Capítulo 3.

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—______. —la llamó su padre—. ¿Porqué no vas a conocer el vecindario? Quizás encuentres amigos. 

—Pero quiero seguir leyendo el libro que me prestó Mack. Además, eso de salir a caminar y socializar no me llama la atención realmente. —caminó a la puerta trasera de la casa, para ir al jardín.

—Pero-.

—¡Déjala, solo quiere leer su libro!—lo interrumpió una voz femenina; su tía. Le agradeció mentalmente—. Tú tampoco salías a caminar y ni a socializar cuando tenías su edad.

—Solo quiero que haga amigos...—dijo mirándola molesto.

—Ella hará amigos por si sola, no la apresures.

—¡Exacto!—gritó antes de salir de la casa.

Fue hasta el árbol y miró hacia arriba. Cierto, había una casa de madera ahí.

Le daba igual, después de todo, jamás subiría ahí por su miedo a las alturas. Así que se sentó debajo de el dispuesta a leer su libro.

Y así fue por un rato hasta que escuchó el grito de su padre.

—¡______, tienes visita!

Levantó la mirada confundida. ¿Visita? ¿para ella? Conoció a unas personas en la escuela con las que podría formar una amistad pero no creía que alguna de ellas la visitará... ¿será Mack quién vino a verla?

Se levantó y entró a a la casa.

—¿Qué...—se quedó callada al ver a una chica rubia, alta, y con una sonrisa extraña frente a ella—. sucede?—terminó su pregunta inicial.

—¡Un gusto!—se acercó a ella y tomó su mano para saludarla—. Soy Dawn, y soy tu vecina.

—O-Okey...—tartamudeó al mismo tiempo que ella agitaba su mano.

—Ella quiere invitarte a su casa. —explicó, uniéndose a la conversación, su padre.

—¡Sí, noté que se mudaron y pensé que podríamos ser amigas!

—¿La escuchaste?—preguntó él mayor con una sonrisa.

Su hija lo miró y rodeó los ojos. Estaba un poco cansada de su tendencia por hacerla buscar amigos.

—Mira, Dawn, quizás podamos ser amigas pero ahora no tengo ánimos para salir a ningún lado. Quiero terminar de leer mi libro y después dormir hasta la cena.

—Por favor, ______, ella vino hasta aquí para invitarte a su casa. No rechaces la invitación de una posible amiga. —la miró acusador su padre.

—Es cierto, hazle caso a tu papá. —habló Dawn con una sonrisa suplicante.

Ella bufó al ver que no tenía elección.

—Está bien, vayamos a tu casa. —aceptó. Dawn celebró ante esto silenciosamente—. Pero quiero pizza de cena. —le dijo a su padre con una mirada molesta.

—Como quieras pero ve con ella y diviértete, por favor.

[...]

El rubio bajo las escaleras no muy animado. Se extraño de que sus hermanos no lo siguieran molestando pero en el fondo lo agradecía.

—Oye, Ricky. —lo llamó uno de sus hermanos al llegar a la sala de estar—. ¿No quieres ver televisión?

—Nop. —contestó sin ni siquiera detenerse y seguir su trayecto hasta la cocina.

—¡Por favor, ya va a empezar tu programa ese de doctores!—le gritó pero él lo ignoró.

—Les dije que no funcionaría. —dijo el menor de todos cruzándose de brazos.

—Todavía falta ver si Dawn pudo traer a esa chica.

—Tampoco creo que pase, esa chica ni siquiera-.

El ruido de la puerta principal lo interrumpió.

Entró Dawn, junto a su nueva vecina.

—¿Decías, Nicky?...

Mientras tanto, con Ricky, fue al refrigerador para buscar algo de comida.

Eso de estar de deprimido si que le daba hambre.

Al final se decidió por algo de helado. Tomó el bote completo y sentó en la mesa dispuesto a comerlo.

Estaba a punto de dar el primer bocado cuando el ruido de la puerta abriéndose lo interrumpió.

—¡Y ésta es la cocina! Oh, mira, que coincidencia que mi hermano, Ricky, este aquí. ¡Voltea y saluda a nuestra invitada, hermanito!~—músico Dawn haciendo que el mencionado volteara.

Él, y la chica, abrieron los ojos sorprendidos.

—¿Él es tu hermano?...—preguntó señalándolo.

El rubio se sonrojo levemente, nuevamente por la vergüenza. Sonrió nervioso y trato de levantarse, cosa que su adorada hermana evitó.

—¡Claro! ¿qué no es obvio el parecido? Pero bueno, como supongo que ustedes ya se conocen los dejare solos para que charlen. —soltó al muchacho y camino a la puerta. Antes de irse le guiño el ojo a su hermano.

« Me hubiera gustado que mi mamá no me educara tan bien porque esto merece una palabra más fuerte que ¡RECORCHORIS! »

La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora