Capítulo 19- El homicidio de Lya McCall.

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No era la indicada, demasiados gritos y muy zorra. Pensó que al ofrecerse a mí, seduciéndome, podría liberarla. “Seré todo lo que quieras que sea, pero no me mates” fueron parte de sus últimas palabras.

A Sarah le fallaban sus ojos y a la zorra de Lya era más pelirroja que mi Julie. Seguiré buscando el remplazo perfecto a menos que usted decida entregármela. Si usted desea la última opción salvará a todas las pelirrojas de Manchester y todos seremos felices. ¿Qué dice?

Al final de la carta estaba escrita una dirección. Los había dirigido al barrio pobre de Manchester, en donde uno no podía salir solo de su casa sin ser asaltado o herido de gravedad. Era ahí a donde se dirigían Liam y Harry. Al salir de la oficina de Mattis Knutas habían pedido refuerzos hacia la dirección de la carta.

Mientras que Harry conducía como si el diablo fuera tras de él, Liam observaba de forma atenta la foto, buscando algún objeto en la foto con lo que pudiera trabajar.

Esta vez no era una polaroid a color. Era una foto tomada con una cámara profesional, de al menos 12cm de alto por 18 cm de ancho. En primer plano se encontraba una mujer de tez tan blanca como la leche, en ropa interior, su cuerpo se encontraba en un ángulo extraño. Sus brazos estaban abiertos y uno de ellos parecía haber sido fracturado, sus piernas se encontraban estiradas cuan largas eran. Liam no fue capaz de ver su rostro ya que la melena roja lo cubría.

En segundo plano se apreciaba una cama con base de metal oxidado, varias mantas revueltas sobre un manchado colchón. Las paredes estaba en obra negra al igual que el piso y cerca de la base de la cama había platos y lo que parecía ropa de mujer.

Durante el trayecto no cruzaron palabra, estaban lo bastante enojados con ellos mismos como para admitir que aquello era cierto. Habían centrado sus esfuerzos en el Dr. Hooke en lugar de rebuscar por otras partes.

—Es el edificio de ahí —señaló Liam al ver el número 254 en lo que parecía la estructura de un edificio de departamentos.

—Estacionaré en la acera de enfrente —dijo Harry en voz plana.

Salieron del auto y antes de que pudieran cruzar la calle, vieron dos patrullas acercarse. De ellas salió su irlandés amigo Niall. Dio unas órdenes al chofer de la primera patrulla antes de acercarse a donde se encontraban Harry y Liam. Los tres comenzaron a caminar hacia el edificio y subieron las escaleras para el primer piso.

— ¿Qué se supone que ha pasado? —preguntó Niall ya que nadie le había dicho para que lo habían solicitado. Lo único que sabía era que aquello estaba relacionado con el caso Parker.

—Tenemos una nueva víctima —dijo Harry sin dirigirle una mirada.

—Nos separaremos —dijo Liam al ver que había varias puertas ahí—. El edificio tiene cinco pisos, nos dividiremos para cubrir cada uno. Niall, asegúrate que ningún uniformado entre y si es posible que no salgan de las patrullas, sabes que la gente de aquí no confía en el gobierno.

— ¿Qué se supone que debemos de hacer? —preguntó Niall.

—Llamen a las puerta, cuando les abran inventen una excusa… por ejemplo que buscan a alguien. Si no contestan vuelvan a insistir. Y si de plano no abren, entren al apartamento en busca de algo sospechoso —Harry y Niall asintieron con la cabeza después de las órdenes de Liam.

Tras decir aquello se separaron. Liam se quedó en el primer piso, mientras que Harry se quedó en el segundo y Niall se dirigió al tercero. Mientras Niall subía las escaleras llamó a Frederick, quien se encontraba en una de las patrullas. Le informó lo que Liam le había dicho a él y le pidió que pasar la notica a segunda patrulla.

Caso Parker || L.P ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora