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Cuando íbamos a subir, nos encontramos a Jos, el iba bajando. Se limitó a sonreírnos.

Al llegar y abrir la puerta, noté que en mi cama habían varios "regalos", suponía que mis amigos eran los encargados de traerlos.

–¿No tienes sueño?

–Aún no, pero ya me canse de usar estas cosas–dije, aventando los tacones a dónde cayeran.

Bryan, empezó a quitar las cosas que habían sobre mi cama y las coloco en la mesa. Y en cuestión de segundos, el ya estaba acostado en ella. Camine hacia el y me recosté a su lado.

–Son casi las 3:00 y aún está muy llena la casa–me queje.

–Ya no han de tardar en empezarse a ir.

–Ojalá.

El se recostó de lado de manera que sentía su respiración en mi oreja, tomo mi mano y comenzó a jugar con ella haciendo que sus dedos se entrelazaran con los míos y de veces acariciaba mi palma, mientras yo mantenía la vista directa al techo, pasados unos segundos me gire para quedar frente a frente y poder mirarlo, después de un suspiro junte mis palmas formando una almohada con ellas, las puse bajo mi cabeza para darme más altura y me limite a mirarlo directamente a los ojos, amaba mirarlo. Sentía que los latidos de mi corazón se aceleraban y se detenían al mismo tiempo, y me estremecí un poco cuando tomó un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mí oreja.

–¿En qué piensas?–me pregunto mientras sonreía, yo negué con un movimiento ligero de cabeza, y después de una pausa respondí.

–En ti, en nosotros, que me gustas–Bryan respondió con una sonrisa, y después se acercó a mí de manera lenta y ¿tímida? Pero se frenó a escasos centímetros de mis labios, como si esperara una autorización de mi parte.

Mire sus labios, lo mire a los ojos y me moví hacia el frente para deshacerme de la pequeña distancia de nuestras bocas y plantarle un beso, primero fue un beso tierno, pausado, con pequeños intervalos para respirar, y sonreí un par de veces mientras lo hacía, como diciéndole que me encantaba.

Tomó mi rostro con su mano, y sentí que comenzaba a besarme más profundo, como si le diera temor soltarme, se acercó un poco más a mí y se levantó un poco apoyándose con su antebrazo haciendo que girara para quedar bocarriba, entonces dio un pequeño mordisco a mi labio inferior, solté un suspiro ante aquello, como si me hubiera robado el aire en ese instante, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo metí mi lengua en su boca y él la recibió gratamente mezclando nuestras lenguas en una batalla.

Bajo su mano hasta mi cintura y la presionó haciendo que nuestros cuerpos se acercaran un poco más, como si intentara fusionarlos, como respuesta a su tacto y pareciendo más un movimiento de reflejo, subí mi pierna hasta su cadera, él la tomo y la apretó levemente haciendo que nuevamente mi corazón estallara en un sinfín de emociones, enrede mis dedos en su cabello y con mi mano derecha acaricie el brazo que tocaba mi pierna.
Aquel beso era más de lo que había recibido hasta entonces, nuestras respiraciones se aceleraron un poco más, y para darnos chance de respirar, Bryan llevó su beso a la comisura de mis labios y lo recorrió hasta mi mejilla, que poco a poco fue bajando sus labios hasta llegar a mi cuello y como movimiento sincronizado llevo su mano hasta mi cintura por debajo de mi vestido, no sin antes hacer una parada breve en mi trasero. Con sus largos dedos rozo mi espalda y me estremecí nuevamente ante su tacto y como marcando un camino en mi cuello fue depositando pequeños y tiernos besos desde mi clavícula hasta regresar nuevamente a mis labios. Su mano continuaba debajo de mi vestido y la recorría desde mi abdomen hasta mi espalda como si quisiera cubrir cada centímetro de ella con la yema de sus dedos. Rodee mi pierna en su cadera y como si fuera posible que algún centímetro estuviera entre nosotros lo acerque más a mi cuerpo. Bryan se colocó completamente sobre mi, apenas sosteniéndose de sus brazos como para no aplastarme, mis pulmones estaban a tope y parecía que una clase de electricidad me recorría el cuerpo cada que Bryan tocaba un punto distinto de mi. Metí mis manos entre su camisa tocando su espalda, poco a poco la fui recorriendo hasta que tuvo medio torso descubierto y yo era libre de tocar.
No se cuánto tiempo llevábamos en mi habitación teniendo un momento para nosotros dos, pero corté el beso e intente apartarme de Bryan en cuanto escuché que la puerta se había abierto. ¿Acaso no le había puesto seguro? Que estúpida.

Begin Again; bm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora