Caso Parker || L.P ||

Capítulo 18- La entrevista que llevó a una víctima.

El timbre sonó justo cuando Julie se ponía de pie. Acaban de terminar de almorzar y era hora de recoger la mesa y lavar los platos. Louis había sido el encargado de lavarlos mientras que Julie los levantaba de la mesa, Paula de recoger la mesa y Liam de secarlos.

— ¿Esperan a alguien? —preguntó Louis poniéndose de pie. Julie y Liam se voltearon a ver para saber si alguno de ellos sabía la respuesta.

—Yo no —dijo Julie con el ceño fruncido.

—Iré a abrir —contestó Liam al ver que todo mundo se había quedado mudo.

Algo que no era común para Julie y Liam era que recibieran visitas. La localización del apartamento era extremadamente secreto y solo pocas personas lo sabían. Entre ellas se encontraban las personas cercanas a la pareja y Michelle. ¿Quién sería?

Liam se encaminó hacia la puerta y la abrió. Lo primero que logró ver fueron unos castaños rulos seguidos de unas golondrinas en el pecho de un chico, lograban verse de entre la abertura de su playera a cuadros. Era Harry.

— ¿Styles? —preguntó Liam con curiosidad. ¿Qué hacia él ahí?

— ¿Qué hay, Liam? —Sonrió de medio lado—. ¿Puedo pasar o me dejarás estar aquí todo el día?

Liam no dijo nada y solo abrió más la puerta para dejarlo pasar. Harry saludó a todos con un gesto de cabeza y un simple “hola”. Se giró y encontró que Liam aún seguía viéndolo.

— ¿Y bien? ¿No irás por tu pistola y tu placa? —preguntó Harry con el ceño fruncido.

— ¿A dónde iremos?

—Estás en otro mundo, hermano —negó divertido con la cabeza—. Tenemos que encontrarnos con alguien en media hora, así que arréglate.

— ¿Y piensas ir así? —Liam le dedicó una mirada en general.

Harry llevaba puesto un pantalón de mezclilla negro ajustado, playera roja a cuadros, botines marrones y para rematar unos lentes de sol Ray Ban. Se recargó en una pierna y le dedicó una sonrisa socarrona a Liam.

—Claro. Es lo último que haremos hoy, será un interrogatorio de rutina —hizo una pausa antes de proseguir—. Y tengo una fiesta a la que asistir —dijo para justificar su atuendo.

—Entonces dame dos minutos en lo que me cambio.

Liam se dio media vuelta y caminó hacia la habitación. Abrió el closet y sacó unos pantalones y la primera playera que encontró que pensó que combinaría. El resultado fue un pantalón de mezclilla azul y una playera negra que se cernía en sus bíceps.

Cuando hubo terminado de arreglase se vio en el espejo de cuerpo completo que estaba en una de las puertas deslizantes del closet. Se observó por varios segundos antes de llamar a Julie.

— ¡Julie! ¡¿Puedes venir?! —gritó desde la puerta. Ella llegó en cuestión de segundos entró con una sonrisa en sus labios.

— ¿Qué sucede? —le preguntó. Le dirigió una mirada completa antes de posar de nueva cuenta sus ojos en los de él.

— ¿Qué tal me veo? —Liam extendió los brazos para que ella pudiera admirar con mayor detalle su vestimenta.

—Me gusta. No es ni muy casual ni serio, en el punto —levantó sus pulgares con admiración.

Pasaron unos segundos en silencio, admirándose el uno al otro. Liam observaba y caía sumergido en los ojos verduzcos de Julie. Ella se veía hipnotizada por el castaño que contaba con destellos ámbar en sus ojos.