Caso Parker || L.P ||

Capítulo 11- Siempre te protegeré.

Sus párpados eran cada vez más pesados y le costaba su mayor esfuerzo mantener abiertos los ojos y fingir estar prestándole atención al programa que estaba viendo con Zayn y Perrie. “¿Cuánto más tardaras, Liam?”, pensaba ella somnolienta. Quería irse al departamento y caer rendida en la cama para despertar hasta el día siguiente.

— ¿Sueño? —le preguntó Perrie al verla cabecear en la sala.

—No, para nada —mintió Julie. Le dedicó una afable sonrisa y volteó de nuevo hacia la tv.

—Ahora vuelo —escuchó decir a Zayn cuando se paró y salió de la sala.

“Cerraré los ojos, pero solo por 10 segundos. No más, no menos”, se ordenó Julie en su mente. Uno, dos, tres, cuatro…

No logró llegar a la mitad cuando ya se encontraba profundamente dormida. Sus párpados se sellaron y su respiración comenzó a ser regular y profunda.

— ¿Se durmió? —preguntó Zayn al entrar de nuevo a la sala.

—Cayó como roca —dijo Perrie viendo con dulzura a Julie recostada en el brazo del sofá.

—Si se queda así terminará con tortícolis —Zayn entró más a la habitación y Perrie vio lo que traía en las manos.

— ¿Traes una manta?

—Sí, la vi desde hace unos minutos cabeceando. Venga, ayúdame a acomodarla.

Perrie dejó el control en la mesita de centro y ayudó a Zayn a acomodarla en el respaldo del sofá. La colocaron de lado y Zayn la cubrió con la manta. En el rostro de Julie se vio agradecido por aquella atención.

Zayn se sentó junto con Perrie en el otro sofá. Pasó un brazo por hombros de su novia y se dedicaron a ver el programa, o lo que quedaba de él.

Liam tocó a la puerta cerca de una hora después. Zayn fue quien abrió. Se encontró con un despeinado Liam esperándolo con una pequeña sonrisa en su rostro. Lo invitó a pasar.

— ¿Y Julie? —preguntó mientras caminaban hacia la sala. No hizo falta que Zayn contestara, Liam se encontró con una Julie dormida plenamente en el sofá más grande de la sala.

—Hace una hora que durmió. ¿La despertarás? —le preguntó Zayn.

—No, creo que me la llevaré cargando al auto. Fue un día largo —le sonrió a Julie a pesar de que ella no lo podía ver.

—Dame las llaves, te abriré la puerta en lo que la cargas.

Liam se las dio y retiró con cuidado la manta que Zayn le había colocado. Deslizó sus manos por detrás de las rodillas y la espalda de Julie. Pensó que se despertaría, pero ella ni se inmutó. La acomodó entre sus brazos y con una sonrisa se despidió de Perrie.

Recorrió el camino hasta su coche sin ninguna complicación. Zayn ya le había abierto la puerta del copiloto. Depositó a Julie con cuidado en el asiento y le colocó el cinturón. Pensó en plantarle un beso en los labios, pero pensó que eso era demasiado y más con Zayn a su alrededor. En lugar de eso, cerró la puerta y se volteó hacia Zayn. Le dio las gracias por cuidar a Julie y se despidió de él.

Entró de nuevo al auto y comenzó el camino al apartamento. Trascurrió medio camino sin hablar, escuchando las canciones que pasaban en la radio. Toda la armonía que había mantenido se evaporó cuando llegó la hora del tráfico. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, pero todos querían entrar y salir sin seguir ninguna regla de tránsito.

— ¡Avanza, carajo! —gritó Liam cuando un conductor estaba a medio camino, dejando sin oportunidad de pasar a Liam.

Julie abrió los ojos en cuanto escuchó el gritó de Liam. Sentía un poco los ojos pesados y el cuerpo igual. Pestañeó varias veces hasta que sus ojos dejaron de arder por abrirlos tan rápido. “¿Dónde diablos estoy?”, se preguntó. Volteó a ver hacia su lado derecho. Liam seguía lanzando insultos a diestra y siniestra.