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Cristal caminaba por las amplias calles de Alexandria a paso lento y tranquilo, miraba todo atentamente, era como si nadie supiera lo que existía afuera, Como si nadie supiera sobre los caminantes y vivieran la vida normal, sin problemas.

-Es increíble, ¿No?,-Alguien llegó a su lado, Ella lo miró y sonrió ligeramente, se había prometido a si misma que no causaría ningún problema,-Me Llamó Ron, Ron Anderson.

-Un gusto,-Sonrió. En realidad no, pensó,-Soy Cristal Deerling.

-Oh, ¿Te gustaría venir con nosotros?,-Le sonrió amistosamente, Ella lo miró sería,-¡Oh, Claro!, Me refería a ir a jugar videojuegos o algo, para que conozcas a los demás.

-Sí, Esta bien, Sólo... debo ir con Rick,-Ella lo miró con una sonrisa forzada, después miró el suelo al ver que el no captaba su incomodidad,-¿Te refieres a ir, Ahora?, porqué tengo algo que hacer y...

-Tranquila, Puedes ir en un rato más, Estaremos en esa casa de allí,-Ron señaló una casa de ahí cerca, Ella la miró y asintió.

-Bien. Nos vemos, Ron.-Se despidió con una seña de mano y caminó en otra dirección, a la casa donde se quedaban.

No tenía expectativa alguna sobre Ron, Sólo era un chico, No era cómo Carl, Ron era... prácticamente nada comparado con Carl, Pero debía hacer amigos, entonces, ¿Porqué no ser amiga de Ron?.

Caminó a paso lento hacia la casa, mientras arrastraba los pies, realmente quería salir, pero no sabía si iban a dejarla, Según había escuchado a Rick, iban a pedirle permiso si Ella o Carl quisieran salir.

Patético. Patrañas. Antes salían sin permiso, ¡Salían a buscar provisiones solos cuando Rick apenas y podía respirar!, ¿Ahora eran sobreprotectores?... No.

Cristal pensó en Daryl, Él no iba a dejarse llevar, él no iba a cambiar, Él se iba a mantener atento a todo movimiento, Él no iba a dejarse manipular.

Cuando Cristal estuvo lo suficiente cerca para ver la casa en la que estaban, pudo divisar a alguien afuera de esta, era una mujer rubia. Cristal paró en seco y siguió mirando, No quería lidiar con otra persona que pensaba que podían hacer lo que harían si no estuvieran los caminantes. Pateo una pequeña piedra y se mordió los labios, mirando atentamente hacía la casa, cuando le abrieron la puerta y cuando ella pasó. Cristal decidió ir a otra parte, No quería lidiar con nadie. Se había levantado con el pie izquierdo ese día, El piso estaba tan limpió que estaba resbaloso, y casi se caí de las escaleras.

Cristal se dió media vuelta y miró todo, Buscando a alguien con quién pudiese hablar, Miró a Carl a lo lejos con Judith en brazos y sonrió, caminó (prácticamente corrió) hasta ellos. Llegó por atrás y empujó ligeramente a Carl por la espalda, mientras gritaba un "¡Bu!".

Después empezó a reír junto con Judith, tomó la mano de Judith, quién apretó sus dedos, Miró a Carl quién rodó los ojos.

-¿Te Asustaste?,-Rió, El negó y sonrió.

-Ya Madura, Niña Mocosa,-Rió, Ella fruncio el ceño.

-Oye, Yo no te insulte,-Lo señaló con el dedo índice, como si lo culpara.

-Está Bien, Ven aquí,-Carl pasó uno de sus brazos por los hombros de Cristal, aunque de inmediato lo retiró, aquella chica sacaba lo poco de Cariño que el tenía, Por otro lado, Cristal estaba roja cuál tomate, miraba el suelo, haciendo que su hermoso cabello castaño le cubriera la cara.

Cuando ella estaba segura de que su sonrojo se había ido, Miró al frente mientras se acomodaba el cabello, Miró a una mujer con el cabello extremadamente lacio, Cristal miró su cabello, el suyo tenía ondas.

-Hace rato hablé con un... ¿Niño?, Dijo qué podía ir a su casa a conocer a los demás, Pero no se si se debo ir,-Le contó, realmente no esperaba ninguna respuesta de su parte.

-¿Irás?,-Fue lo único que él dijo, la miró de reojo.

-No lo sé, tal vez, Deberíamos hacer amigos, ¿no?,-Él no dijo nada más, Sólo asintió no muy convencido.

Hacer amigos, ¿Eh?.

Let Me Love You. √√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora