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–Fanny...– se veía tan frágil, ahí de pie..–Extrañaba verte.

Ella se lanzó a mis brazos, necesitaba un abrazo.

–Jos, lo eh arruinado–empezó a llorar–Fue mi culpa, el se hartó de mi. De mis dramas inmaduros. Tal vez nuestra relación a terminado– acaricie su cabello a ella le gustaba que hiciera eso.

–Tranquila, no creo que se haya hartado de ti. Ninguna persona podría hartarse de alguien como tú.

–El si Jos. Y todo fue mi culpa.

–¿Quieres hablar de eso?–le cuestionó.

–Si, por eso vine a buscarte.

–Pero ya no llores, me parte el alma verte así.

–Trataré–nos dirigimos a mi cama, para sentarnos ahí–Todos los problemas empezaron desde el lunes de la semana pasada, cuando el regreso yo fui la que se porto grosera con el. Después ese mismo día, fuimos a mi casa. Todo estuvo bien, hasta que empezamos a pelear. Durante los siguientes días, creo que estábamos bien, pero yo lo sentía distante como que algo le molestaba, pero trate de ignorarlo. El día de hoy, veríamos una película en mi casa, cuando llegó lo primero que hizo fue preguntarme por ti y por mi–rayos–A partir de eso empezó la pelea, luego yo de estupida le reclame sobre su ex novia. Y en ese momento todo cambio, el cambio, el se convirtió en otra persona. Me dio miedo, pensé que me iba a hacer algo.

–Dime ¿que no te hizo nada?–ella solo negó con su cabeza, me sentí aliviado.

–Le cuestioné el porqué había mentido de su ex y el me dijo que aún la ama-empezó a llorar más–Pero que ella si falleció. Por último el se fue muy enojado, dejándome ahí a fuera de mi casa. Me dijo que luego hablábamos. Pero lo dudo Jos, siento que ese fue el final–se recostó la en la cama.

–No estés así, si el te dijo que lo hablarían es porqué así va a ser. Cuando el este más tranquilo, tal vez te explique todo y puedan arreglar su situación. Ya no llores más, me rompe todo verte así.

–¿Tú crees?

–Si, si creo. Dense su espacio, lo necesitan. El te buscará cuando este listo

–Ojalá sea así, Jos–ya se escuchaba más tranquila–Gracias por escucharme.

–Para eso estamos–me recosté a lado de ella–Me alegro que hayas venido.

–Eras el único disponible. Hasta se me hizo raro.

–Ya casi no salgo, me la paso aquí en mi casa.

–¿Seguro que eres el Jos Canela del que yo me enamore?

Sentí esperanza al escuchar eso.

–No. Esta versión de Jos Canela, es algo más madura–ella empezó a reír. Lo había logrado.

–Me agrada esta versión madura de ti.

Me giré, para quedar de costado y observarla bien. En este momento ya tenía pequeñas ojeras, de tanto llorar y sus ojitos estaban demasiado rojos. La punta de su nariz, estaba un poco roja. Pero aún así, se veía tan linda.

–Deja de verme Canela–gruñó.

–No te estoy viendo.

–No mientas–ahora ella se volteó, quedando frente a frente–Hola–rió como pequeña.

En ese momento un mechón de su cabello, se posicionó sobre su rostro haciendo que se cubriera un poco. Lo tome entre mis manos con algo de nervios y lo pase detrás de su oreja.

–Listo, has quedado di vi nadije con gracia.

Ella soltó una carcajada demasiado fuerte.

Begin Again; bm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora