CIEN ( Erick Colón, CNCO )

40

Mi cuerpo flaquea al verle salir de su departamento, mis piernas tiemblan y mi corazón acelera sus latidos.

Cierro mis ojos con las pocas fuerzas que tengo para luego volver a mirarle.

Entre sus manos lleva un arma, la sostiene con fuerza apuntando a su cabeza. ¿Debía detenerle?...

—¡HARV!—grita Jane señalándole, luce asustada, yo también lo estoy.

—Rachelle, perdóname—me mira. Ni siquiera parece haber escuchado a Jane. —No... No quise hacerles daño, ni a ti ni a nadie. Perdón, perdón, perdón—suplica entre sollozos sin apartar un sólo segundo su vista de mí. Sus manos tiemblan y las lágrimas recorren sus mejillas una tras otra sin tener final alguno. —Te amo Ray... Te amo como nunca pensé amar a alguien... Perdóname—repite entre sollozos cada vez más ruidosos. —Perdóname, por favor—solloza cerrando los ojos con todas las fuerzas que le quedan. Aprieta los dientes y continúa sollozando.

Llevo mis manos hasta mi rostro y con estas limpio las lágrimas que ni siquiera me había percatado que estaba derramado.

No podía decirlo en serio, tanto daño causado y terminaría así? ¿Terminando con su propia vida?...

Me giro a mirar a Joel quien sostiene de Jane y la abraza fuertemente contra su pecho observando todo el show montado por Harv.

—Lo... Lo lamento...—susurra de nuevo captando mi atención, giro mi cuerpo en su dirección y limpio de nueva cuenta las lágrimas de mi rostro. —Pero al parecer has caído preciosa...—dice apartando el arma de su cabeza para posicionarla en dirección a la mía.

Vaya mierda.

—¡HARV BAJA EL ARMA!—grita Joel con una mano en el aire.

Como si eso fuera a detenerlo.

—¿Por qué Joel?... Te la quieres coger?...—arquea una ceja. —Siempre pensé que eso querías—sonríe. —Siempre estabas tú y tu cara de imbécil cada vez que la veías—ríe. —Siempre deseando estar en mi lugar—rueda los ojos. —Jamás pudiste hacerlo—recalca con arrogancia. —Jamás pudiste hacerlo. Y... ¿Qué pasó?...—se detiene. —Terminaste cogiéndote a su mejor amiga, pero tranquilo, no te juzgó... ella lo hace taaaan bien...

—¡BASTA!—grita Jane entre sollozos. El cuerpo de Harv se gira en su dirección. Está tenso, molesto y cansado. Iba a matarla si no le detenía.

—¡Harv!—grito llamando su atención.

Detiene su cuerpo y vuelve a su posición anterior. Me mira de forma retadora y posiciona el arma de nuevo en mi sien.

—No me arrepiento de nada de lo que he hecho—suspira. —Margott, Jane—la apunta. —Pero tú Rachelle—sonreír. —Tú fuiste mi favorita—guiña un ojo. —Tú me diste todo lo que quería—sonríe de nuevo.

Las lágrimas salen de mis ojos de manera involuntaria. Intento responderle pero parece imposible, no podía hacerlo, mi boca se había sellado.

—S-si ya te lo he dado todo. ¿Por qué no me dejas en paz de una vez por todas?... —la voz me sale en un hilo.

Se hecha a reír.

—Bonita. ¿De verdad me crees tan estúpido?—carcajea de nuevo. —Eres mía—recalca.

—Por supuesto que no. No soy de la propiedad de nadie.

—Te equivocas. Eres mía, mía y de nadie más—dice entre dientes acercándose a mi cuerpo de manera intimidante. —No sabes cuánto desearía que Erick estuviera aquí—susurra para sí mismo. —Desearía hacerte mía una vez más para que recuerdes que nadie te hará sentir como yo— susurra nuevamente dando un lengüetazo a mi rostro.

—¡Para, ya por favor!—suplico sintiéndome asqueada entrecerrando los ojos.

—Lo siento, bonita—muerde el lóbulo de mi oreja.

Aparto mi rostro de él.

—¿Te estoy lastimando?—pregunta muy cercas de mi oído.

Siento mi mundo desvanecerse, eso mismo dijo aquella noche en la que había abusado de mí, aquella noche en la que me había hecho suya una y otra vez.

—¡SUELTALA!—grita Joel acercándose a nosotros.

—¡NO TE ACERQUES!—grita Harv retrocediendo un paso llevándome consigo.

—Harv, por favor—suplico cerrando los ojos.

—No, Rachelle. Eres mía y yo puedo hacer contigo lo que más me plazca—grita apretujando con más fuerza el arma que sostiene entre sus manos.

—¡NO, HARV! ¡NO SOY TUYA!—grito de nuevo con los ojos cerrados, esperando a que finalmente termine conmigo.

—Está bien. Entonces si no eres mía no seras de nadie—quitó el seguro de su arma. —Antes de hacer esto Rachelle.. Jamás olvides que... Te ame—y sin más termino por disparar soltando aquel terrible sonido que aturdía los oídos.

—¡NOOOOOO!...—escuché gritar a Jane con todas las fuerzas que le quedaban, y así fue hasta que el sonido termino.... 

***
Hola hola.

Bonito día ♥

—All the love♥