Caso Parker || L.P ||

Capítulo 20- Una noche llena de recuerdos.

Harry y Niall se encontraban en un pequeño pub irlandés cercano a donde habían estado trabajando la tarde y parte de la noche. Estaban sentados en una pequeña mesa privada, alejada del ajetreo del resto de los clientes –principalmente irlandeses o descendientes de- que veían con euforia un partido de rugby.

Niall daba pequeños tragos a su cerveza, la vista la tenía fija en el portavasos y sus pensamientos lo estaban llevando al colapso. Al otro lado de la mesa, se encontraba Harry viéndolo con tristeza.

“Justo ahora podría estar teniendo sexo con dos chicas a la vez, pero ¿de qué me serviría si sé que mi mejor amigo esta tan desanimado?”, pensó Harry mientras mantenía su vista fija en su amigo. “Tal vez podría decirle que me acompañe a la fiesta de Cara, pero sé que no aceptaría, además de que sería un desconsiderado haciéndolo. No puedo llegar y decirle ‘Oye Nialler, sé que estás hecho mierda pero creo que un rapidito con una castaña curvilínea no te caería mal’. Lo mejor es esperar hasta que decida hablar”.

— ¿No quieres saber lo que me sucede, Styles? Siempre has sido, de todos, el más curioso —le dijo Niall como si le hubiera leído el pensamiento.

—Claro que quiero saber, pero no quiero presionarte. Este asunto es delicado para ti y pienso esperar el tiempo necesario para que me digas que te ocurre, claro, si quieres decírmelo —le respondió Harry con su ronca voz.

Pasaron varios minutos en silencio. Harry dirigió una mirada a su alrededor. Todos llevaban puesto el jersey deportivo de rugby del partido Nacional de Irlanda. Por su mente pasó lo que se sentiría ser alguien como aquellos hombres que observaba. Poner el deporte primero, las mujeres después junto con el alcohol.

—La conocí hace un año y medio atrás o hasta más tiempo, a Lya —comenzó a hablar Niall. Harry dirigió su mirada a su amigo y concentró toda su atención en él—. Era una fiesta de la Universidad, Deo me había invitado. Recuerdo que ella traía un vestido color rosa que le quedaba extremadamente corto, le llegaba poco debajo del muslo y cada pocos segundos llevaba sus manos al final de éste para bajarlo lo más posible.

El ojiceleste soltó una risa, pero no era la típica risa que soltaba siempre. Esta risa estaba llena de soledad, tristeza y añoranza. Harry detectó de inmediato que para Niall, Lya había sido alguien importante en su vida.

—La mayoría de los hombres (si no es que todos) se la comían con la mirada, yo no aguanté más y fui por ella. Lya estaba muy incómoda con todos a su alrededor así que la llevé al jardín de la casa en donde era la fiesta. Le presté mi sudadera, que era más larga que su vestido, para que la usara y alejara las miradas curiosas. Pronto comenzamos a hablar y entre tanto reíamos y hablábamos sobre cosas de nuestra infancia.

»Después de esa fiesta nos seguimos viendo y en ocasiones teníamos citas. La quería Harry, la quería demasiado —le dijo a su amigo con tono lastimero. Algo dentro de Harry se rompió al ver a su amigo tan mal—. Hubo unos cuantos besos ocasionales y tal vez una que otra noche la pasamos juntos —sonrió ante aquel lindo recuerdo—. Las cosas se fueron al caño cuando yo ingresé en SOCA.

»Mi tiempo era limitado, justo como ahora. Me levantaba, iba a la Universidad, hacia mis prácticas en SOCA, llegaba a casa con apenas tiempo para hacer mis tareas. Le dije que por un tiempo solo podríamos hablar por teléfono y las salidas prácticamente eran imposibles. En un principio ella estuvo de acuerdo, pero pasados los dos meses se cansó. Decidimos dar lo “nuestro” por terminado, a ambos nos dolía pero sabíamos que era lo mejor.

— ¿Y qué sucedió?

Para ese punto, Harry estaba más interesando que nada. Sabía vagamente que Niall estuvo saliendo con una chica, pero no conocía todos los detalles. El ruido de los hombres a escasos metros de ellos no le importaba ni le dificultaba escuchar la historia de Niall. Desde cierto punto, Harry parecía una adolescente escuchando a su amiga contándole el chisme del año.