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Erick.

Cierro la puerta principal y tomo el ascensor para llegar abajo, gracias a Margott se me había hecho tarde, fue tan insistente a tomar una ducha conmigo que no pude negarme, eran más de las siete y mi primera clase empezaba 7:15 am. ¡Bien hecho Erick!

Entro en mi automóvil e intento hacerlo caminar pero nada funciona, el automóvil sigue parado y hace ruidos extraños. Reviso el combustible y tal como lo imagine, Margott lo había dejado sin gasolina, frustrado ruedo los ojos y cierro el automóvil debidamente para empezar a correr, llegare tarde a mi segunda semana de clases "¿Qué clase de suerte era la mía?".

Corro alrededor de las calles, intenté tomar un taxi pero me fue imposible debido a que todos iban ocupados, el bus había pasado horas atrás y las calles se encontraban repletas de gente, es decir era Nueva York era obvio que las calles debían encontrarse así.

—¡PERMISO! ¡PERMISO!—grito mientras esquivo a las personas para no golpearlas o chocar con ellas. Muchas personas corren de un lado a otro mientras que otras me miran y siguen su andada sin prisa alguna.

«Mierda»

Mi cuerpo se detiene en seco, pensé que ya no me importaba saber de ella, creí que ya la había superado pero no era así, aún la imaginaba, aún no la superaba.

Me quedo observándola, su silueta, su cabello, incluso la forma en la que caminaba, toda ella era Rachelle. ¿Podría ser ella?

Toma del brazo del chico que está situado a su lado y continua caminando con más rapidez, parecía estar asustada.

Gira el rostro de repente y finalmente veo su rostro, aquel rostro que jamás hubiese deseado volver a ver.

Algo dentro de mí se quiebra, mis ojos comienzan a producir lágrimas que yo no quiero, se detiene y su acompañante se gira a ver qué es lo que sucede, ahora ambos me miran.

—Erick—susurra sin aliento, esquivando a la gente que le obstruye la visión.

Me quedo callado y dejo mi rostro caer, no quería que se diera cuenta de lo vulnerable que me volvía el tenerla cercas.

Suelta de su agarre a Joel y camina hasta mí, Joel intenta detenerla pero es tarde, Rachelle ya está parada frente a mí.

Intenta tomar de mi rostro pero me aparto, no quiero sentir su toque.

—¿Qué mierda haces aquí?—pregunto groseramente caminando un paso atrás.

—Erick yo...

—¿Tú? ¿Qué?—vuelvo a interrumpirle de manera grosera.

—¿Po-podríamos hablar?—pregunta.

Niego con la cabeza.

—Erick, por favor.

—¿Para qué?—gruño, ¿De verdad teníamos qué hablar?.

Erick... Mi intención jamás fue hacerte daño.

—Tranquila—rio. —No me hiciste daño. ¿De verdad pensaste que te amaba?—suelto una carcajada. —Por favor no me hagas reír—limpio el ovillo de mi ojo, si sólo supieras lo mucho que dolía. —Por favor Ray. ¿Cómo pensaste qué cambiaría? ¿Cómo llegaste a pensar que me había enamorado de ti?... Sólo era sexo. Nunca fue nada más—solté intentando convencerme más a mi mismo que a ella.

—¡Basta! ¡Fue suficiente!—interviene Joel tomando por los hombros a Rachelle.

—Gracias Erick—me mira. —Haz abierto mis ojos, esperó sea verdad y puedas ser muy feliz. Puedas besarla como lo hiciste conmigo, puedas cogértela como a mí pero sobre todo puedas amarla como sé que me amaste a mí—termina por decir con los dientes apretados antes de dejarme ahí solo de nuevo.

No volteo a mirarla porque sé cuánto dolera verla marcharse de nuevo. Ver cómo Joel la consolaría, le haría olvidarme y seguir adelante.
Camino de vuelta a casa, a estas horas Margott ya no estaría ahí, ella estaría en su universidad y yo podría pasar un momento a solas.

Cierro la puerta detrás de mí, y me tumbo en la cama, no lloré cómo pensé que lo haría, pero realmente duele, sus palabras retumban en mi cabeza, una a una se clavaba en mi mente y corazón. Mis heridas se abrían y mis ojos comenzaban a producir las lágrimas que no deseaba aparecieran.

Camino hasta el cuarto de baño y saco un frasco de calmantes para alivianar mi dolor, tomo uno y me la trago acostándome en la cama.

Quería descansar y olvidarme un poco de mi dolor.

"Creíhaberte superado pero apareciste de nuevo y me destrozaste como sueleshacerlo". 
















***
¿Qué tal todo? Les dije que se prepararán... Pero ¿Qué creen?... No han llegado ni a la mitad de la desgracia jajjaa xD

No se olviden de votar y dejar su comentario, todos los leo y me encanta saber su opinión acerca de mi novela.

Los amo demasiado.

Lindo día.

-All the love

CIEN ( Erick Colón, CNCO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora