Caso Parker || L.P ||

Capítulo 5- Nuevo apartamento con solo una cama.

El paramédico colocaba con cuidado la venda sobre la mano derecha de Julie. Ella hacia muecas, pero no dejaba salir un aullido o gemido de dolor, no quería que pensaran que era débil. Liam estaba parado frente de ella mirando fijamente que le colocara bien las vendas. Conocía a James, el paramédico, y sabía que era uno de los mejores; pero aun así quería asegurarse.

—Terminamos —dijo James dejando la mano de Julie sobre el regazo de ella.

—Gracias —dijo ella. Mostró el esbozo de una sonrisa.

—¡Payne! —se escuchó a alguien gritar a unos cuantos metros. Todos voltearon hacia donde la voz venía, era Harry.

—¿Qué sucede Styles? —dijo Liam parándose de forma protectora cerca de Julie.

—Creo que hay algo que tienes que ver —dijo cuando estuvo ya frente a ellos. Volteó a ver a Julie antes de seguir—. Y Julie tal vez necesite verlo.

Julie y Liam se miraron en cuanto Harry terminó de decir aquello. ¿Qué era tan importante o especial para que Julie lo tuviera que ver?

—Está bien si no… —comenzó a decir Liam.

—No, Liam… está bien —dijo ella con una media sonrisa. Harry ya había hablado y a Julie le había picado la curiosidad.

Liam le ayudó a ponerse de pie mientras la tomaba por el antebrazo. El ataque que había recibido la había puesto débil y se sentía mareada.

Llegaron hasta el garaje, guiados por Styles. A un lado de él, justo donde Liam solía poner los cubos de basura, había varios peritos recolectando evidencia.

—Por Dios… —dijo Julie antes de llevarse una mano a la boca.

La pared exterior al garaje estaba cubierta de letras en color negro. La mayoría eran referentes a la personalidad o cosas en común de Julie, también había fechas. Pero eso no era lo traumático. Sobre las palabras en negro había una frase escrita en pintura roja.

“TIC TOC, TIC TOC… TÚ DECIDES QUIEN MÁS MUERE, LINDA”

Julie sintió como todo su cuerpo comenzó a temblar, las piernas las sentía como gelatinas, sus manos no dejaban de moverse. Los recuerdos de aquella noche, que solo hacía unos segundos había recordado, volvieron a su mente.  Cerró con fuerza los ojos, intentado que todo desapareciera.

Liam la tomó con fuerza por la cintura. Logró hacerlo a tiempo antes de que ella pudiera caer al suelo. Sabía que le había afectado. Y más con los recientes recuerdos del día en el que la secuestraron.

—¡Julie! ¡Liam! —gritaron. Era Niall que venía casi corriendo para encontrarse con ellos.

—¡Gracias a Dios, Nialler! —dijo Liam en cuanto estuvo ya a unos cuantos metros.

Se sentía aliviado. Quería encontrar al responsable que había hecho todo aquello, pero no podía por Julie. Tenía que ver que se encontraba a salvo, pero también tenía que estar viendo que los peritos hicieran bien su trabajo. O se concentraba en Julie o en el trabajo.

—Me acabo de enterar. Vine tan rápido como pude —le dijo tomando una bocanada de aire—. ¿En qué ayudo?

—Llévate a Julie. No importa a donde, pero asegúrate que este segura y no le quites el ojo de encima en ningún momento, ¿ok?

A Niall se le hacía extraño que Liam se preocupara tanto por una víctima, pero cuando se obsesionaba con un caso era mejor seguirle la corriente y no reclamarle nada. Él hacia su trabajo a su manera.

Asintió y tomó a Julie para llevársela.