Begin Again; bm.

18.

Los rayos del sol penetrantes en mi rostro hicieron que me despertara. Con mis manos talle mis ojos y lo que veía era el azul del cielo; ¿Qué estaba haciendo aquí? Poco a poco los recuerdos de hace unas horas vinieron hacia mi y no pude evitar sonreír.
Voltee hacia mi lado izquierdo y me lleve una imagen muy tierna, Bryan estándo dormido parecía un niño chiquito, la luz del sol hacia que sus facciones resaltarán más; Me perdí observándolo, este momento era muy lindo y mi sonrisa lo demostraba.

—Hey holaa–su voz adormilada lo era todo.

—Hola–trate de disimular mi felicidad–¿Porque nos quedamos aquí dormidos?.

—Tu fuiste la primera que se quedo dormida–me sonrió–Te veías muy linda dormida y no pude despertarte.

—Si, ¿Ah linda te refieres con todo el cabello despeinado y de seguro saliva?–empezó a reír–De seguro igual ya estabas dormido por eso no te fijaste bien en mi...

—Si digo que te veías linda, es porque es la verdad–no pude llevarle la contraria–Después de que te dormiste, me quedé un rato más despierto e igual caí rendido–empezó a levantarse–Aunque no sé de dónde salió esta cobija–tomo la cobija.

—Supongo que alguno de los chicos la trajo–sonreí–Sabes es un poco incomodo dormir en el pasto–empecé a estirar mis brazos, me dolía un poco la espalda.

—Pero valió la pena–igual el empezó a estirarse.

—Claro–me agaché y tome la cobija–Vamos arriba.

Se sentía un poco de frío, cuando entramos a la casa me lleve una imagen muy graciosa.

Frida estaba en uno de los sillones dormida junto con Alex; Aby estaba en el tapete de la sala y esta parecía muerta; Alan estaba en otro de los sillones junto con la chica que ayer nos había presentado y por último Alonso estaba igual tirado en el tapete de la sala abrazando a Wen.

—Vaya parece que están muertos–comentó Bryan en voz baja–No hay que hacer ruido.

Tenía ganas de reírme pero me contuve la risa.

Cuando subimos, arriba había un desorden total vasos y más vasos tirados por todos lados; la limpieza iba a estar pesada.

Suponía que si Freddy no estaba abajo con los demás, debería de estar en su habitación pero tenía miedo de entrar no quería llevarme una imagen que me traumara.

Me asomé a la habitación de mis padres y esta estaba intacta; nadie había entrado aquí y era algo que agradecía.

—Este es mi cuarto.

Cuando entramos igual estaba intacto, nadie había entrado.

—Tu cuarto me recuerda al de mi hermana.Peluches y fotos de artistas–sonrío.

—Es que amo a los peluches ¿sabes?Tengo más pero están guardados–camine hacia el mueble donde habían varios peluches–Este se llama Tortin–le enseñe un osito.

—Y ¿porque se llama así?–me pregunto riendo.

—Porque ve–se lo enseñe–Trae una mini torta–cuando termine de decir eso, el empezó a reír mucho–Te ríes de mí ¿Cierto?–pregunte muy indignada.

—No, no me río de ti–se acercó a mí–Solo que eres muy tierna–acaricio mi cabello.

—Te creeré–otra vez las mariposas regresaban–Si quieres acuéstate en la cama para que tu espalda descanse.

—Te tomaré la palabra–se sentó en mi cama—¿Tú no te vas a acostar?.

—No, me daré un baño rápido porque ve cómo está mi cara, parezco mapache–el empezó a reír.–No tardaré.