4. El desaparecido.

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-Y por eso estamos aquí.-Damián puso su mano en mis hombros y lo miré frunciendo el ceño.
-¿Por el nuevo pelo de Alex?-Dije fingiendo totalmente y, he de decir, que ni yo me lo creí.

-Es serio, Hél. -La voz de Marcos me hizo temblar por un segundo. Espero que Damián no lo haya notado.

Miré al rubio que se apoyó en la pared con los brazos cruzados y clavó su vista en mí, esa intensa y preciosa mirada...

Mierda, no. Estoy totalmente perdida en mi vida.

-¿Alguien me dice qué pasa?-Pedí cortando el contacto visual con Marcos. Los invitados, incluido Damián, se pusieron en fila frente a mí pero a unos pasos de distancia. Raro.

-Se ha teñido el pelo porque...bueno, en realidad no estamos seguros...-Empezó Julio. Levanté ambas cejas, menuda información que me proporcionaba.

-Dilo de una vez. -Esta vez fue mi querido cuñado quién insistió y pude notar su presencia a mi lado derecho. Podía sentir como su cuerpo empezaba a tensarse de la desesperación por conocer el gran misterio.

-El caso es que Alex está con Cristian.-Susurró Julio sin mirarme, lo que no entendí.

-¿Alex se ha vuelto gay?-Pregunté sin entender una mierda de lo que querían decir. Pude ver por el rabillo del ojo como Marcos se aguantaba una sonrisa, pero ninguno de los simios que tenía delante se reían así que si, debía ser serio.

-Hél...Cristian se fue por, bueno...ya sabes.-Asentí, no hacía falta que me recordara que mi hermano se había muerto. Ya dolía bastante solo pensarlo.-Cristian quería vengarse...

-Pero yo maté a Giovani, ¡ya no hay nadie más de quién vengarse!-Aclaré. Y en el mismo momento en el que los tres bajaron la vista lo entendí.  Y no podía ser verdad.

No podía ser cierto. No podían querer vengarse de él.  Él los ayudó, los sacó de su pasado...¡Él es el maldito mejor amigo de Alex!

-No me jodas. -La voz de Marcos me devolvió a la realidad para confirmar mis pensamientos. -¿Por qué querrían matar a mi hermano?-Los tres pares de ojos lo miraron y luego a mi.

-Cristian cree que si Ángel no te hubiera conocido nada de esto habría pasado.-Dijo Xavier.

-Cree que todo es vuestra culpa. Dice que si tú no hubieras aparecido Ismael seguiría vivo.

-Pero no habría aceptado salir con él de nuevo. -Añadió Marcos.

-Pero seguiría vivo.-Repitió Xavier con voz más baja de lo normal.

-Espera.-Las piezas empezaron a unirse en mi mente y mi respiración se paró. Sentí cómo mi corazón se comprimió, tal y como lo haría Bob esponja para sacarse el agua.-¿Quieren matarme a mi?

-Quiere mataros a los dos.-Aseguró Marcos con la voz más oscura y fría que le había oído nunca.

Y en ese momento mi vista se volvió negra y lo último que sentí fueron unas manos que impidieron que mi cuerpo besara el suelo.

Narra Ángel

Llevábamos media hora de camino en su mercedes en completo silencio, la curiosidad me estaba matando pero no me atrevía a preguntar.
Y mi mente, tan buena como es, empezó a pensar en Hélade.
Esa chica que hace que quiera dejarlo todo por estar a su lado pero quien no me lo pide.
Esa chica que ahora mismo está a solas con el imbécil de mi hermano por vete a saber cuanto tiempo.
Mi hermano, ese que siempre ha intentado quitarme a las chicas por simple diversión.
Ese hermano que ya había besado a mi chica.

-¿Qué quieres que haga?-Pregunté mirando a Pietro para intentar olvidar lo que acababa de pensar.

-¿No es obvio? Eres un asesino a sueldo, piensa un poco.-Cambió de marcha y aceleró peligrosamente mientras sonreía.

