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WILLIAM

Veo que Dominic comienza a ponerse pálido.

- Dom.... Dom... - comienzo a llamarlo. Esta tambaleándose - ¿Estas bien?

Al terminar la oración veo como se desvanece, reaccionó justo a tiempo para sostenerlo entre mis brazos.

Tomo su mentón y lo giro para verlo. Estaba inconsciente.
Lo cargo como a un saco de papas y subo hasta mi habitación. Lo recuesto en mi cama.

Me siento en la cama a su lado izquierdo apoyando mi espalda en el respaldo.

Lo miro. Es tan hermoso.

Me acuesto de costado para mirarlo mejor. Pasó las yemas de mis dedos por su cara. Tocando suavemente sus labios, y pasando la yema de mi dedo índice por su tabique. Sonrió al recordar escucharlo reír.

Me pongo serio, me giro y quedó mirando al techo.

No está bien lo que hago. No puedo estar haciendo esto con uno de mis alumnos. Yo no soy así, suelo meditar mucho las cosas antes de actuar. Pero con el no puedo, actúo impulsivamente cuando se trata de Dominic.

Lo vuelvo a mirar. No se si pueda estar sin el. Desde que lo conocí ah tenido un efecto muy fuerte en mi y se intensificó la noche del club.
Me pasé toda la semana pensando en el sábado. Pensando en el día en que podría estar solo con el. Me moría por besarlo, por tocarlo, por volver a escuchar su risa y verlo sonreír.

Me levanto de la cama y bajo. Agarró mi celular y llamo al único al que puedo contarle esto sin que me regañe ya que es peor que yo.

*Llamada*
- Hola Willy - dice mi hermano.

- Hola Patty - salgo afuera y comienzo a caminar descalzo por la arena.

- Al fin apareciste, mamá estaba preocupada. ¿Te encuentras bien?

- Mamá se preocupa por todo. Estoy bien. ¿Vos cómo estás? ¿Estas con alguna chica? Puedo llamar más tarde.

- No, estoy solo. La chica de anoche ya se fué.

- ¿Estás preparándote para la de esta noche?

Mi hermano es muy mujeriego, toda las noches una chica distinta.

- Ya me conoces.

- Si y me preocupa.

- Ya suenas como mamá. Tengo 24 años, solo quiero pasarla bien, vivir bien mi vida. Ya tendré tiempo para hacer lo demás. ¿Que hay de ti? ¿Alguien importante?

- Si, de eso quería hablarte.

- ¿Que pasó?

- Conocí a alguien, y me gusta mucho pero hay un problema, uno muy grande.

- ¿Cual? - pregunta extrañado.

- Es uno de mis alumnos.

Patrick comienza a reírse - ¿Lo dices en serio?

- Si, hablo enserio - digo algo molesto.

- Está bien, lo siento es que no puedo creerlo. No es propio de ti.

- Ya lo sé, por eso necesito un consejo. No se que hacer. Esta mal lo que estoy haciendo, pero no quiero dejarlo ir. Hace años que no me sentía de esta forma. Llegué a pensar que jamás me sentiría igual. Pero acá estoy, perdiendo la cabeza por un chico de 18 años. ¿Soy un pervertido?

- ¡William! - grita mi hermano enojado - No digas eso, no seas idiota. Eres el hombre más bueno, honesto y decente que conozco. - hace una pausa - ¿Y el te corresponde? Me refiero a que no es esa clase de chicos que cada semana tienen un novio diferente.

Destinados a EncontrarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora