25

3.7K 262 65
                                    

Una mano se envuelve alrededor de mi muñeca, levanto la mirada y los ojos de Joel se clavan en los míos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una mano se envuelve alrededor de mi muñeca, levanto la mirada y los ojos de Joel se clavan en los míos.

—Tranquila—articula bajito para que solo nosotros dos lo escuchemos.

Asiento con la cabeza, todo mi cuerpo tiembla, tengo tanto miedo. Tener a Harv de vuelta es como tener el peor de los castigos.

—¡Harv!—dice llamando su atención mientras sale de su ahora nuevo departamento.

La mirada de Harv se dirige a la especie de agarre que tiene Joel en mi muñeca, parece molesto puedo notarlo por la fuerza que impone en la unión de nuestras manos.

—¡Harv!—grita repentinamente con emoción la voz de la chica que en algún momento de mi vida fue importante. La atención de Harv se centra en ella y suelta de mi agarre para envolver sus brazos alrededor de mi antigua amiga.

—¡Jane!—grita Harv con la misma emoción que ella, siempre él la considero como una gran amiga, lo supe desde el momento en que los presenté, ellos se llevaron muy bien desde el primer momento.

Jane, me mira unos segundos y luego con la mirada me da una especie de señal para que escape, no quiero hacerlo, ella podría correr peligro. Le dirijo una mirada a Joel y este asiente con la cabeza, supongo debo confiar en que ambos mantendrán la situación en orden.

Respiro profundamente y corro a gran velocidad, salgo del edificio y corro sin pensarlo. El aire es frío, me molesta cada vez que choca con mi rostro revolviendo mi cabello haciendo un desastre que no me permite ver mi camino.

A lo lejos diviso el edificio dónde se encuentra mi departamento, acelero el paso y entro en el edificio, subo a través de las escaleras al piso que me corresponde y me meto en mi departamento cerrando la puerta con llave, no me detengo, corro hasta mi habitación y también le pongo llave, respiro entrecortadamente, y espero hasta recuperar el aliento para poder marcar el número de mi prima.

—¿Ray?—grita al otro lado de la línea.

—Shhh...—suplico.

—¿Qué paso?... ¿Estás bien?— pregunta en tono preocupado, disminuyendo su tono de voz.

—Me encontró. Anna, el me encontró.

—¡¿Qué?! ¿Quién? No te entiendo nada.

—Harv, Anna. ¡Harv regresó!—
sollozo. Un silencio se apodera de la línea. —¡Anna! Anna ¿sigues ahí?—digo al cabo de algunos minutos en silencio y sin más la llamada se termina.

Mi corazón flaquea.

"¿Podría ser capaz de lastimar a mi familia?...
Te lastimo a ti. No seas idiota".

Frustrada, salgo de mi apartamento dispuesta a todo. Llamo a un taxi y espero no más de 15 minutos.

Regreso al edificio de Joel y me detengo frente a su puerta, ahí un Harv molesto aguarda tomando por la camisa a Joel. Creo que he tardado más en decidir qué hacer que en lo que he regresado.

—Harv—llamo su atención, él no lo duda y se gira en mi dirección.

—¡Ray!—dice soltando de su agarre a Joel, su rostro se muestra aliviado, tenerme frente a él lo hacía sentir de esa manera, ahora lo sabía.

—Ne - ne - necesitó hablar contigo— balbuceo nerviosa al sentir su toque, sus manos han llegado hasta mi rostro en un solo movimiento, me siento asustada una vez más. —Jo - Jo - Joel... Podrían dejarnos solos po - por unos min - minutos—pido a Joel entre balbuceos pero este se niega. —Estaré bien— digo convencida aunque no lo sé verdaderamente.

—Ray...

—Por favor—le interrumpo.

—Está bien—se rinde caminando unos pasos atrás.

—Gracias.

Asiente con la cabeza y se lleva consigo a todos, le dirige una última mirada a Harv y luego se marcha.

Observo cerrarse la puerta y no puedo evitar sentir miedo, estoy muy nerviosa por lo que podría estar a punto de suceder.

—¿Cómo me encontraste?—pregunto a Harv, él no parece muy sorprendido.

—¿A qué te refieres?—pregunta molesto.

—Sabes bien a lo que me refiero—aparta sus manos de mi rostro y camina unos pasos lejos de mí, lleva sus manos a su nuca y suelta una carcajada capaz de helarle los huesos a cualquiera.

—¿Creíste ser muy discreta?—ríe nuevamente deteniendo su paso, se encuentra de espaldas a mí. —Parece que todos sabían tu paradero—gira su cuerpo para mirarme.

—¿Qué?

—Digamos que tus padres y amigos se encargaron de darme pistas de ti.

Suelto un suspiro. «MIERDA»...

—¿Qué es lo que quieres de mí?

—Tú amor—dice en tono suave acercándose a mi cuerpo.

—No me hagas reír—me burlo.

—Ray... He cambiado...

—Tú nunca vas a cambiar.

—Ray... Déjame demostrarlo. Sólo necesito una oportunidad—suplica llevando sus manos nuevamente a mi rostro.

—No Harv, no quiero más oportunidades contigo—confieso cansada.

—Ray...

—¡Basta!... Me hiciste mucho daño.
Baja la mirada.

—Debo irme—y sin más me adentro al departamento. Estoy asustada, él me causa una horrible sensación de miedo. No quiero tenerlo cerca, lo odio. Pero lo conozco lo suficiente y sé que no va a descansar hasta tener lo que quiere. Y si su cometido es tenerme a mí, entonces lo haría.

—Ray...

Y sí, definitivamente esta no es mi noche...

CIEN ( Erick Colón, CNCO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora