Capítulo 4.

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Después de que Dawn se fuera hubo un gran silencio entre ambos niños. Por parte de la chica, esto le comenzaba hartar. Así que decidió acabarlo. 

—¿Ese es un bote de helado?—cuestionó mirando dicho objeto.

—Sí...—lo ocultó detrás de él—. Pero no me lo iba a comer yo solo, traje todo el bote porque ya no hay platos limpios...

—Tranquilo, no me tienes que dar explicaciones. —rió un poco y se acercó para sentarse a lado de él—. ¿Sabes? Estoy delirando por la gran coincidencia que justo seamos vecinos. Y que esa chica que me trajó aquí sea tu hermana.

—Lo sé, es muy oportuno...—murmuró y bajo la mirada—. Lamento que mi hermana haya hecho esto. Sé que lo que menos quieres es estar conmigo después de lo que pasó.

—Admito que me gustaría seguir leyendo mi libro pero no te disculpes por ella. Tú no tienes la culpa. Y sobre estar contigo... la forma en que nos conocimos no fue buena pero fue un accidente después de todo. Haz como yo y olvídalo, no es para tanto.

Ricky levantó la mirada y la miró un tanto sorprendido. No esperaba que respondiera eso, pero el que ella no le tomara importancia a ese asunto lo tranquilizaba.

—Tienes razón. —sonrió levemente—. ¿Qué te parece si iniciamos de nuevo?

—Esa es una fantástica idea. Soy ______ Harrison. —le ofreció la mano en forma de saludo.

Él la aceptó gustoso.

—Ricky Harper. Y no te preocupes, no tienes que seguir aquí si no quieres. Puedes salir por la puerta trasera. —ladeó la cabeza señalando dicha puerta.

—Suena tentador pero le prometí a mi padre que intentaría divertirme.

—Con mi hermana en lugar vas a terminar hartándote.

—¡HEY, NO ES CIERTO!—exclamó entrando al lugar molesta..

—¿Nos estabas escuchando?—cuestionó ______ volteando a verla.

—Claro que sí, quería oír como Ricky lo arruinaba todo. —respondió como si nada.

—Es algo que hacer. —comentó Nicky luego de ver entrado junto con Dicky, quién asintió estando de acuerdos con lo que dijo.

—Vaya, al parecer ella no es la única extraña. —pensó en voz alta.

—Te sorprenderías...—murmuró el rubio levantándose de su lugar para llevar el bote de helado de nuevo al refrigerador.

—Como sea, qué tal si mejor me cuentas, de chica a chica, que tipo de relación tienes con Mack. —se sentó en el mismo lugar que Ricky con una sonrisa forzada y una mirada extraña.

—¿Mack? ¿lo conocen?—una sonrisa se formó en su rostro al preguntar eso—. Claro que sí, él es amigo de todos.

—Dawn ha estado enamorada de él durante años. —contestó Ricky desde recargado en la barra.

—¡¿Qué?! ¡Eso no es cierto!—gritó avergonzada. Bajo la mirada mientras maldecía a su hermano—. Lo siento, sé que eres la novia de Mack y que después de escuchar eso no querrás ser mi amiga. —dijo aún mirada hacía el suelo.

—¿Novia? No, no, no, están equivocados, Mack no es mi novio.

—¿Entonces qué son? Antes de que Ricky se acercará para hablarte y terminará besándote por accidente los vimos muy juntos. —cuestionó Dicky confundido ganándose una mirada molesta de su hermano.

—Gracias por esa mención innecesaria. —dice con sarcasmo—. El que dos personas actúen cariñosamente no quiere decir que sean pareja. Solo me estaba dando apoyo porque todos me estaban hostigando por ser "la chica nueva" ya-.

—Eso no nos interesa. —la interrumpió el cuatrillizo de cabello perfecto—. Responde la pregunta y di qué es Mack tuyo entonces. Eso es lo que nos interesa.

—Ya lo noté. —rodea los ojos—. Cómo sea, Mack es mi primo.

—¡¿QUÉ?!—cuestionó Dawn con asombro.

—Ja, lo supuse... bueno, de hecho no. —murmuró el menor de los hermanos.

[...]

Habían pasado días, quizás una semana después de lo sucedido el ese día. Dawn sin duda sintió una gran calma al saber que el chico del cual está enamorado no tiene pareja.

Ricky pensó que con todo eso dejarían aún lado su tonto plan de hacerse sus amigos solo por conveniencia.

Al menos eso pensó...

Ahora se encontraba en la escuela. Para su suerte, no hubo ninguna complicación esa mañana en su casa por lo que pudo llegar a tiempo.

Entró al salón, que a diferencia de sus compañeros, el sonreía por estar en su lugar favorito un día más.

—Buenos días niños. —saludo la profesora entrando. De inmediatamente se sentaron aquellos niños que se encontraba levantados hablando con sus amigos—. Espero que estén preparados para una... ¡prueba sorpresa!—exclamó con una sonrisa sacando varios exámenes de su escritorio.

—¡¿Enserio, otra vez?!—se quejó uno de los alumnos. Los demás también lo hicieron mediante murmullos. Toda esa semana había sido de pruebas y más pruebas.

Ricky se mantuvo callado. Aunque sí le parecía extraño que todos los profesores estuviesen haciendo pruebas sorpresas no le importaba porque era una manera de mejorar la calificación que sacó el día anterior.

—Recuerden, guarden todo en su mochila excepto-.

Fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

Entró apresurada aquella chica de (c/c). Miró a todos los presentes, incluida a la profesora, y desvió la mirada avergonzada.

—Ahm, l-lo siento...—cerró la puerta—. Pensé que aún podía llegar a tiempo, jeje. —rió nerviosa.

—Tú debes ser ______, la nueva estudiante. —la mencionada levantó la mirada y asiento levemente ante lo que dijo, era la primera vez que asistia a esa clase—. Tranquila, puedes pasar. Pero recuerda que la puntualidad aquí es muy importante. Así que espero que no se vuelva a repetir.

—¡Sí, profesora!—respondió con una sonrisa.

—De acuerdo, ve a sentarse.

La menor obedeció y camino hasta el primer asiento libre que miró. Justo unos asientos detrás de la fila de Ricky.

En cuanto se encontraron sus miradas; ella no dudo en sonreírle y saludarlo. Él respondió el saludo antes de que se sentará.

Rió levemente.

Parece que alguien más tuvo complicaciones esa mañana.

La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora