad de tenerla. —Harry, ¿Estas aquí? — Me dijo esa voz que tanto odiaba. —¿Qué?..Si, lo siento—Me disculpé con ella. —Vamos salgamos, ya no espero para tenerte en mi cama—Me dijo mordiendo mi lóbulo. Era tan p***. Ni siquiera se respetaba a ella misma. Caminamos hacia la salida y de pronto ella toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. La miré extrañado. —Sonríe amor, hay paparazzis fuera.—Giré y esa masa de flashes estaban otra vez frente a mí. Yo ya sabía lo que ella planeaba, ir tomada de la mano con migo en frente de miles de cámaras, para que luego se inventara el rumor de un supuesto romance y otra vez toda la misma historia de siempre. Como odiaba esos estúpidos rumores. Era algo que no toleraba de la fama. Flashes, flashes, flashes y preguntas. Miles de preguntas. Mientras ella sonreía y posaba como una experta yo solo tiraba de su mano para poder salir de ahí. ¿Qué tan tonta podía ser?.. Dios, !Solo camina! Una vez dentro del auto, ella seguía sonriendo para las cámaras que se encontraban alrededor de esté. Si no se apartaban enserio atropellaría a todos. —Sonríe cariño, las cámaras están para tí—Dijo mirando hacia afuera. Yo no dije nada, solo me concentré en encender el motor y partir de ahí. Un par de manzanas y ya estábamos en su edificio. —¿No subirás?—Dijo tocando mi pierna muy cerca de mi amigo.—Vamos amor, sube un rato. Vamos a jugar. —Si, de acuerdo.—Dije cayendo en su juego de seducción. Me dejé llevar por la lujuria. Subimos hasta su cuarto y cuando quise acordarme ya estábamos besándonos apasionadamente. Era un beso agresivo lleno de pasión, pero no era lindo, no lo estaba disfrutando. Ella solo quería una noche como la vez pasada y listo. Se libró de mi campera, de mi camisa y desprendió su vestido. No se cuando llegamos a su cama. Ella besaba todo mi abdomen y se dedicaba a morder mis labios de una forma que no me agradaba nada. Acercó sus manos a su corpiño y lo desprendió...¡Dios!... Bajo hasta mi cinturón y lo desabrochó. Tiró de mis pantalones y estos desaparecieron al instante. Lo mismo pasó con el resto de nuestras prendas y lo que sigue...es historia.