La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.

Capítulo 11.

Casa de los Harper. 

—Tom, creo que el paquete que pediste hace tres meses llegó, está en la entrada de la puerta. —le avisó su esposa. El nombrado en cuanto escuchó eso se levantó de su asiento y fue hasta la puerta.

Tomó el paquete y lo colocó sobre el sillón individual solo para abrirlo.

—¿Qué es eso, papá?—preguntó el menor de los Harper, se encontraba sentado en el otro sofá.

—Algo que he estado esperando desde hace meses. —abrió la puerta y sacó el contenido de ésta—. Son pinos (bolos, palitroques) de hace más de cien años...

—¿Enserio?—cuestionó un poco asombrado.

—Claro que sí, no tienes idea de cuánto me costaron... por favor no le digas a mamá.

—Mis labios están sellados.

—Gracias, sabía que podía confiar en ti, Ricky.

—Soy Nicky. —lo corrigió con el ceño fruncido.

—Como sea. —devolvió el pino que sacó a la caja—. Esto será un buen producto para la tienda... pero, quizás me quedé con uno que otro. —tomó la caja y subió las escaleras.

Nicky negó un poco divertido. Se dispuso a seguir viendo la televisión pero el timbre de la puerta lo interrumpió. Se levantó y fue a ver quién era.

—¿______... y Mack?

—¡Hola, Nicky! ¿podemos pasar?—preguntó ella con una sonrisa. Él los dejó pasar.

—¿Qué tal chicos? Ah, ¿y qué hacen aquí?

—Queríamos invitarlos a jugar videojuegos, pero si está ocupados no importa. —contestó Mack.

—No, estoy seguro que a los chicos les gustará la idea. Igualmente nadie está haciendo algo realmente interesante. Ahora vuelvo... quédate aquí. —le dijo específicamente a Mack y subió corriendo las escaleras.

Él chico miró con extrañeza a su prima.

—Es agradable, ¿no?—preguntó con una sonrisa.

Nicky entró con rapidez a la habitación.

—¡CHICOS!—gritó asustando a sus hermanos. Ricky, quién estaba escribiendo algo, lo miró molesto al haberse equivocado debido al susto.

—¡Mira lo qué me hiciste hacer! ¿es lo qué quieres ahora? Ya te dijimos que no vamos a ver esa tonta serie contigo. —se quejó el rubio.

—Primero que nada; Once Upon a Time es lo máximo, y les interesaría tanto como a mí si se animarán a verla...—se cruzó de brazos—. Cómo sea, ______  está aquí, nos invitó a jugar videojuegos en su casa.

—¡¿Enserio?!—preguntó levantándose de su asiento—. Debiste haber comenzado con eso. —fue al baño.

—Y no solo eso, si no que vino con Mack.

—¿Mack?—se levantó de su cama—. Hermano, quiero decírselo a Dawn yo...—dijo con una sonrisa caminando a la puerta pero fue detenido por el peli-negro.

—¿Y quién dice que se lo diremos?...

—Yo.

Nicky rodeó los ojos.

—No importa.

Unos minutos después los tres hermanos Harper bajaron encontrándose con ambos chicos.

—Hola, chicos. —los saludo la chica—. Oigan, ¿y Dawn?

—Claro, nos olvidamos de ella, que tontos...

—Yo no me olvidé de ella. —aclaró Dicky con confusión nuevamente—. De hecho yo quería decir-.

—¡DAWN, ¿PODRÍAS BAJAR UN MOMENTO POR FAVOR? ¡ES IMPORTANTE!—gritó el peli-negro interrumpiendo a su hermano con una sonrisa forzada—. Seguro en un momento bajará...

—Claro...—dice Mack—. Wow, sigo sin poder creer que sean vecinos.

—Tranquilo, es extraño al principio pero después te acostumbrarás. —comentó Ricky con gracia. ______ rió ante eso.

Hubo un pequeño silencio que no duró mucho ya que lo interrumpió Dawn bajando las escaleras.

—¿Qué es lo qué quieres Nicky? Ya te dije que no veré contigo esa serie...—notó la presencia de su vecina y de su crush—. contigo.

—Hola, Dawn. —la saludo él con una sonrisa.

La rubia se miró a si misma, traía una pijama, y había estado hablando por vídeo llamada con Mae por lo que se le notaba cansada.

—¿Qué crees? _____ y Mack nos invitaron a jugar videojuegos. —dijo Nicky con una sonrisa.

Dawn soltó un grito, que alertó a todos, y después subió con rapidez las escaleras. Flash era lento a comparación de lo rápido que Dawn huyó del lugar.

—¿Ella estará bien?—preguntó con preocupación el chico.

—Sí, siempre hace eso. —respondió Dicky.