Capítulo 30- Demasiado tarde.

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Sus ojos se abrieron poco a poco. En un principio, todo se veía borroso y le era imposible centrar su vista en algo. Tuvo que parpadear varias veces para poder dejar de ver las cosas borrosas.

Lo primero en lo que enfocó la mirada fue en los pequeños trozos de vidrio marrón que tenía cerca. Algunos de ellos tenían manchas rojizas.

Sus extremidades comenzaron a dolerle, por lo que se fue colocando de pie con cuidado y lentitud. Junto con eso, su cabeza estaba a punto de estallar.

Debo de tomarme una aspirina”, pensó al momento en el que se recargaba en la pared a un lado derecho.

Antes de que pudiera siquiera pensar en lo que estaba sucediendo, la puerta del apartamento se abrió de una patada. Zayn estaba tan asustado que no fue capaz de gritar, lo único que logró hacer fue quedarse pasmado, con los ojos abiertos y el corazón latiendo cada vez más rápido.

— ¿Zayn?

Harry y Liam estaban con las armas en alto, buscando quien sabe qué en el apartamento. El primero en ver al atónito Zayn Malik fue el rizado que por poco y le dispara en el torso.

— ¿Qué diablos…? —comenzó a preguntar Harry.

— ¿Dónde está Julie? ¡¿DÓNDE MIERDA ESTÁ JULIE?! —gritó Liam histérico.

Había tardado más de 10 minutos en comprender lo que aquella carta decía y todavía 15 más en cruzar casi todo Manchester para poder llegar al apartamento en el que vivía con Julie.

En aquellos momentos Liam no dejaba de pensar lo peor, movía las manos histéricamente, las lágrima amenazaban con recorren sus mejillas y su respiración era entrecortada.

—No lo sé —dijo Zayn en un susurro.

Tenía miedo, mucho miedo. Acababa de despertar de aquel horrible golpe y lo primero que encontraba era a un furioso e histérico Liam Payne.

— ¿¡Cómo que no sabes!? —le gritó Liam.

Harry se dio cuenta de la apariencia de Zayn. Sus ojos estaban demasiado grandes, su tez era pálida y era evidente su miedo. Pronto notó que por el cuello y el lado izquierdo del rostro había hilos de sangre.

—Liam, cállate —dijo Harry tomándolo por su hombro—. Zayn está claramente herido. Tenemos que llamar a una ambulancia.

Zayn se llevó una mano a la cabeza y notó que tenía una herida de al menos 5 centímetros. Sintió pequeñas partículas de vidrio y su cabello apelmazado debido a la sangre seca. El horror se apoderó de él y por poco se volvía a desmayar.

—No, tranquilo —Harry lo sostuvo y comenzó a llevárselo al sofá más cercano—. La policía ya viene en camino.

Le hizo un gesto a Liam, que seguía al borde de las lágrimas, para que llamara por una ambulancia. Éste lo hizo sin pensárselo dos veces.

Cuando hubo terminado la llamada recorrió el apartamento con el corazón en la garganta. Empezó por la cocina donde no había rastro de su novia, siguió por el cuarto de lavado en donde todo estaba en orden, por último fue al cuarto y vio que todo seguía tal y como lo dejó cuando había ayudado a Julie a tender la cama. No era necesario que revisara el baño, ya que desde su posición podía notar que estaba  vacío.

Ahora sí dejó salir un gemido de dolor, las lágrimas estaban sobre sus mejillas y su garganta se había cerrado.

Llegué demasiado tarde”, pensó mientras se recargaba en la pared contigua.

Lo único que quería en ese momento era tirar y romper todo a su alrededor. Sentía una gran necesitada de buscar a Julie en cualquier rincón del lugar. Tirar todo, romper todo, poner el apartamento patas arriba para saber si ella había decidido esconderse en el rincón de algún lugar. Estaba a punto de comenzar a liberar su ira cuando una rota voz lo hizo parar ese impulso.

Caso Parker || L.P ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora