Caso Parker || L.P ||

Capítulo 12- El psiquiatra.

—No entiendo en que servirá esto —dijo Julie dubitativa mientras veía a Louis al otro lado de la sala.

— ¡Servirá mucho! —chilló Louis intentando animarla—. Así, Liam podrá investigar si alguien o algo de tu pasado o familia pudieron haber causado lo de tu secuestro.

Julie seguía sin querer hacer lo que Louis le pedía. Sí, habían tenido varias terapias juntos, pero aquello que le pedía era algo demasiado personal. ¿Hablar de su pasado? Aun le costaba recordar aunque sea una parte; la hacía llorar y lamentar su existencia. Había ido con un psiquiatra por ayuda, pero por más sesiones que tuviera no funcionaba.

Ahora estaban en la mediana oficina que Louis utilizaba para sus terapias en el edificio de SOCA. Estaba pintado de colores neutros y algunos de color pastel. Estaba cómodamente sentada en un ancho diván.

—Hazlo, ¿por favor? —prácticamente Louis le estaba rogando.

—Bien —respondió resignada. Bajó la mirada hasta sus manos y comenzó a hablar—. Nací en Glasgow y me mudé a Manchester cuando tenía 5 años. Tuve una buena infancia al lado de Paula, mi mejor amiga y a quien considero como mi hermana. A los 12 años diagnosticaron a mi madre con cáncer pulmonar, fue ya tarde y lo único que podían hacer era mitigar el dolor. Fue una época difícil para todos —tomó una bocanada de aire y prosiguió—. Mi madre murió cuando yo tenía casi 15 años. La relación con mi padre empeoró, él se volvió alcohólico y a mí me ignoraba y culpaba por la muerte de mi madre. Por suerte, mi primo Dereck estuvo ahí para mí y me ayudó mucho mientras vivía en casa con mi padre. Cuando cumplí los 18, Dereck me llevó a vivir con él. Al principio vivíamos justo como Liam y yo ahora: en un departamento con una sola habitación. Cuando encontró trabajo nos mudamos a uno más amplió, hemos vivido ahí desde entonces.

Louis miraba con atención a Julie mientras relataba el resumen de su vida. Tenía el ceño fruncido y de vez en cuando tomaba notas en la pequeña libreta que estaba sobre sus piernas.

“¿Qué es lo que no quieres de descubramos? ¿Qué hay en tu pasado que te afecta tanto?  ¿Algo te hizo tu padre? Debiste de vivir un infierno después de la muerte de tu madre como para que Dereck haya tomado cartas en el asunto”, pensaba Louis mientras escuchaba a Julie.

— ¿Alguna vez considero Dereck en llevarte con un psicólogo o psiquiatra? —preguntó Louis un poco después.

—Sí, hablamos sobre eso varias veces. Me llevó con un psiquiatra, pero las cosas no salieron bien y mejor lo dejamos todo.

— ¿A qué te refieres con que las cosas no salieron bien?

—Los métodos que él utilizaba no eran para nada cómodos y a Dereck le parecieron extremistas —Julie al recordar las extrañas sesiones con el psiquiatra, se sintió incómoda y la piel se le erizó.

— ¿Puedes decirme más o menos como eran sus métodos?

Julie se sentía incómoda cada vez más, ¿pero qué podía hacer? Tenía que hablar para así ayudarlos a atrapar al sujeto que la había secuestrado.

—Quería que confrontara de forma física a mi padre para hacerle sentir como me había sentido, que caminara en ropa interior por la calle para dejar a un lado de pena y… que fuera a acampar sola en el bosque para así lograr independizarme. No recuerdo que más, pero esos eran los principales métodos que quería probar conmigo.

“¿Qué diablos con el sujeto? ¿Cómo alguien, siendo un profesional, quiere que sus pacientes afronten sus miedo de una forma tan radical?”, pensó Louis con un poco de incomodidad.

— ¿Qué dijo Dereck al saber sobre los métodos? —dijo Louis evadiendo sus pensamientos de desagrado hacia el sujeto.

—Se molestó, mucho. Le dijo que aquellos métodos eran extraños y demás cosas —Julie mostró una cara llena de disgusto—. Tuvieron una pelea y yo jamás volví a ver al psiquiatra.