~Mi Lucifer~

19. Sono qui. I/II

Narra Ángel

Mientras esperábamos por la ayuda o la muerte, Hélade nos contó lo que había hecho con la tubería y lo que había tenido que hacerle al pobre hombre de mantenimiento. Y a pesar de que sabíamos que sus ideas no iban a servir de mucho estaba orgulloso de ella porque al menos había pensado en algo, cosa que ni mi amigo ni yo podíamos decir. Quizás porque estaba herido o porque había perdido práctica, pero no se me ocurría nada más que pudiéramos hacer, tan solo esperar.
Y la verdad es que no tuvimos que hacerlo mucho tiempo.
Quince minutos después escuchamos disparos en nuestra misma planta y a las personas gritando aterradas. Al fin y al cabo la tubería había partido, solo quedaban las cadenas.
Los gritos de las personas que estaban en el pasillo retumbaban en la habitación. Apenas dos minutos después de escuchar los primeros gritos presenciamos cómo la puerta intentaba ser abierta.
-¡Sono qui!(Están aquí)- Más golpes y más fuertes aporrearon la puerta.
Mi corazón se aceleró aún más, hasta el punto que no sabía si moriría de un balazo o de un infarto.
Normalmente no tendría miedo, sino que cogería mi pistola y acabaría con ambos.
Pero esta era una situación totalmente distinta. Ninguno de los tres estábamos armados y yo estaba postrado en una cama sin posibilidad de defenderme.
-Estamos perdidos.-Alex fue el que se atrevió a decir en alto lo que todos pensábamos.
Compartimos una mirada de complicidad y disculpa y volvimos a centrarnos en la puerta.
Lo que más rabia me daba es que Hel estaba aquí. Podrían acabar conmigo y con ella de un plumazo, y con ello también acabarían con la vida de la pequeña Abigail que crecía en su interior.
Resoplé frustrado, pero el soplido fue amortiguado por el sonido de la cadena al tensar sus anillas.
Tras varios intentos la cadena cedió y los dos hombres entraron triunfantes en la habitación. Ambos empuñaban pistolas, cuyos cañones apuntaban a una sola dirección.
Mi cabeza.