-¿A quién debo matar?-Pregunté de nuevo, me miró de reojo.

-Eres muy insistente. ¿No puedes simplemente obedecer?

-Trabajo mejor si conozco algo del objetivo.-Me justifiqué.

-Se llama Elisabeth, es rubia y está pirada.-Lo miré.

-¿Una mujer?

-No, genio. Un extraterrestre. ¿Tienes algún problema?-Apreté la mandíbula. Sí, tengo un gran problema. No mato mujeres si no se lo merecen "muy mucho".

No sabes si se lo merece o no.

No parece que sea por negocios.

-¿Y cuál es la razón?-Pregunté con tono neutro. Su mirada no se apartó de la carretera pero sus manos se aferrarnos fuertemente al volante. Esto me huele a cuernos.

-Eso no te interesa.-Dijo osco.

-En realidad sí lo hace. No mato mujeres sin una buena razón.

-Entonces haré que te maten a ti, a tu hermano y a vuestra novia.-Lo miré como si solo con eso pudiera arrancar todo el oxígeno de su cuerpo. ¿Cómo se atrevía a decir que era novia de ambos? ¿Cómo podía si quiera pensar que ella podría hacer algo así?

Se besaron. No lo olvides.

Yo no estaba con ella, la dejé sola mucho tiempo...

¿Y qué estás haciendo justo ahora?

Golpeé el salpicadero y recibí una sonrisa victoriosa del italiano.
¿Cómo no me había dado cuenta?
Hél besó a Marcos porque para salvarla no estaba con ella y es exactamente lo que estoy haciendo ahora. No puedo dejarlos solos, no puedo dejarle el camino libre a ese idiota.

-Acabas de darte cuenta, ¿no? Cuanto más tiempo estén solos más tiempo tendrá tu hermano para jugar sus cartas.-Lo miré de nuevo.

-¿Quieres decir que sí fue mi hermano quién te ha hecho traerme?-Apreté los puños. Y negó con la cabeza.

-No, eso fue porque se te da mejor matar a ti. Quiero decir que trabajes rápido para volver con tu chica antes de que tu hermano te la quite.-Estaba a punto de contestar cuando una bala entró por la luna delantera e impactó justo al lado de la cabeza de Pietro.
El italiano dio un volantazo y dejó el coche de lado. Ahora yo era el único visible ante los atacantes.

Cabrón.

Las balas empezaron a impactar contra la carrocería del mercedes, incluso alguna atravesó la ventanilla pero ninguna llegaba a impactar contra mí. Todas iban dirigidas a mi nuevo jefe, quien se había hecho un ovillo mientras buscaba el arma debajo del volante. Su uniforme de pizzero cada vez carecía más de sentido mientras cargaba el arma y me miraba.

-¿Por qué debería preocuparte? No tiene puntería. -Dije mirándole.  Una bala rozó mi mejilla e impactó en la puerta del italiano.-Mierda, escuece.-Me quejé mientras llevaba mi mano a la herida que sangraba.-¿Por qué no me ha matado?-Pregunté sacando el arma.

-Porque esa hija de puta quiere verme muerto a mi.-Dijo saliendo del coche. Yo me giré para ver a la persona que nos estaba atacando y me petrifiqué al ver que no era una mujer la que nos estaba apuntando.

Era mi maldito mejor amigo con el puto pelo rojo.

¿Qué me estoy perdiendo?

****
Holap! De nuevo, siento tardar tanto en subir pero aquí está.
Las cosas se están poniendo interesantes...os preguntaréis por qué Cristian y Alex se han vuelto en contra de todos así porque sí...bueno, ya verá
Y si me estáis odiando por Marcos-Hélade no lo hagáis, que yo os quiero 💕
En cuanto a Ángel...está perdiendo la confianza en Hélade o en su hermano? Hum...
El caso es que aquí está el capítulo y espero que os guste.
Adeu!
Xoxo😚💕💕

Pdta: capítulo dedicado a noeh15, no me odies💕💕💕💕

~Mi Lucifer~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora