Caso Parker || L.P ||

Capítulo 27- Un nuevo cadáver.

Habían pasado tres días desde la cena con Dereck, las cosas entre él y Liam se habían calmado. Julie se sentía más aliviada de saber que su hermano y el amor de su vida se llevaran de maravilla.

Dereck había ido diario a verla. Quería estar con ella tanto tiempo le fuera posible. Le había dicho a Julie que solo estaría un par de días en Manchester antes de que volviera a Estocolmo a seguir cuidado a su madre.

Julie pensaba en todas las pláticas que había tenido con él mientras estaba recargada en el alfeizar de la ventana de la sala. Se le había vuelto una costumbre ver por la ventana todas las tarde, le gustaba ver el transcurso de la vida con una buena taza de té o chocolate caliente. Le gustaba mirar por la ventana mientras Liam tomaba una siesta en la tarde o mientras él terminaba sus reportes.

— ¿No puedes hacerlo tú, Styles? —Julie prestó atención a lo que Liam hablaba por teléfono—. ¿Es tan necesario que vaya?... Bien, bien, ¡bien! —Gritó él con un poco de frustración—. Dame 15 minutos y estaré ahí.

Fue obvio para Julie que Liam tenía que volverse a ir. Por el rabillo del ojo vio que Liam ya se había parado de la silla y caminaba en dirección a ella.

—Juls… —comenzó a llamarla él con dulzura.

—Tienes que irte, ¿no es así? —Julie fue directo al grano.

—Así es —Liam se sentó frente de ella y le mostró un rostro llenó de cansancio y fastidio—. Intenté que Harry se hiciera cargo, pero dice que es importante que este ahí.

De pronto a Julie dejó a un lado sus sentimientos de frustración. Con el tiempo que llevaba viviendo ahí sabía que si Harry le decía a Liam que tenía que estar ahí era porque era algo importante.

También entendía que su trabajo era importante. Si no fuera por él, que no se cansó de buscarla en todo Manchester, no podría estar conviviendo con él y disfrutando de su compañía.

—Ve, cariño —le dijo ella colocando su mano en la mejilla de él—. Si Harry dice que vayas es porque es importante.

“¿Cómo es posible que me haga cambiar de opinión con solo una mirada?”, pensó Liam mientras le regalaba una sonrisa a su novia.

—Solo porque tú me lo dices —le respondió Liam.

Se miraron por unos segundos más antes de que Julie acercara su rostro al de él y comenzara a besar sus carnosos labios. En ese beso Julie intentaba explicar la frustración que a veces llegaba a sentir cuando Liam no estaba a su lado, pero también la admiración que sentía por verlo luchar contra todos y triunfar.

—Te quiero —le dijo ella después del beso.

—Y yo a ti, Juls —le respondió Liam.

Los siguientes minutos Liam se dedicó a ordenar su portafolio y revistar que todo estuviera en orden. Julie lo veía todo desde el alfeizar en la ventana, le gustaba ver como él se movía con agilidad y sin hacer ruido alguno.

—Espero volver para la cena —le dijo Liam en el umbral de la puerta.

—Te esperaré —fue todo lo que ella dijo.

Se despidieron mandándose un beso antes de que Liam cerrara la puerta. Cuando Julie vio la puerta cerrarse volvió a mirar por la ventana la ajetreada actividad de las personas en la calle.

Pocos segundos después vio a Liam salir de su edificio y caminar hasta su auto en la acera de enfrente. Había vuelto a recibir una llamada y, al parecer, por lo que su interlocutor le decía no eran buenas noticias. Sus cejas se encontraban fruncidas, sus ojos agudos, sus labios como una simple línea. Subió a su auto antes de que Julie pudiera averiguar más, había colocado la sirena por lo que aquello era de vida o de muerte.